- Por presuntos nexos entre el crimen organizado y las policías locales, el Gobierno federal asumió ayer las funciones de seguridad en 13 municipios de Guerrero y Estado de México.
Mexico,D.F 20/Oct/2014 Se trata de 12 localidades ubicadas en las regiones de Tierra Caliente y norte en Guerrero, así como una al sur del Edomex.
En esos municipios, el Gobierno federal cesó y "concentró" a unos mil 500 policías locales y sus mandos, en una intervención similar a la realizada anteriormente en Iguala y Cocula, Guerrero.
En su nueva acción, el Ejército desarmó ayer a los policías locales para revisar sus fusiles y pistolas, mientras que la Policía Federal (PF) asumió las labores de patrullaje con elementos de la Gendarmería y la Marina.
De acuerdo con investigaciones federales, el crimen organizado se infiltró en las corporaciones a través de pagos mensuales a sus mandos para la protección de actividades ilícitas, como el secuestro, la extorsión y el narcomenudeo, así como el cobro de piso al transporte y comercios.
Los Ayuntamientos de Guerrero bajo la lupa son Taxco, Arcelia, Buenavista de Cuéllar, Teloloapan, Apaxtla, Coyuca de Catalán, Tlapehuala, Pilcaya, Ixcateopan, San Miguel Totolapan, General Canuto Neri y Pungarabato. El de Edomex es Ixtapan de la Sal.
En Taxco, que cuenta con unos 140 policías, los elementos del turno matutino fueron sorprendidos por los militares, que les pidieron que entregaran las armas.
Los agentes municipales fueron "concentrados" en las instalaciones de la Policía, mientras que los soldados patrullaron esa localidad en coordinación con elementos de la Policía Federal.
Erubiel Salado Chávez, jefe de la Policía de Taxco, huyó de ese municipio luego de que el Ejército arribó al cuartel, aseguraron fuentes castrenses.
El mando ha sido señalado en repetidas ocasiones de otorgar protección a la organización criminal Guerreros Unidos.
La vigilancia federal en Guerrero se ha reforzado luego de la desaparición de 43 normalistas el pasado 26 de septiembre en Iguala.
En esa entidad, de acuerdo con investigaciones, opera Guerreros Unidos, que mantiene una rivalidad con Los Rojos, lo que ha derivado en una escalada de violencia y ejecuciones.
Tras la desaparición de los normalistas, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la PF asumieron las labores de seguridad pública en Iguala, mientras que las protestas ciudadanas tienen al Estado en una crisis por la que, incluso, se ha pedido la renuncia del Gobernador Ángel Aguirre.
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