La caricatura de “Camacho” en El Norte no podria ser mas explicita,es el “El Padrino” en la versión sindicalista mexicana! Olvídense de Marlon Brando: este jefe lleva saco azul, camisa desabotonada y el infame pin de la CATEM bien visible, porque el glamour también se sindicaliza.
Sentado en la mesa del poder, con dedito acusador, pronuncia casi como amenaza siciliana: “Le haré una oferta que no podrá rechazar”… pero aquí la oferta no es la cabeza de un caballo en la cama,en referencia directa y sarcástica a la famosísima escena de la película “El Padrino” (The Godfather), en la que el jefe mafioso manda poner la cabeza decapitada en la cama de un productor de cine para hacerlo ceder ante sus demandas. Es una manera icónica de mostrar cómo la mafia hace ofertas que simplemente no puedes rechazar, combinando amenazas y terror.
En la caricatura, la cita sirve para enfatizar el paralelismo entre las prácticas mafiosas y el actuar sindical que satiriza el cartón de Camacho. Aquí, la “oferta” que se menciona no utiliza métodos sangrientos literalmente, sino que emplea presiones tipo “cuota sindical”, chantajes o amenazas veladas, evocando ese mismo poder de intimidación, pero adaptado al contexto político y sindical mexicano. Es decir, el mensaje es: ya no necesitas cabezas de caballos descuartizados para asustar, basta con ser el jefe del sindicato ,tener el control y ser aliado del crimen organizado, al mas puro estilo del oficialismo del primer piso del que fue beneficiario el segundo.
El look de mafioso no es coincidencia : la sátira le queda como guante a este personaje que ha hecho del “negocio sindical” todo un arte. A fin de cuentas, los sindicatos en México no se corrigen: se perfeccionan para exprimir obreros y negociar con el poder de sus votos. Si es necesario cambiar la pistola y el asalto callejero por el recibo de pago de piso, se cambia; pero el mensaje es el mismo: aquí se hace lo que el patrón sindical dice, o la calle se pone pesada.
Entre guiños a la impunidad, el solapamiento del poder en turno que critica pero no hace nada por que la pobre no puede,ademas del cochupo político a sus iguales y la caricatura remata: aquí el verdadero don es el que reparte “ofertas” y sólo para que nadie rechace su estilo de vida… ni sus cuotas.
¡Que tiemble Corleone, llegó su versión 4T!
Quien es mas corriente ?
¡El dilema es digno de sobremesa sindical o mesa redonda mafiosa! Por un lado, Don Corleone hacía negocios con clase: whisky caro, puro cubano, y hasta el cachetón beso en la mano antes de ordenar la siguiente “oferta irresistible”. No necesitaba ni gritar: bastaba su puro porte para que todos se cuadraran.
En cambio, aunque “El Padrino” versión sindicalista toma Wisky Macallan,viste trajes caros y viaja a Europa entre comidas, no tiene el glamour italiano de Don Vito. Aquí la oferta no viene en sobre dorado ni con cabeza de caballo: llega en formato de cuota, extorsión de pasillo, amenazas disfrazadas de asambleas laborales o narcos enviados para amagar. Habla fuerte, señala y presume más la camiseta del sindicato que los italianos su anillo familiar.
Así que, si se trata de elegancia mafiosa, Corleone es el rey del refinamiento delincuencial; pero si hablamos de corrientes cada vez mas corrientes—pues la versión de la caricatura se lleva el premio: menos respeto, más grilla, y la “oferta” siempre trae recibo deducible… Eso sí: en ambos casos, rechazar la oferta nunca es buena idea.
Con informacion: ELNORTE/

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