El encarecimiento de la vivienda, el alza en las tasas de interés y el menor ingreso disponible por la alta inflación han ocasionado que los mexicanos tarden 27.2 años para pagar una vivienda de precio medio, según un análisis del Infonavit.
De acuerdo con el Reporte Anual de Vivienda 2023 del instituto, si una persona con ingreso mediano destina 30% de sus recursos a pagar una vivienda de 926 mil pesos, necesitaría 27.2 años para saldarla, con datos al tercer trimestre del año.
Esto representa un aumento de 2.6 años en comparación con el mismo trimestre de 2019, cuando una persona tardaba 24.6 años en pagar su casa.
Fuente: Infonavit y SHF
Jorge Paredes, presidente de Realty World México, dijo que hay una explicación multifactorial que ocasiona una menor oferta de vivienda económica y un plazo más largo para pagar la hipoteca.
En primer lugar, mencionó la escasez de terrenos, sobre todo en zonas metropolitanas, donde no hay espacio para construir vivienda y el metro cuadrado está caro donde se ubica la mayoría de la población.
“Al tener precios altos de reserva territorial para desarrollar vivienda, los constructores ya no se dedican a vivienda social, porque ya no les da el número para que sea negocio”, indicó.
Otro factor es el aumento de las tasas de interés del Banco de México (Banxico). El reporte del Infonavit indica que, a junio, la tasa hipotecaria bancaria promedio simple se ubicó en 11.33% anual, un incremento de 61 puntos base.
Además, el Costo Anual Total (CAT) bancario hipotecario promedio aumentó 69 puntos base anuales, quedando en 13.73%.
En el Infonavit, las tasas de interés son fijas y varían según los ingresos, abarcando un rango desde 3.09% para personas con salarios más bajos, hasta 10.45%. Sin embargo, la tasa promedio ponderada del Infonavit a junio se ubicó en 8.41%, con un crecimiento de 13 puntos base anuales.
Inflación y tasas
Karim Goudiaby, CEO de la red inmobiliaria Iad México, coincidió en que el alza en las tasas de interés de Banxico después de la pandemia encarece el costo de los préstamos y reduce la capacidad de endeudamiento de los contratantes.
Además, la inflación encareció los insumos para la construcción que los desarrolladores absorbieron en la pandemia, pero ahora ya trasladaron al precio de la vivienda, así como el costo de la tierra.
“Casas de menos de un millón de pesos son difíciles de construir en las ciudades. Ya sólo las encuentras en zonas lejanas de los centros de trabajo”, apuntó.
Para Goudiaby, una solución es que entre el sector privado y el gobierno aseguren reservas territoriales para contener el precio de la tierra y, en consecuencia, de la vivienda. También dar incentivos a los desarrolladores para construir vivienda más económica.
“Cuando se quitan subsidios, se da una migración hacia una vivienda más cara y menos desarrolladores construyen en el segmento de entre 500 mil y 900 mil pesos, lo que crea un problema de rezago en el segmento económico”, explicó.
Vivienda económica
En junio, la producción de vivienda por parte de las empresas constructoras disminuyó 6.7%, respecto a junio de 2022, según la Encuesta nacional de empresas constructoras. Sin embargo, el segmento de vivienda económica o popular fue el más afectado.
En el primer semestre del año se produjeron 24 mil 600 viviendas económicas, 13.5% menos respecto al mismo periodo del año anterior, pero si se compara con el primer semestre de 2016, la caída es de 73.7%, de acuerdo con datos del Registro Público de Vivienda.
Esto ocasiona una reducción de los niveles de vivienda económica disponible en el mercado y una menor asequibilidad.
El Infonavit coincide en que uno de los factores que disminuye la producción de vivienda económica son los costos de construcción, ya que en junio de 2023 los relacionados con la construcción residencial resultaron 37.5% más altos que antes de la pandemia.
Las opciones
Ante este panorama, Gonzalo Cosgalla, director de Crea Tu Hipoteca, comentó que para adquirir vivienda la gente “ya no puede sola”, por lo que suma ingresos con algún familiar, cónyuge, en unión libre o con una persona no vinculada sanguíneamente, pues hay instituciones que dan crédito a más de dos personas para comprar vivienda.
Del plazo para pagar la hipoteca, dijo que es consecuencia del costo del dinero, por lo que tanto Infonavit como algunos bancos han incrementado hasta 45 o 50 años la edad límite para aprobar un crédito.
Goudiaby dijo que destinar 30% de un sueldo para vivienda es demasiado, por lo que sugiere unir créditos, rentar vivienda, invertir en esquemas alternativos como Cetes para ahorrar para el enganche o invertir en productos fraccionales inmobiliarios.
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