Dos mujeres jóvenes presentaron una denuncia formal ante la FGR por abuso de autoridad, robo, golpes y amenazas cometidos por agentes de la Guardia Nacional de extracción militar en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Aunque los hechos ocurrieron el martes por la noche, la denuncia se presentó hasta el jueves en la Mesa de Investigación de la subdelegación estatal de la Fiscalía General de la República (FGR).
Las denunciantes se identificaron como Donají Trejo, de 21 años, y Xóchitl Yamilé Alonso Espinoza, de 18, y señalaron que los agentes les arrebataron sus teléfonos y 25 mil pesos en hechos suscitados en la Carretera Nacional, a la altura de la Colonia Palmares, aunque ambas residen en Valles del Paraíso.
“Nos pararon sin motivo y empezaron a revisarnos. Cuando intentamos grabar lo que pasaba nos quitaron los celulares y ahí fue cuando nos golpearon”, narró Trejo.
Ambas mujeres presentaron fotografías de los hematomas para respaldar su denuncia.
“Queremos que se haga justicia, que nos devuelvan el dinero y el teléfono robado, además que se les lleve a juicio”, señaló Trejo.
Militares con licencia para robar: otro atraco con uniforme en Nuevo Laredo
La realidad en Tamaulipas ya parece una mala serie de narcos con presupuesto ilimitado y guion reciclado: otra vez, soldados disfrazados de Guardia Nacional salieron no a proteger, sino a asaltar. Como si llevar la estrella y el uniforme les diera pase VIP para robar celulares, golpear mujeres y esfumarse con dinero ajeno.
Pero las dos jóvenes victimas ya no se quedaron calladas: metieron denuncia formal contra agentes federales ante la FGR en Nuevo Laredo. El cargo es claro y pesado: abuso de autoridad, robo, golpes y amenazas.
Intentaron grabar para su propia defensa, pero los celulares les fueron arrebatados de inmediato. Acto seguido, vinieron los golpes. Como colofón, las despojaron de 25 mil pesos enviados por sus padres para un cumpleaños. El mensaje de los militares fue cristalino: “Calladitas se ven más bonitas; si dicen algo, les va peor”.
El déjà vu del saqueo fardado de verde olivo
Este caso nos recuerda al episodio viral de hace semanas, también en Nuevo Laredo, donde otros militares quedaron evidenciados en video mientras despojaban brutalmente a un joven. La grabación superó 2 millones de reproducciones y 20 millones de reaccionesen redes, convirtiéndose en un trending topic de indignación nacional.
La escena era la misma: uniformados, violencia desbordada y botín en efectivo. La diferencia, ahora, es que las víctimas son dos mujeres que tuvieron los ovarios de cruzar el umbral del miedo y estampar su denuncia, aunque la duda flota: ¿realmente habrá justicia cuando los asaltantes portan insignias del Estado?
La crónica que se repite y la pregunta incómoda
Las denunciantes mostraron fotografías de hematomas como prueba y hicieron un llamado a la gente de la ciudad: que aporten videos, fotos y testimonios para que no quede en la impunidad. “Si nos pasó a nosotras, le puede pasar a cualquiera”, dijeron frente a la prensa.
El eco es brutal. Porque cada nuevo abuso de soldados en Tamaulipas suena como un eco de México entero: un país donde los que deberían cuidarte también te asaltan, y la diferencia entre delincuente y autoridad apenas reside en el color del uniforme.
Con informacion; ELNORTE/

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