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lunes, 11 de mayo de 2015

EL "ESTADO"...y la "VIOLENCIA desde el PODER", asi sea "LEGITIMA".


Para muchos especialistas de la nación, la situación de inseguridad, violencia y violaciones a los derechos humanos que aqueja a México ha llegado a un grado inaceptable, en donde la ineficacia del Estado es imperdonable.
Para Denise Dresser, politóloga y profesora del ITAM, México está padeciendo un periodo de severo deterioro democrático, en donde la inseguridad se ha establecido como una rutina común del país.
En palabras de la también escritora, el caso Ayotzinapa permitió reflejar muchas fallas del Estado y reveló la impotencia de las autoridades ante el crimen organizado, mismo que, enfatizó, el gobierno históricamente ha protegido.
De igual manera, manifestó que las áreas más indispensables de un gobierno para impartir justicia, como las cortes, las policías y los procuradores han dejado ver su disfuncionalidad y han demostrado su corrupción todos los días.
La analista puntualizó que México se ha convertido no sólo en un país de torturados sino también una nación “de fosas, de calcinados, de fragmento de huesos y de más de 23,000 desaparecidos”.
Dresser habló sobre el caso Ayotzinapa, al cual calificó como un caso singular. “Ayotzinapa es un caso singular, pero a la vez similar a los miles con los cuales México vive desde el inicio de la guerra contra las drogas. Singular porque el gobierno se vio obligado a responder. Similar porque no lo ha hecho bien. Porque la sospecha y la conversión en la opinión pública de la verdad histórica en una táctica gubernamental destinada a cerrar el caso, darle la vuelta a la página, superar la calcinación de los hijos, olvidar a los muertos, no funcionó”, señaló.
En este sentido manifestó que el olvido y tratar de supera el caso, así como lo recomendó el gobierno, es imposible ante la falta de una certeza científica que avale lo dicho por las autoridades.
“El olvido es imposible por las declaraciones inconsistentes de los involucrados, muchos de ellos torturados. Porque a 7 meses del incidente, el Estado mexicano no ha logrado detener a todos los presuntos responsables. Porque no se ha indagado a fondo la actuación del ejercito esa noche fatal. Porque ni siquiera ha iniciado la atribución de responsabilidades por el contexto de corrupción política en Guerrero, que hizo posible lo que pasó. Y porque el equipo argentino se deslinda de los resultados presentados por la PGR y evidencia sus fallas”, comentó.
Aunado a lo anterior, dijo que el caso Ayotzinapa permitió revelar que el fenómeno de la desaparición es una problemática de dimensiones importantes.
“Ayotzinapa revela un patrón, patrón que ya ocurrió y sigue ocurriendo para miles de familias en busca de un hijo perdido, una hija secuestrada, un padre que nadie encuentra, he ahí el patrón perverso de desapariciones forzadas que nadie investiga. Las autoridades federales y estatales que no inician las investigaciones criminales, que no proveen justicia, que no ofrecen reparación a las víctimas, revelan el patrón perverso de la impunidad que genera incentivos para más raptos y más personas en riesgo”, sentenció.
En lo referente comentó que el sector joven de la población es uno de los principales afectados con esta ola de violencia que aqueja a la sociedad. Informó que de acuerdo a diversos autores, en estados como Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Baja California hay una pérdida de jóvenes principalmente.
“Hay una sangría semanal. Una sangría que al Estado no parece quitarle el sueño. El Estado mexicano simula, incumple, compra tiempo, evade, posterga mientas más mexicanos desaparecen y más madres los buscan desesperadamente. Y de ahí el imperativo de cambios urgentes, como que el registro de detenciones sea una obligación generalizada, que la capacitación y formación en materia de desaparición forzada se dirija a policías y miembros del ejército”, añadió.
Por otro lado, la analista se refirió al caso de las ejecuciones en Apatzingán. Al respecto, dijo que el caso ha sido ignorado por gran parte de los medios.
“Ante Apatzingán ha habido un pesado silencio, una ausencia inexplicable, un hoyo negro, demostrando así el modus operandi de un Estado que actúa así, una y otra vez demostrando que la violencia perpetrada desde el poder no es un hecho aislado, sino un patrón persistente que los medios tradicionales ya ni siquiera cubren”, dijo.
En este panorama de crisis, comentó, es importante que el gobierno escuche las recomendaciones de las distintas organizaciones, en aras de cambiar la situación del país. Apunto que es necesario que el Estado reconozca la gravedad de la situación y que permita las críticas, como la del relator de la ONU.
Igualmente, Dresser habló sobre el decálogo de Peña Nieto para combatir la inseguridad y dijo que estos 10 puntos han sido insignificantes a la luz de los meses.
“El decálogo es soso por lo que faltó. Y faltó el reconocimiento de la crisis por la que pasa el país y una estrategia audaz y contundente para remontarla. Faltó una estrategia para combatir la impunidad, que comience con los impunes de su propio partido y su propio gobierno. Faltó una estrategia para enfrentar la inseguridad y la corrupción, que tome en cuenta las medidas plantadas por expertos como Buscaglia y tantos más que ni siquiera han sido buscados. Faltó el anunció para iniciar una debate y al final, el establecimiento de una ley nacional para regular a la policía, para evitar la repetición de la brutalidad cotidiana”, declaró.
Por último, Dresser citó lo dicho por Mauricio Merino y aseveró que el reto para México “no sólo es salvar la democracia, sino salvar al Estado, rescatar su capacidad para que pueda garantizar el mínimo de seguridad y Estado de derecho que el país necesita para sobrevivir, porque el Estado mexicano está fallando”.
Fuente.-Revoluciontrespuntocero.

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