- No hay mejor defensa ante la realidad de un país que una sociedad civil dispuesta a cambiarla.
Mexico,D.F 18/Oct/2014 La tragedia de Ayotzinapa es una prueba para los mexicanos. Esta crisis va a ser un parteaguas tanto para el gobierno, considerando todos los poderes y partidos, como para estudiantes, trabajadores, profesores y todos los mexicanos en general.
Cuando se comenta sobre esta barbarie, se dice que sucedió en un municipio llamado Ayotzinapa, y que le sucedió a normalistas… como si Ayotzinapa fuera un lejano lugar abandonado a su suerte y del que por supuesto estamos protegidos, y no parte de nuestro México y como si los llamados normalistas no fueran estudiantes, mexicanos, con sueños y aspiraciones dignas de cualquier ser humano como tú, como yo, como todos.
La situación que cotidianamente vivimos en este país, nos ha forzado a desarrollar un mecanismo de defensa ante la adversidad. La indiferencia como modo de vida. Es preferible ver Netflix y las excelenteNovela de las Nueve, a cualquier noticiero… mejor “poner el iPod” en el coche antes que escuchar las tragedias del día a día en el desquiciante tráfico la Ciudad… para qué leer el periódico si mejor podemos leer al tal Sopitas… mejor no hay que tomarnos las cosas tan en serio, sigamos haciendo bromas, albures a la mexicana para desviarnos de nuestra durísima realidad… mejor repasemos los videos y estadísticas del Chicharito en el Madrid, no vaya a ser que se nos pase algo verdaderamente relevante…
Este mecanismo de defensa debe cambiar de estrategia y debe cambiar ya. No hay mejor defensa ante la realidad de un país que una sociedad civil dispuesta a cambiarla, mejorarla, salir adelante. No nos podemos quedar con los brazos cruzados. Cada quien debe empezar con indignarse ante esta situación. No perdamos esta poderosísima arma… no perdamos la capacidad de indignarnos ante hechos como los que ocurren día a día en nuestro México que parece que mientras más nos da, más lo jodemos.
Cuando sucedió la revuelta social en Venezuela la mayoría de los mexicanos se indignaron ante esos hechos y hasta tuitearon #PrayForVenezuela sintiéndonos activistas sociales salvando a un pueblo entero. Durante el conflicto entre Israel y Palestina todos fuimos expertos en Derechos Humanos e Internacionalistas preparados para comentar y tomar una postura firme al respecto.
Lo que pasa en México es mejor ignorarse… voltear hacia el lado contrario para no verlo… queremos tapar el sol con el dedo. Preferimos creernos los cuasi heroicos discursos del gobierno para consolarnos, preferimos que nos pinten un mundo color de rosa. Y es que hay que darnos cuenta…no es que nos denatole con el dedo, tampoco que Televisa nos manipule… ¡nosotros lo pedimos a gritos!
De esta tragedia no nos queda más que tomar el papel que nos toca. Levantar la voz, escribir, comentar, expresarse, reclamar… indignarse. No podemos seguir tapando el Sol con el dedo. Este Sol no va a parar de crecer, ignorarlo solo va a prolongar nuestra ficticia felicidad hasta que el fuego de este astro nos alcance y sea demasiado tarde. Este es el momento de olvidar todo color y bandera política y unirnos como sociedad, como mexicanos, como seres humanos. Cada quien tiene que poner su granito de arenapara realizar este cambio de rumbo que, por cierto, es urgente.
#NoSeamosIndiferentes.
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