Ricardo Monreal, líder de los diputados de Morena, que recien regresó de España donde vacacionaba,defendió al Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien ayer realizó un viaje de Washington a México,pero lo hizo con glamour, en primera clase.
“La austeridad de primera clase”
Monreal salió al quite como caballero medieval, pero en lugar de lanza llevó un micrófono y una justificación improbable. El líder de los diputados de Morena decidió defender lo indefendible: que Marcelo Ebrard se trepara en un asiento de primera clase para volar de Washington a la CDMX no es un lujo, sino—¡respiren hondo!—“una cosa lógica y normal”.
Es decir, mientras a la ciudadanía se le recuerda todos los días que la justa medianía es un mandamiento moral, Ebrard puede reclinar su butaca en modo cama, beber vino francés y dejar que un sobrecargo le acomode la cobija.
¿El argumento?
Marcelo “ha aportado mucho al país”, así que una copita de champaña en el aire no solo es justo: es casi patriótico.
Monreal, además, tuvo el descaro de envolverlo en papel celofán republicano: llamó a Marcelo “pilar de la 4T” y lo pintó como un ejemplo de lealtad a Claudia Sheinbaum. Faltó que dijera que volar en turista hubiera sido traición a la patria.
El propio Monreal tampoco es ajeno a los gustitos; se ha dejado ver más de una vez disfrutando los privilegios que el discurso oficial condena. Así que su defensa tiene un dejo de autoprotección: hoy justifico al compadre porque mañana quién sabe si me toque a mí la exhibida.
La escena es de antología: mientras la Presidenta llama a la medianía franciscana, los suyos sacan rosario… pero de millas acumuladas. Y al final, todo queda resuelto con un mantra sencillo: “No lo satanicen, es lógico y normal”.
En resumen, la austeridad republicana funciona de manera selectiva en la Aerolínea Cuatrotera: depende del rango, del cargo y, sobre todo, de cuánto poder tengas a bordo de la transformación.
Con informacion: ELNORTE/
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