El comentario, al calce de la informacion de la desaparición de un joven arquitecto en Nuevo León,como reacción a la triste informacion,deja ver el sentir de muchos en torno a aquellos, que aun y sin citar su nombre y apellido, suenan como alusiones cifradas a quienes estan detras del infausto saldo en materia de inseguridad y violencia y que la estrategia federal de Omar Garcia Harfuch con acompañamiento militar se empeñan en vender como victoria, pero que en Sinaloa tiene su mejor ejemplo como fracaso.
Pero vamos frase por frase,para defender lo dicho por el lector, para enriquecer sus argumentaciones que dejan ver que detras de estas letras hay un interés genuino que coincide con la visión que tenemos del maquillaje estadístico usado con más esmero que una influencer antes del live, cortesía de los “Harfuch & Co.”, lideres en la cosmética numérica oficial.

1. “En blanco y negro es la situación que se vive en Nueva León y resto del país.”
En este país el drama ya ni necesita matices: aquí la tragedia te la ponen a escala de grises porque los gobernantes ni siquiera se dignan a usar el color HD para mostrar la realidad. Todo al mínimo brillo, y es que entre tanta sombra, las desapariciones ya se ven como parte del mobiliario urbano. Lo mismo Nuevo León,que en Tamaulipas en el top 3 Nacional,todo México: retrato en negativo.
2. “Sin una remota posibilidad de contención, sin capacidad y sobretodo interés de investigación e identificación de organizaciones criminales.”
¿Contención? Ja. Aquí nadie contiene nada, salvo las ganas de gritar. Capacidad, menos. Y no hablemos del interés, porque esos “especialistas de la charola mañosa” —andan más preocupados por el chisme mañanero— ni sudan la camiseta para identificar a los peces gordos. Llámenle Harfuch o “el dealer del maquillaje estadístico”, el resultado es el mismo: el cártel de la impunidad sigue ileso.Ni que decir de narcos,andan en las mismas, buenísimos para identificar a quien deambula por su territorio por donde no debes o pareces ser “el pobre arquitecto con matrícula forastera”, pero incapaces de seguirle la pista al crimen real.
3. “Todo un sistema instalado en ‘informar’ de estadísticas sin resultados reales. Sigue siendo la improvisación y la manipulación quien lidera la ruta a seguir.”
Aquí la estadística es la religión y las grafiquitas la biblia. Mientras existan fórmulas para disminuir asesinatos, tan simple con no contarlos todos,recortar desaparecidos o edulcorar levantones, todo marcha bien… para ellos. La improvisación es ministro y la manipulación, su acólito predilecto. ¿Resultados? ¿Eso qué es, se come? Los maquilladores de cifras —que aprendieron más de contour que de criminología— nos venden “avances” que ni en la novela de Televisa.
4. “Que difícil que quienes lo padecemos estemos siempre OBLIGADOS a ceder, sacrificar, pagar, voltear a otro lado por los grandes fracasos pero eso sí, escuchar atentos los adelantos y triunfos saturados de maquillaje.”
El mexicano de a pie —, la familia de Montemorelos, el padre de Sinaloa— siempre paga, siempre cede, siempre soporta mientras los fracasos gubernamentales se esconden detrás de Power Points relucientes. Eso sí, obligados a aplaudir a los autodiseñados “líderes”, mientras los Harfuch de la vida te presumen resultados de “miles y miles de detenidos de alto impacto que no impactan”,que ni siquiera existen en el mundo tangible. Aquí el maquillaje no sólo lo usan los rostros: lo usan para tapar las heridas abiertas.
5. “Hacen falta líderes no niñosaurios ávidos de protagonismo, porque el liderazgo real no impone, sino acompaña. El líder es parte del equipo, uno más, que reconoce que los logros son colectivos, no suyos.”
¡Ya estuvo bueno de líderes-fósil, esos “niñosaurios” que llegaron directo del museo del egoísmo con ganas de la selfie por encima del ejercito! El verdadero liderazgo, el que aquí jamás asoma, es callejero, es del colectivo, no quiere estrellato ni estatua: camina, acompaña, reconoce la chinga de todos —no sólo se apunta las medallas del “operativo exitoso” aunque las cifras estén trucadas y los desaparecidos bien guardados bajo la alfombra. Pero a ver, ¿de dónde sacan líderes así si aquí lo que sobran son los aprendices de maquillista y el Batman Azteca.
6. “Alguna vez dijo Ronald Reagan: ‘El mayor líder no es necesariamente el que hace las cosas más grandes, sino el que consigue que su gente las haga.’ Porque: ‘Un líder que no cambia de opinión frente a una verdad nueva, deja de liderar para empezar a estorbar.’”
El “líder mexicano a la Harfuch”, en cambio, se resiste a la verdad como gato en el agua: aunque la realidad lo refute, sigue repitiendo la misma narrativa, no sea que se le caiga el cuento. Aquí no se trata de empoderar al equipo —menos de acompañar a las familias que buscan—, sino de lucirse con la frase hueca en la mañanera o la publicación en redes, siempre atenta para destacar un logro donde el no contribuyó en nada y cuando las fuerzas se equivocan,se equivocaron ellos. Un verdadero líder cuando ve la mentira desmoronarse se detiene y rectifica. Aquí, el único entusiasmo es por la necedad y la arrogancia institucional.
7. “Y estos ni líderes y sí que estorban hace tiempo pero son ‘dóciles y disciplinados’ para un sistema en el que el interés más grande que los une no es el bien común ni La Paz social y a los hechos hay que remitirse.”
Y sí, los que están no son líderes, son bultos decorativos: dóciles como cibercachorros que sólo saben asentir, tomar dictado de los que realmente mandan —los intocables, los que nunca se despeinan aunque haya una masacre o una decena de levantones. El bien común no existe y la paz social hace tanto que se fue de México que nadie la recuerda sin nostalgia. Si quieres saber la verdad, no mires las cifras maquilladas: mira a los padres quemándose los ojos en las fotos, a los hermanos pegando volantes, a los que cada día entierran familia, sueños y esperanza. Eso son los hechos. Lo demás, puro polvo de maquillaje oficial.
El por que del título:
EL “LECTOR TIENE RAZON y MUCHA”: “10 MESES y 23 DIAS de la ESTRATEGIA de HARFUCH y el PAIS esta EXACTAMENTE IGUAL o INCLUSO PEOR”…cualquier plan que se digne en serlo,pasa por la mejoria sustantiva.
Nuestro encabezado encierra una tesis muy sólida: no importa cuántas gráficas, giras mediáticas o frases hechas repita Omar García Harfuch, la percepción y la realidad coinciden en algo irrefutable: la seguridad en México no mejora, y en ciertos puntos se agrava.
El encabezado no es gratuito: “el lector tiene razón y mucha”valida la percepción ciudadana como brújula más honesta que cualquier reporte oficial. Y la segunda parte —los “10 meses y 23 días”— nos instala en la idea de plazo evaluable: suficiente tiempo para juzgar, no de manera visceral, sino con hechos a la vista.
- Exactamente igual: porque la violencia, las ejecuciones, las masacres, la extorsión, el levanton y el miedo permanecen inamovibles, de Reynosa a Tijuana,de Culiacán a la CDMX o de Cancun a Acapulco.
- Incluso peor: porque a la tragedia estructural ahora se suma el descrédito: un sistema que en vez de responder, se limita a disfrazar, bajando la credibilidad a cero y rompiendo el último hilo que quedaba entre ciudadanía y autoridad.
📌 La conclusión:
El título no sólo está justificado ,es como un golpe de espejo: muestra como el lector común le da palabra a su hartazgo con un diagnóstico más cierto que todas las estadísticas oficiales juntas. Y esa es la esencia del periodismo crítico: darle voz a quien sin cargo ni puesto entiende mejor la podredumbre del país.
“Así la radiografía, así la miseria institucional, así la rabia que aquí ni se disimula ni se calla.“
Con informacion: @REDES/

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