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jueves, 27 de noviembre de 2025

«SERA ENROQUE de BANDIDOS»: «GOVEA FUE DETENIDO y RECLUIDO 7 MESES en PENAL FEDERAL de ALTA SEGURIDAD de ALMOLOYA pero NUNCA ABSUELTO»… ahora en voz alta da por sentado que se va sentar.


En Tamaulipas la ironía ya no es literaria: es política y es criminal. Un ex-recluso por 7 meses en el penal de alta seguridad de Almoloya,hoy del Altiplano,se perfila sin oposición y con un Congreso de mayoría morena, algunos y algunas del mismo barro,estan maiceados y dominados» por Americo Villarreal Anaya,como fiscal General de Justicia cargando sobre sus hombros una curricula manchada,tras haber sido detenido por operativo federal en 2001 en Matamoros y permanecer recluido en 2002 por servir al Cartel del Golfo de la organización de Osiel Cardenas,como cita Informe Ejecutivo de la Procuraduría General de la Republica (PGR).

Detenido,recluido,investigado,liberado,pero nunca absuelto, el ahora candidato a procurar justicia dicta clases de integridad pública, mientras da por sentado que se va sentar en la silla donde el no menos peligroso Irving Barrios Mojica procuró 9 largos años la justicia de Tamaulipas en favor del Cartel del Golfo,el mismo que voto por el Gobernador Villarreal Anaya y los Zetas que compartían al abogado que hasta hace muy poco,era su asesor y su finanZiero con «Z».

Cuando «revocación» no significa inocencia

En su momento y de acuerdo con PROCESO,el entonces procurador de Justicia,Francisco Cayuela Villarreal (+) otra curricula manchada,quiso vender como exoneración total lo que técnicamente fue una maniobra procesal. Hablemos con precisión: el magistrado Humberto Venancio Pineda revocó el auto de formal prisión, no absolvió a Govea Orozco ni lo declaró inocente. En derecho penal mexicano, estas distinciones no son semánticas: son abismales.

La revocación de un auto de formal prisión significa que el juez consideró insuficientes los elementos para mantener la prisión preventiva en ese momento procesal, no que el acusado sea ajeno a los hechos. Es una decisión técnica sobre vicios en la integración de la causa o deficiencias probatorias iniciales, no una declaración de honorabilidad. Cayuela intentó traducir esa decisión judicial en «honorabilidad y transparencia demostrada», un salto lógico que cualquier estudiante de primer año de derecho reprobaría.

Más revelador aún: la PGR presentó recurso de revisión contra el fallo del magistrado, lo que significa que la autoridad federal mantuvo su posición de que existían elementos de prueba vinculantes. El recurso de revisión no se presenta por capricho burocrático, sino cuando se considera que hay fundamento legal para revertir una resolución. Los tres fiscales, incluido Govea, siguieron bajo proceso penal activo. No hubo sobreseimiento libre —que equivaldría a absolución anticipada—, ni sentencia absolutoria.

Cayuela afirmó que fueron «detenidos injustamente y de mala fe», pero omitió un detalle incómodo: la UEDO los arrestó acusados de delincuencia organizada y protección al cártel del Golfo, delitos graves que no se fundan en meras sospechas. Y siete meses después, su liberación no fue por demostración de inocencia, sino por revocación técnica de una medida cautelar. La diferencia es jurídicamente abismal y políticamente conveniente para quienes buscan blanquear expedientes ahora bajo el gobierno de MORENA y Americo Villarreal.

¿Qué probabilidad existe de creerle hoy a Jesus Eduardo Govea cuando habla de combatir la corrupción y falló contra ella como Fiscal Anticorrupción? Desde la lógica jurídica, ninguna absolución consta en actas. Desde la lógica política, su posterior reinstalación tras la revocación del auto —sin esperar el desahogo del recurso de revisión de la PGR— sugiere más protección institucional que limpieza de culpas. En Tamaulipas no se absolvió a nadie: se archivó el escándalo. Y ahora el archivista quiere ser fiscal.

La pureza según Govea: cuando el zorro opina sobre el gallinero

Tan solo basta conocer de los últimos pronunciamientos de Jesus Eduardo Govea Orozco para advertir detras de sus palabras que ya se cree investido por la gracia divina de la designación. Ya Habla de continuidad institucional y hasta se da tiempo para perfilar quién debería sucederlo en la silla de la Fiscalía Anticorrupción donde fracasó contra CDV.

Resulta casi poético —si no fuera grotesco— que ahora Govea defienda la ampliación del combate a la corrupción. Desde su propio discurso, suena más a acto de fe que a plan de acción. El hombre que fue señalado por vínculos turbios hoy exige transparencia, y lo hace con la voz impostada de quien se siente mártir de la burocracia moral.

Quizás lo más preocupante no sea su ambición, sino la naturalidad con la que la enuncia. Él da por hecho su elección. Habla de futuro, de transición, de institucionalidad, como si el nombramiento fuera un trámite y su pasado un malentendido de la prensa. Y aquí toca hacerse la pregunta incómoda: ¿qué posibilidades hay de creerle a alguien que nunca aclaró sus cuentas de «pájaro de cuentas».

Por lo pronto,Govea Orozco ya se frota las manos y cuenta las horas para convertirse en fiscal para desgracia de Tamaulipas,pero no sorprende ,es el gobierno de MORENA y AMERICO VILLARREAL.

Con informacion: HoyTamaulipas/ PROCESO/

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