La escena se repite con recurrencia a nivel nacionl: Nazario Ramírez, líder transportista con credenciales de presunto operador del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), decidió ponerse la camiseta de benefactor y se mandó construir una cancha de fútbol en Oriental, Puebla. Ni corto ni perezoso, Nazario rehabilitó el legendario pasto de la “Y Griega” y, como si organizara el Mundial, se trajo jugadores de Chivas, América y Pumas.
La alineación era estelar: “El Chepe” Guerrero, Diego Martínez, Daniel Guzmán Junior, Matías Vuoso y hasta el “Chaco” Jiménez, todos firmes en la foto, mientras el narco-empresario brillaba en el centro del campo.
Y porque en México la ficción supera la realidad, la plana mayor del Gobierno tampoco faltó. Nazario estuvo escoltado toda la tarde por la Morenista «nueva rica» Anallely López Hernández, Delegada Regional del Bienestar, señalada no solo como funcionaria, sino como su aliada sentimental. Sí, Morena y el narco compartiendo banca y discursos sobre el futuro del fútbol nacional.
El presunto delincuente, capturado el pasado 15 de octubre en Guadalajara por federales, se promocionaba como sindicalista: Secretario General del Sindicato de Trabajadores en la Industria de la Construcción y Transporte de Materiales de Jalisco. Desde ahí, el tipo supo apapachar a la clase política y a los cracks retirados.
En su intervención (más digna de TEDx narco que de una inauguración), Ramírez pidió a la raza cuidar la cancha, prometiendo transformar el pasto en fábrica de nuevos ídolos. No faltó la nostalgia: “Siempre llevo en el corazón a mi querido Oriental, Puebla, que me vio crecer. Hoy me toca devolver un poco de todo lo que me dio, y qué mejor manera de hacerlo que apoyando a las futuras estrellas del fútbol”, dijo, con tono de mártir deportivo.
El discurso incluyó confesiones dignas de telenovela: “Yo hace más de 20 años salí de Puebla. Luché por un sueño de ser futbolista, no lo logré. La vida me convirtió en uno de los mejores abogados de Jalisco y líder cetemista de empresas transportistas”. Un brindis por el sueño narco-mexicano.
Para ponerle cereza al pastel, varios ex jugadores se lucieron en redes sociales promocionando el evento y agradeciendo al “empresario Nazario” por la invitación. Así, el “Negro” Medina saludó a los hinchas del Oriental y aseguró, muy convencido, que el narco los había invitado a fomentar el deporte.
Aquí no hubo VAR ni fuera de lugar: Morena, el narco y el espectáculo futbolero se fundieron en una postal que confirma que la realidad mexicana es la eterna liga entre los poderosos y sus amigos fuera de la ley.
Con informacion: ELNORTE/

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