Las medidas implementadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) para frenar el robo de combustible con apoyo de la estrategia,han sido mas que insuficientes.
El huachicol: más eficiente que Pemex
Parece que la eficiencia y la eficacia son conceptos de ciencia ficción para Pemex y las autoridades: mientras más “refuerzan” la seguridad, más directo se va el dinero. En los primeros seis meses de 2025, los ladrones de combustible le sacaron 7,650 millones de pesos a la petrolera mexicana, un brinco del 33% respecto al mismo periodo del año anterior. Los huachicoleros, esos sí, no conocen la inflación: cada año roban más, y cada año Pemex pone la misma cara de “ya merito los detenemos”.
- 2024: 5,893 millones perdidos por robo.
- 2025: 7,650 millones y contando, según un análisis de Francisco Barnés de Castro del Observatorio Ciudadano de Energía.
- Y como si no fuera suficiente, Pemex encontró 11,774 tomas clandestinas en ductos en 2024 y, el año anterior, más de 14,800.
Pemex reconoce, con cara de resignación, que el robo de combustibles es pan de cada día y ni hablar de los riesgos: incendios, explosiones, daños materiales, ambientales… y la bolsa, que sigue estando más agujereada que los ductos del país. Súmale el riesgo de que empleados de confianza sean parte del negocio ilícito, y la receta del desastre está más completa que nunca.
¿Que las medidas de seguridad han servido? Pues Pemex y el gobierno federal, de la mano, avanzan a paso de tortuga: las pérdidas crecen y las soluciones no se ven. Mientras tanto, en las calles, los litros robados ruedan más fácil que por el propio sistema de distribución oficial.
Con informacion: ELNORTE/
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