¿Creen partidos, políticos y candidatos, que con esa montaña de basura electoral que veremos por radio, televisión y prensa, será mejor la percepción de los ciudadanos respecto a los corruptos políticos, gobiernos y partidos? .
Mexico,D.F 05/Abr/2015 Hoy arranca la llamada elección federal intermedia en todo el país —para renovar la Cámara de Diputados—, mientras 17 estados elegirán congresos locales y alcaldías, en tanto nueve de ellos tendrán nuevo gobernador.
Si se toma en cuenta el número de cargos de elección en disputa, el número de gobiernos estatales a renovar, la violencia que se vive en casi todo el país; y si se toma en cuenta que será una contienda con nuevo árbitro y reglas inéditas —además de que los partidos y las elecciones viven el peor desprestigio—, nadie puede descartar un cochinero y hasta una tragedia político-electoral. ¿Por qué?
Porque a querer o no, se trata de una de las elecciones más competidas y complejas en muchos años y porque, como ocurrió en el 2000, el mayor reto es rescatar la confianza y la credibilidad perdida entre los ciudadanos.
Y es que muchos potenciales electores ya no creen en los partidos, en los políticos y tampoco en los candidatos. Y peor aún, muchos otros ciudadanos tampoco creen en las elecciones como alternativa para alcanzar mejores niveles de vida. Por eso la fragilidad de un proceso que se antoja caótico y regresivo.
LA TRAGEDIA DEL PAN. Por increíble que parezca, hoy el PRI es el partido político mejor posicionado y con la mayor capacidad político-electoral, a pesar de que su gobierno federal —el de Enrique Peña Nieto—, vive los peores niveles de confianza y credibilidad.
¿Por qué el PRI se podría llevar las mayores victorias en la elección que hoy arranca?
La respuesta no sólo está en las filas del tricolor. Y es que, si bien el PRI ha conseguido mantener niveles aceptables de unidad y cohesión en todo el país, lo cierto es que el tricolor no es más democrático, más confiable, menos corrupto y tampoco es el partido del futuro que en su momento vendió en su candidatura Enrique Peña.
Más aun, el gobierno federal del PRI y los gobiernos estatales y municipales priístas tampoco son muy distintos a los de hace 20 o 30 años. La diferencia, en todo caso, es que hoy existe una sociedad más y mejor organizada y existen medios sociales para la comunicación y el reclamo social, que antes no existían.
Pero la verdadera tragedia la vive un PAN devorado por las ambiciones sin límite y que ha sido incapaz de resolver su crisis de identidad, doctrinal y proyecto, al grado que en la elección que hoy arranca, existen pocas diferencias entre el PAN de hoy y el corrupto PRI de ayer. Acaso la diferencia es que el PRI está unido y el PAN fracturado.
LA IZQUIERDA PULVERIZADA. Pero la tragedia mayor está en las llamadas izquierdas. Y es que si en 1988-1989 las izquierdas lograron la hombrada de unificar fuerzas como nunca —y con ello hacer tambalear al sistemas priísta corrupto y antidemocrático—, a la vuelta de 25 años el PRI parece más fuerte que nunca y las izquierdas más fracturadas que en toda su historia.
Por eso obliga la pregunta. ¿Qué le pasó a la izquierda que de ser la única alternativa del PRI al poder, se convirtió en la peor copia del PRI? La respuesta es larga, pero una simplificación apunta a que el PRD y sus tribus se mimetizaron de lo peor del PRI, al grado de que hoy, cada grupo es un partido político.
Hoy el PRD y sus satélites —Morena, Movimiento Ciudadano, PT y los que se sumen— son ejemplo de corrupción, corruptela, antidemocracia, tranza, clientelismo, venta de candidaturas, rifa de futuros.
Y lo peor. Luego de la fundación del PRD, marejadas de panistas y priístas lavaron sus culpas en ese caudaloso río que eran las izquierdas. Y hoy, 25 años después, el PRI lava la cara sucia de los perredistas y panistas que esconden toda clase de crímenes políticos.
¿Quién le cree hoy al PRD, a Morena, a Movimiento Ciudadano, al PT? ¿Esa es la izquierda mexicana? ¿Son Morena, el MC o el PT la izquierda vieja o son, al contrario, la moderna derecha mexicana? ¿Quién, en su sano juicio, puede votar por Morena, el PT o el MC, convencido de que eso es la izquierda?
LA VIOLENCIA. Pero la crisis de los partidos es apenas una parte de la ecuación del 7 de junio próximo. Las otras dos partes son la violencia criminal que amenaza a partidos y candidatos en buena parte del país, y la compleja aplicación de las nuevas reglas electorales, con un nuevo INE que parece un grosero retroceso a lo alcanzado en la elección del año 2000.
Está claro, para todo el que quiera verlo, que por lo menos en cuatro estados del país la elección pende de un hilo. Nos referimos a Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Tamaulipas. En las tres primeras entidades una mafia institucional, conocida como CNTE-CETEG es tolerada y aplaudida lo mismo por gobiernos estatales que por el gobierno federal, sin que a nadie le importe que pueden convertir la elección del 7 de junio en el mayor fracaso de la historia comicial.
Lo curioso es que mientras autoridades del INE y estatales dicen que no pasa nada y que la elección se llevará a cabo, siguen las muertes violentas, continúa la persecución de candidatos, la renuncia de otros y, de plano, el anuncio de algunos que dicen que no habrá campañas en “las zonas calientes”, entendida esa expresión como cada quien la quiera entender.
¿De qué servirán nuevas reglas, nuevo árbitro, y nuevas exigencias; de que servirá la sobrerreglamentación electoral, frente al poder incontenible de las mafias del crimen, que lo mismo amenazan a votantes que cooptan candidatos y corrompen elecciones?
ELECCIONES CARAS Y SPOTS OFENSIVOS. Como dijimos, tampoco ahí termina el circo. A partir de hoy, los diez partidos con registro bombardearán a los ciudadanos indefensos con la peor basura que una sociedad puede recibir en tiempos electorales.
Desde hoy y hasta el 3 de junio, todos los ciudadanos veremos y escucharemos 13 millones 300 mil spots en los siguientes 60 días, lo que significa 221 mil 600 spots por día, nueve mil 230 por hora y 154 por minuto.
¿Cómo va a reaccionar una sociedad enojada, que no cree en los partidos y menos en los políticos, ante la invasión grosera y apabullante de spots y derroche de dinero público?
¿Creen partidos, políticos y candidatos, que con esa montaña de basura electoral que veremos por radio, televisión y prensa, será mejor la percepción de los ciudadanos respecto a los corruptos políticos, gobiernos y partidos?
No, sin duda nadie en su sano juicio apuesta al fracaso de la elección intermedia. Pero está claro que los partidos políticos, que los políticos y sus gobiernos han hecho todo por convertir la elección en un cochinero. Y luego viene el circo por el supuesto fraude. Al tiempo.
Fuente .-www.ricardoaleman.com.mx
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