Luego de exposición pormenorizada a la Presidenta Claudia Sheinbaum,de una periodista en la mañanera del pueblo, sobre el lamentable caso de un empresario extorsionado que tuvo que cerrar su negocio en Ensenada B.C,como ocurre en Tamaulipas, la mandataria respondió parcamente con un “llamen al 089”.
“¡Háganse bolas, llamen al 089!”
En una redacción irreverente, el llamado al 089 es el equivalente político del “sálvese quien pueda”: la presidenta les dice a víctimas y testigos de la extorsión que recurran a una especie de buzón del Estado, una ventanilla anónima donde dejar constancia de los males nacionales, aunque de fondo, la sensación para muchas víctimas es de abandono o de estar lanzando un SOS al vacío. Es la manera elegante de reconocer, sin querer, que el gobierno, pese a las mesas de seguridad y la retórica de “estrategia nacional”, todavía no tiene respuestas contundentes para frenar la extorsión, ni mucho menos herramientas directas para salvar a esas empresas que cierran, ni para blindar al empresario que pone cara en video antes de apagar la luz de su restaurante para siempre y que en Tamaulipas es cosa de todos los dias y a cada rato.
¿Qué significa realmente el 089?
El 089 es una línea nacional para denunciar delitos de manera anónima, usada sobre todo para reportar extorsión, secuestro y amenazas, con la promesa de confidencialidad, sin pedir los datos de la persona denunciante ni registrar el número desde el que se llama.
A veces ni te atienden, ni te entienden
Es una herramienta útil para canalizar información a las autoridades, pero no implica una acción directa o inmediata para la protección de las víctimas; las denuncias son turnadas y las investigaciones siguen su propio ritmo burocrático.
Contexto: ¿Por qué molesta esa respuesta?
- La extorsión en estados como Tamaulipas o Baja California se ha salido de control; empresarios denuncian el riesgo de “normalización” del cobro de piso y demandan acciones firmes del Estado, no solo estrategias ni líneas de denuncia.
- El 089 es útil, pero su “triste” reiteración por parte de la presidenta—en vez de un compromiso de protección inmediata o de persecución real contra los extorsionadores—sabe a placebo o a “resuélvanlo ustedes solitos”.
Así que cuando la presidenta remata con “llamen al 089”, lo que realmente dice entre líneas es: “No tenemos respuestas inmediatas. Dejen su queja en el buzón y tengan fe. El Estado se lava las manos… pero háganlo de manera anónima, por su seguridad”.
Con informacion: @Melissa_Bely

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