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sábado, 6 de diciembre de 2014

"La CASA BLANCA y la COLINA del PERRO"....EPN-LOPEZ PORTILLO ayer como hoy...#YaSuperenlo.


Ayer como hoy,asi se publico en la EDICIÓN DEL PERIODICO EL NORTE MIÉRCOLES 1º DE DICIEMBRE DE 1982.

Proyecto 4-C o La Colina Increíble
México, Nov. 30.- La prensa de la Ciudad de México publicó hoy fuertes ataques contra el presidente saliente José López Portillo.
En sendos desplegados a página completa publicados por algunos de los más influyentes periódico capitalinos se reproduce un artículo de la columnista Manú Dornbierer aparecido en la revista Siempre en el que exhibe el lujoso proyecto de cuatro mansiones al que denominan “La Colina Increíble”.
Otro diario más, “Novedades”, publica un cartón de Abel Quezada en el que se aprecia un barco llamado México hundiéndose y con un grupo de pasajeros y su capitán en un bote salvavidas enfilándose a una isla llamada España, con un breve diálogo del capitán que advierte: “La culpa fue de los pasajeros”.
Sin embargo el texto que más provocó comentarios hoy fue el titulado: “Habla una mujer… ¿Cuento o Realidad?... Proyecto 4-C o La Colina Increíble”.
Este es su texto íntegro:
“Desde el año de 1980 un misterioso proyecto urbanístico-arquitectónico inquietó a decenas de ingenieros de la SAHOP, Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas. Los ingenieros y arquitectos comisionados a “4-C” debían ocuparse de la realización de 4 (de ahí el nombre del proyecto) residencias especialísimas en una colina ubicada en la Delegación de Cuajimalpa, D.F., entre las colonias residenciales de Bosques de las Lomas y Vista Hermosa. La extensión del terreno disponible era de 13 hectáreas, 130,000 metros cuadrados.
“El primer paso a dar para el propósito consistía evidentemente en construir una infraestructura que hiciera habitable la colina, es decir, había que urbanizarla, hacer calles, instalar drenaje, llevar agua, electricidad y demás servicios. Nada fue problema: la Comisión Federal de Electricidad instaló rápidamente una subestación eléctrica, por ejemplo, y todo marchó por el estilo.
La SAHOP, como se acostumbra en cualquier obra, plantó en medio de la colina lo que se llama una “residencia!, o sea un despacho desde el que se dirige la construcción, con sus siglas orgullosamente pintadas para que no cupiera duda de quién construía. Día tras día, como también se acostumbra ahora, un letrero anunciaba: “Faltan tantos días para la terminación de la obra”.
“Hoy el proyecto 4-C es una realidad. Está prácticamente terminado salvo en lo referente a la Casa No. 1, pues su propietario no ha dado las indicaciones finales, pero las cuatro construcciones originalmente previstas se convirtieron en mucho más.
“El faraónico “complejo habitacional” cuenta con las siguientes edificaciones: Casa No. 1 de la señora; casa No. 2 del hijo; casa No. 3 de la hija mayor; casa No. 4 de la hija menor; casa-estudio; biblioteca adjunta; gimnasio; observatorio astronómico; “ayudantía”, es decir, una especie de cuartel en el que pueden vivir una docena de oficiales o guardias.
“En la sorprendente colina hay 11 mil metros cuadrados construidos”.
“La casa C-1, cuya construcción por lo pronto está suspendida, es la mayor. Cuenta con 4 mil metros cuadrados cubiertos. Sólo el “vestidor” de la dueña tiene la superficie de 110 metros cuadrados. Contará con refrigerador para pieles, con auditorio con secciones movibles, con sala de meditación, etc. Tiene un elevador neumático que sube sólo 3.80 metros, pero que indudablemente representa una gran comodidad. Esta y todas las casas tienen albercas cubiertas. Los muros de esta residencia miden 5 y 6 metros de alto.
“La casa C-2, en la que abunda la cantera rosa, tiene interiores carísimos (y según mis informadores en la de mejor gusto); cuenta con 4 apartamentos para huéspedes y abarca alrededor de 2 mil metros construidos. Pero si la casa en sí es impresionante, el observatorio astronómico que tiene junto es algo extraordinario. La entrada ha estado siempre vedada a la gente que tenía acceso a al a obra, pero se sabe que los instrumentos del observatorio son de lo mejor y fueron traídos en su totalidad, como es lógico de los Estados Unidos. Según información fidedigna sólo los honorarios de los técnicos que instalaron el observatorio ascendieron a 30 mil dólares.
“La casa-estudio es en sí una residencia completa con salas amplísimas y hermosísimas recámaras. Está comunicada por una parte con un gimnasio completísimo (según mis informantes, como no tiene ningún club deportivo de esta ciudad) que cuenta con una gran alberca cubierta cuyo fondo de mosaico de Talavera luce la figura de Quetzalcóatl. A un costado de la casa-estudio se encuentra un cilindro de concreto de 16 metros de diámetro y de 6 niveles. Por fuera está recubierta de tezontle rojo y negro. Por dentro de cedro y caoba. Cuenta con dos elevadores. Se trata de una bellísima biblioteca (según mis informantes, como no existe en ninguna universidad en México) que tiene capacidad para un millón de libros.
“La casa C-3, pertenece a la hija mayor, se asemeja a un pequeño Versalles. Tiene importantes jardines, escalinatas de cantera trabajada sobre el terreno mismo con gran preciosismo. De igual manera, las rejas y la madera que la decoran están trabajadísimas. Aunque la casa en sí no es tan extensa como otras, el trabajo artesanal realizado en ella es carísimo.
Las casa C-4, perteneciente a la hija menor, y pintada de color rosa por fuera, en tanto que la anterior es amarilla y la C-2 (del hijo) ocre y rosa (por la cantera), es supuestamente una copia de un palacio florentino, pero a mis informantes les parece un enorme y oscuro convento medieval en cuya construcción se han ocupado toneladas de cantera gris y de maderas antiguas. En una especia de hall principal el techo luce como adorno 18 gualdras (gruesas vigas de vieja madera). Su sola colocación, en julio pasado, costó un millón de pesos. Curiosamente en ese palacio la cocina da a la alberca, cubierta por supuesto.
“Finalmente, la “ayudantía”, como se decía en líneas anteriores, es un verdadero cuartel en que se supone que vivirán cómodamente por cierto, una docena de guardias, ya no presidenciales… pero igualmente profesionales.
Tomando en cuenta:
·   - La urbanización de 13 hectáreas.
·   - El precio del terreno en una zona capitalina tan cara.
·   - Los servicios y su interconexión con los del fraccionamiento Bosques de las Lomas.
·   - El precio de 11 mil metros cuadrados construidos de superlujo.
·   - La subestación eléctrica.
·   - Las instalaciones de las casas especialísimas (la calefacción central, por ejemplo, tiene ductos de 1.60 x 70).
·   - El costo de la transportación aérea de materiales y mercancías extranjeras, realizada en aviones Quetzalcóatl y en otras naves aéreas del gobierno mexicano.
·   - Los salarios de los innumerables trabajadores y artesanos (que según mis informadores, nunca estuvieron inscritos en el Seguro Social y entre los que extrañamente se podía ver a un gran número de niños).
·   - El suntuoso y variado mobiliario para las diferentes residencias y construcciones de servicio.
·   - Los instrumentos astronómicos del observatorio.
·   - El costo de la gran cantidad de maquinaria allí empleada.
·   - El precio de los materiales de gran lujo comprados en México y no importados como otros.
Contando todo esto y algún “detalle” más, mis informantes, expertos en construcción y urbanización, calculan que el costo global de la colina increíble es del orden de los 4 mil millones de pesos.
Asimismo, es del dominio público que la familia dueña de la colina tiene otras propiedades en diversos lugares del interior del país de las costas, así como en la ciudad de México (Lomas Altas, la hermana; Col. Florida, la señora).
Cuando un periodista reprochó públicamente al presunto dueño de la colina el haber recibido un rancho de regalo en el Estado de México, él contestó en una carta histórica que en efecto había estado a punto de caer en la tentación de convertirse en propietario, pero que se detenía a tiempo y rechazaba el obsequi. ¡Menos mal!
Nota: Las informaciones expuestas en estas líneas provienen de fuentes insospechables. Mis informadores sostienen que el pueblo de México tiene derecho a saber algo más preciso que lo que hasta ahora se ha publicado respecto a una colina increíble que es objeto ya de atención no sólo nacional sino mundial. Por mi parte creo que hay que respetar el derecho a la información y que los mexicanos merecen que se les entere sobre lo acontecido en una colina privada que le ha costado a ese pueblo 4 mil millones de pesos, según la valuación explicada.
Tomado de Revista “Siempre” No. 15585.24/XI/82.
Responsable de la publicación José Soriano Ramírez.

Descripción: abezal El Norte
EDICIÓN EL NORTE JUEVES 24 DE FEBRERO DE 1983
Cuesta más la Colina de LP que el Fondo de Solidaridad
México, Feb. 23.- Las cuatro mansiones que se erigen en la Colina de José López Portillo tienen un valor de 1,855 millones de pesos, 105 millones más que los recaudados para el Fondo Nacional de Solidaridad, según revelan datos publicados por una revista mexicana.
Sin embargo, y de acuerdo a los salarios del Gabinete dados a conocer en los primeros días del actual Gobierno, el ex Presidente López Portillo ganaría durante su Administración sólo alrededor de 36 millones de pesos, agrega la publicación.
Señala además que en los 122 mil 681 metros que tiene la propiedad, podrían edificarse suficientes casas o departamentos de interés social para satisfacer las necesidades de vivienda de alrededor de mil 500 familias, o también 245 casas residenciales.
El costo de las mansiones no incluye el precio de 2 mil metros cuadrados de alfombra fina, importada, suficientes para 100 habitaciones espaciosas; un sistema de aire acondicionado para preservar de humedad a la biblioteca; de maderas preciosas para un estudio y de tapices de seda china.
En el reportaje aparecido en el semanario Proceso en su edición del 21 de febrero, se revelan datos y cifras de la propiedad del ex Presidente José López Portillo.
Aparece denominada con el nombre “Paseo de los Laureles” y está ubicado en Lomas de Vista Hermosa, Delegación Cuajimalpa.
Las cuatro mansiones, que están edificadas sobre un terreno de 15 mil 563 metros cuadrados, aparecen separadas para cuestiones de construcción como Casa 1, Casa 2, Casa 3 y Casa 4.
La definida como “Casa 1” es una mansión de 6,239.6 metros cuadrados de pura construcción.
Tiene un valor aproximado de 250 millones de pesos calculando, estima la publicación, a 20 mil pesos la construcción del metro cuadrado.
El predio mide 29,813.98 metros cuadrados, y calculados a 10 mil pesos metro cuadrado, alcanza un valor de 298 millones de pesos.
En total, la mansión tiene un valor de 548 millones de pesos.
La “Casa 2 y casa estudio” se eleva sobre 4 mil 474 metros cuadrados y ocupa una porción de terreno de 31,847.30 metros cuadrados.
El valor total de esta residencia es de poco más de 500 millones de pesos.
La “Casa 3” ocupa 2,600 metros cuadrados en una área de 32,432.80 metros cuadrados.
Su valor global se estima en 428 millones de pesos.
Por último, la “Casa 4” tiene 2,250 metros cuadrados de construcción en 28,587.20 metros de área. Su valor total se estima en 375 millones de pesos.

Descripción: exto
EDICIÓN EL NORTE VIERNES 28 DE AGOSTO DE 1981
Rechaza LP rancho de regalo
México, D.F., agosto 27 (UP).- El Presidente José López Portillo rechazó hoy a través de una carta abierta el regalo de un rancho de 2.400.000 dólares a pesar de la “tentación” de aceptar la propiedad para cuando se retire dentro de 16 meses.
La carta de López Portillo fue en respuesta a un artículo del periodista Miguel Ángel Granados Chapa publicado el lunes en el periódico unomásuno, en el cual informaba que el Gobernador del Estado de México ofrecería el rancho al mandatario.
Según Granados Chapa, el gobernador Jorge Jiménez Cantú ofrecería a López Portillo un rancho de 60 hectáreas que tiene en Tenancingo, 80 kilómetros al sur de la ciudad de México, valuado en 2.400.000 dólares, para cuando el presidente complete su periodo el primero de diciembre de 1982.
En su carta, López Portillo escribió que ‘la ostentación de un presente de esa índole contrastaría con las penurias que millones de compatriotas nuestros, muchos de ellos en el propio Estado de México, sufren cotidianamente”.
Agregó que estaba de acuerdo con Granados Chapa, porque “como en un espejo, su artículo ‘El rancho de Tenancingo’ me hizo ver reflejada mi imagen en la opinión del pueblo de mi patria, y he resuelto no caer en la tentación”.
López Portillo, que a los 61 años practica robustas actividades como el lanzamiento de la jabalina y monta a caballo, describió el rancho como un paraíso del deportista, con galerías de tiro, cancha de tenis, gimnasio, piscina y pistas para andar a caballo.
Señaló que “confieso que nunca en mi vida había tenido el sentimiento de propiedad. Sin embargo, la hermosura del valle de Tenancingo, pleno de recuerdos de mi adolescencia, y las propias características del rancho, despertaron mi instinto de propiedad”.
López Portillo hizo un chiste a costa propia, refiriéndose al hecho de que cuando deje la presidencia, debe, según la tradición mexicana, no meterse en política y convertirse en un don nadie.
Dijo que el rancho “es ideal como refugio de un hombre sin porvenir en México: un ex presidente. La idea de vivir en ese lugar aislado, para ser el mejor ex presidente de México, es muy tentadora”.
Agregó en respuesta a Granados Chapa: “pero tiene usted en su sinceridad y valor, con la corriente de opinión que significa, plena razón. Aunque es grande la tentación, con verdadera tristeza de presunto propietario rural, he resuelto no aceptar la donación”.

Descripción: exto
EDICIÓN EL NORTE LUNES 31 DE AGOSTO DE 1981
Presentes
Editorial Los Intocables, de José Luis Mejías
Timeo danaos et dona ferentes (descondía d elos griegos hasta cuando hacen regalos) Eneida. 11.49
(AMI).- Al Presidente Alemán le regalaron sus amigos un yate y varias propiedades rurales en Baja California, Veracruz y otros lugares, para que disfrutara de esos juguetes regios cuando dejara el cargo. Al Presidente López Mateos le regaló Justo Fernández un rancho en Texcoco –que el arquitecto Artigas reacondicionó y hermoseó sin reparar en el costo-, y Medica Asencio una casa de veraneo en Ajijic, a orillas del Lago de Chapala. El Presidente Echeverría donó su casa de Cuernavaca, nos parece que a la Universidad, pero a los pocos días recibió como regalo una residencia mucho mayor y mucho mejor, por lo que se le pagaron a la viuda del Presidente Ávila Camacho 32 millones de pesos, equivalentes a 100 de hoy. Aceptó asimismo, residencias en Chiapas (Agua Azul), del gobernador Velazco Suárez; en Guanajuato, del Gobernador Ducoing; en Tamaulipas, del Gobernador Cárdenas González, y en Michoacán y Palma de Mallorca, del gobernador Torres Manzo; hasta donde sabemos.
Al aceptar esos regalos, y cualquiera otros que hayan eventualmente aceptado, lo presidentes no violaron ninguna ley o norma no escrita, y antes nos parece que actuaron conforme a costumbres establecidas en México hace siglos, por mexicanos y españoles. De un duque de Osuna, embajador en Rusia, se cuenta que arrojó su vajilla de oro al Moscowa cuando no la aceptó la condesa polaca que la había admirado. Y hablar de los regalos multimillonarios que los criollos y mestizos le hicieron a la Iglesia, al lugar donde nacieron, a los notables de su tiempo o a la corona, sería un tema inagotable.
El Presidente Echeverría le regaló al senador Mansfield el Morelos de Orozco, una pintura de gran valor que el en ese entonces jefe de la mayoría demócrata de la Cámara Alta de los Estados Unidos se vio obligado a dejar colgado en su despacho del Senado, porque una ley les prohíbe a los legisladores de su país aceptar regalos cuyo valor rebase los 200 dólares o una suma parecida. Y el Presidente López Portillo le regaló al presidente electo, Reagan, un caballo sumamente valioso, que éste pudo conservar –pese a que la ley en materia de regalos obliga igualmente a presidentes que a senadores- debido a que no había aún protestado formalmente como presidente de los Estados Unidos. Estos dos ejemplos ponen en claro que la conducta de los dos funcionarios a que hacemos referencia se rige en materia de regalos más por lo que determinan las leyes que por lo que su conciencia les dicta al respecto.
En México, repetimos, no hay ley que regule la aceptación de regalos por parte de los funcionarios públicos, y existe por lo contrario una costumbre secular, que más que permitir obliga a intercambiarlos.
Las costumbres sin embargo, están cambiando. La nobleza y la buena fe se retiran ante el avance del cinismo, la desconfianza y la necesidad de sobrevivir dentro de la lucha por la nación, y es por ello y por la gran corrupción que nos ahoga, que los regalos costosos no se vean ya como un signo de amistad y paz, sino que se quiere ver en ellos, en ocasiones con insidia y a veces de buena fe, un soborno o pago disimulado.
En las inmediaciones de Tenancingo, en aquella parte amable del Estado de México que se arrima al florido Morelos, docena y media de miembros destacados del grupo político que desde hace decenios ha venido reteniendo el poder en ese Estado, compraron a escote del casco de una vieja hacienda, a la que modernizaron, dotándola de todas las comodidades, de una porción de tierras cultivables (20 hs.), y de unas 40 hectáreas de cerros y barrancos propicios para el hipismo y la charrería. El conjunto comprende otras instalaciones, como cancha, alberca, caballerizas, galería de tiro, etcétera, y su valor comercial podría llegar, a los inflados precios actuales, a unos 60-70 millones de pesos.
Este rancho –que nada tiene que hacer en cuanto a costo frente al que Flores Tapia posee en Parras- le fue ofrecido como regalo al Presidente López Portillo desde antes de que se conociera la decisión política que en el Estado de México favoreció a un precandidato, Del Mazo, que no pertenecía al grupo donante pero la oferta fue mantenida pese a la decisión adversa, sin que hasta el miércoles pasado (26 de agosto) el Presidente hubiese tomado una decisión en firme en un sentido o en otro. Lo cierto es que López Portillo llevó a visitar el rancho a su familia y a sus amigos y colaboradores cercanos –prácticamente todos los miembros del Gabinete han estado allí en una u otra ocasión-, y que con todos ellos comentó las circunstancias que ponían la propiedad a su alcance y las dudas que lo asaltaban respecto a si debía aceptarla o no.
Tal vez en su fuero interno se libraba una lucha entre su sentido de rectitud, que le aconsejaba rechazar el regalo costoso habida cuenta del cuadro de corrupción en que tendría lugar, y su formación legalista, la cual le decía que está permitido todo lo que no está prohibido por la ley. Este platillo de la balanza se veía además, favorecido con el pero de todas las opiniones expresadas en el sentido de que aceptara el regalo, empezando por la de aquellos miembros de su familia a quienes según palabras del Presidente, les había “encantado” el lugar.
Así las cosas, el lunes de la semana pasada el periodista Miguel Ángel Granados Chapa, en su columna Plaza Pública, describe con realismo el regalo y establece su costo con bastante aproximación, para enseguida señalar que se trata de un obsequio que el gobernador Jiménez Cantú le hacía al Presidente de la República; una inexactitud explicable si recordamos que el gobernador es uno de los jefes del grupo político a que hacemos referencia líneas atrás. En todo caso, la intención del artículo fue la de criticar negativamente la ostentación del regalo que “contrastaría con las penurias que sufren cotidianamente millones de compatriotas nuestros”, y la de expresar su esperanza de que “el oneroso regalo no será aceptado” por las razones expuestas, entre las cuales destaca “la crisis de honorabilidad por la que cruza el sistema”.
Del artículo a que hacemos referencia puede pensarse lo que se quiera, pero tuvo la virtud de hacer que el Presidente se inclinara finalmente hacia donde lo llamaba su sentido de la rectitud. Y así, el miércoles pasado, le fue entregada a Granados Chapa la carta que fue publicada al día siguiente, jueves, en la primera plana del diario en que regularmente aparece su columna. En esa carta habla el Presidente de “la hermosura del Valle de Tenancingo, pleno de recuerdos de mis adolescencia”. Y dice: “Las propias características del rancho despertaron mi instinto de propiedad. Me dio un poquitín de vergüenza y así se los dije a mis hijos, que estaban encantados con el sitio.
“Es ideal como refugio de un hombre sin porvenir en México: un ex presidente. La idea de vivir en ese lugar, aislado, para ser el mejor ex presidente de México, es muy tentadora.
“He ido varias veces al rancho y recorrido a caballo sus alrededores. El microclima es una gloria y los senderos y paisajes bellísimos.
“Pero tiene usted en su sinceridad y valor, con la corriente de opinión que significa, plena razón.
“Aunque es grande la tentación, con verdadera tristeza de presunto propietario rural, he resuelto no aceptar la donación. No está formalizado y sólo espero que esta decisión no ofenda y ni siquiera moleste, a la generosidad desinteresada de un grupo de amigos que han pensado que merecía yo un refugio como ese. –Con mi respeto.- José López Portillo”.
La carta fue remitida manuscrita, porque fue la decisión de conciencia de un hombre, ya que ninguna ley obliga al mandatario; de un hombre que pudiendo hacerlo, no se envuelve en la bandera nacional ni se protege detrás de las murallas del poder, sino que confiesa tener como todo ser humano, tentaciones, y no esgrime en su defensa más arma que la verdad. Nos sentimos orgullosos de que ese nombre sea el Presidente de México.

Descripción: exto
EDICIÓN EL NORTE MARTES 1º DE SEPTIEMBRE DE 1981
La tentación del Valle de Tenancingo
(AMI).- Sería lógico esperar que López Portillo corone su beauqeste con una ley que prohíba a los presidentes –y en general a las altas figuras del Gobierno- aceptar obsequios millonarios.
La lógina de esta espera se apoya en dos consideraciones: Primera, a lo que estuvo bien hecho en principio, es bueno darle trascendencia histórica; segunda, una ley de tal naturaleza encajarla perfectamente en los esfuerzos legislativos que este Presidente ha realizado para combatir la corrupción.
Como dijo en su comentario José Carreño Carlón: “López Portillo ha vencido algo más que la tentación de la propiedad; ha vencido la tentación de la arrogancia del poder”.
Sí, llevados por la emoción del momento, nos sentimos orgullosos –según lo expresó ayer José Luis Mejías- de que este hombre sea Presidente de México.
Pero León García Soler recoge una preocupación igualmente generalizada acerca de las “manos amigas” que reunieron sesenta y tantos millones de pesos para el espléndido regalo: “Amigas, posiblemente, pero imposible pensar en que esas manos tan generosas hayan sido desinteresadas”.
(Si estuviéramos en cuaresma, sería inevitable citar el Evangelio de San Lucas y recordar la habilidad política del Diablo para tentar a Jesús cuando se retiró al desierto no a preparar su informe, sino su pasión.
El demonio llevó a Jesús “a un sitio alto” –quizá en el Valle del Jordán no haya cumbres mayores que las colinas del Valle de Tenancingo- y desde ahí le mostró no sólo un rancho presto para cambiar de dueño, sino “todos los reinos de la Tierra”.
Lo único que el Diablo listo pedía a cambio era que Jesús se postrara delante de él.
Para nadie es un secreto que el Gobernador Jiménez Cantú termina su periodo bajo unánimes y severísimas críticas de los obreros- inclusive la CTM- porque estructuró y ha sostenido un cuerpo policíaco no sólo represor de los trabajadores sino contumaz asaltante de ellos, para despojarlos de cuanto dinero llevan en los bolsillos.
Exactamente todos los días se pueden leer denuncias en la prensa, y el propio Fidel Velázquez más de una vez ha amenazado con una huelga general en el Estado de México.
No parece favorable la responsabilidad directa, legal, moral y material del Gobernador ante los impunes asaltos cometidos por el siniestro Barapem.
La existencia de esta Policía atañe al Ejecutivo del Estado, intransferiblemente, y después de una abrumadora exhibición de evidencias sobre robos y crímenes del Barapem –propuesta popular que brotó en todos los actos de la campaña de Alfredo del Mazo-, sólo una conclusión resulta válida: El botín de los asaltos forma parte de las “utilidades” netas del Gobierno de Jiménez Cantú, en su conjunto.
A la reflexión de García Soler sobre el equívoco desinterés de aquellas manos, habrá que agregar, pues, la duda acerca de si resisten la prueba de la parafina.
Hay otras manos, además de las del señor Gobernador, por supuesto. Unas, las del jefe del clan político del Estado de México cuyo juicio en la opinión pública está pendiente, hasta que se asimile el neorrevolucionario concepto del empresario-gobernante.
También manos desconocidas por el momento. Pero todas ellas milagrosas. El rancho vale lo que podría acumularse con los ingresos legítimos de diez secretarías de Estado en un sexenio completo.
Allá en Angangueo los filósofos agropecuarios tienen una frase para expresar su sorpresa ante casos de enriquecimiento súbito: “¿Pos cómo se hizo de mulas Pedro?”.
El Presidente se salió, pues, de este gambito trabajado tan inteligentemente que, para el éxito, los autores habían tomado en cuenta las humanas inclinaciones de José López Portillo, como el “instinto de propiedad” y su búsqueda de un refugio donde el País pudiera estar seguro de que el pinto escritor se dedicaría a ser “el mejor ex Presidente de México”.
“Con dolido buen humor” –como dijo Héctor Aguilar Camín- el Presidente escribió su ya célebre carta al periodista Miguel Ángel Granados, y con ella logró un auterratro moral, que es a la vez la afirmación de una moralidad precursora”.
Falta, por tanto, darle concreción legislativa a tal gesto, que por bello que sea, sólo se refiere a un rancho concretamente; a ese regalo específico.
Se sobreentiende que el Presidente va a rechazar todos los regalos semejantes.
Dice que el artículo de Granados –oh, Tezcatlipoca- le hizo ver “como en un espejo”, reflejada su imagen en la opinión popular.
Se sobreentendería, pues, que otros obsequios similares, lo pondrían alerta nuevamente para no caer en la tentación.
Pero más vale que lo deje explícito en una iniciativa de ley. No tanto por él, que ya tomó y proclamó una actitud, sino por los presidentes que vengan u por los actuales funcionarios que se van.
Cuando Luis Farías examinó el caso de Flores Tapia –“Excélsior” agosto 7- se refirió a números impresionantes en la lucha de este Presidente contra la corrupción: Consignaciones penales en 2360 casos de funcionarios y empleados federales en toda la República. Asimismo, un paquete de ocho acciones legislativas.
Sería entonces de una congruencia absoluta la promoción de una ley, según la cual los funcionarios quedarán obligados a rechazar regalos de cierta cuantía, aunque no haya periodista con espejo.
Y habría que pensar, también, en que ahora tendrán viabilidad mucho mayor los proyectos para configurar delitos como los de corrupción, tráfico de influencias y conflicto de intereses, que solapadamente han estado siendo saboteados o al menos retardados por cuenta de políticos cuya alarma crece a cada instante.
Un comentario de Renward García Medrano atribuye el valor de “lección de civismo y de moral pública” al episodio protagonizado por el periosidts y el Presidente.
No se ha destacado suficientemente el hecho de que la carta de López Portillo fue manuscrita.
Llenó el Jefe de Estado 4 hojas con su terrible caligrafía. Después de leer un artículo periodístico, sin duda magistral –por la fuerza argumentativa y el cuidado del lenguaje-, el Presidente se manifestó como lo que es: Un ser humano con las emociones a flor de piel y capaz de expresarse con trasparente sinceridad.
Pero sería extremar demasiado las cosas, si se cree que este episodio funda una nueva relación entre el Presidente y “el gremio” periodístico. No hay tal. Se trata de una distinción merecidamente otorgada a un periodista y si acaso, a una cierta clase de periodismo.

Descripción: exto
 EL NORTE MIÉRCOLES 2 DE SEPTIEMBRE DE 1981
Pide el presidente legislar sobre regalos a funcionarios


México, D.F. Sep. 1.- El Presidente de la República, José López Portillo demandó en su V Informe de Gobierno, que en el Congreso de la Unión se legisle sobre los obsequios y donaciones que se dan a funcionarios públicos y, particularmente, al Presidente.
“Será para la salud de la República, para tranquilidad de suspicacias y solución a conflictos de los funcionarios públicos”, dijo el mandatario.
Indicó que “en el sentimiento de justicia y equilibrio que reconoce en el Congreso, se presente la iniciativa, la cual veré con especial agrado y total disciplina”.
López Portillo improvisó sus afirmaciones cuando se refería a la corrupción, de la que dijo seguirá combatiendo durante su gobierno.
Miembros de su Gabinete, empresarios y líderes políticos, tras calificar de realista, veraz y patriótico el informe, coincidieron en expresar su satisfacción respecto a la iniciativa de Ley que regule las donaciones y regalos a funcionarios.
Javier García Paniagua, líder nacional del PRI, dijo que la legislación es positiva y afirmó que el gobierno de hecho siempre ha combatido la corrupción.
Enfatizó que la corrupción no sólo afecta al sistema, sino a todo el País.
“El sistema somos todos los mexicanos, no nada más los políticos, por lo tanto la corrupción afecta a todos”.
El Secretario del Trabajo y Previsión Social, Pedro Ojeda Paullada, al igual que Miguel de la Madrid. Consideraron que esa iniciativa afecta, pero beneficia a los mexicanos.
Por su parte, Gustavo Carvajal Moreno, Secretario de la Reforma Agraria, dijo que la Ley que enviará el Presidente “es una medida a futuro para sanear a la administración pública”.
“Considero que es una medida totalmente diferente para combatir la corrupción, que es un poco al tratar de sanear la administración pública y sanear el funcionario”, agregó.
José Carral, vicepresidente del Banco de América, aseguró que la situación del México actual en el contexto internacional es optimista, debido a los recursos superiores a los cuatro mil millones de dólares canalizados a PEMEX.
Los representantes del sector empresarial, Julio A. Millán y Juan Sánchez Navarro, expresaron que encontraron buen balance en el informe y que se había hablado con franqueza.
El Gobernador del estado de México, Jorge Jiménez Cantú, dijo sobre la iniciativa que con ella se evitarán los malos entendidos que han dado lugar las donaciones y obsequios a funcionarios públicos.
Negó ser él quien le regalaría al Presidente un rancho ubicado en el Valle de Tenancingo, el cual recientemente el Mandatario rechazó en una carta enviada a un periodista de esta ciudad.
Explicó que los obsequiantes fueron numerosos amigos del Presidente, y que en la forma más limpia trataron de hacer un regalo, con instalaciones campestres, sabedores de las aficiones y el amor a la naturaleza de López Portillo.

Fuente.-EL NORTE


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