La neta, la economía mexicana está en un bache feo y lo que nos cuentan desde el gobierno es puro “no está tan mal, podría ser peor”, pero la realidad es que hay varias broncas que se están acumulando y que sí nos pegan a todos.
¿Qué está pasando?
- Exportaciones y aranceles: Estados Unidos le puso un arancel del 15% a los autos hechos en México. Es menos de lo que le puso a otros países, pero sigue siendo un golpe duro para la industria automotriz mexicana. Y si Trump se pone más bravo, puede cambiar las reglas cuando quiera.
- Remesas, menos lana: Amenazaron con ponerle un impuesto a las remesas (el dinero que mandan los paisanos desde EU). Al final como buenos mediocres que son en el gobierno, festejaron que quedó en 3.5%, no en 5%, pero igual es lana que le quitan a las familias mexicanas.
- Crecimiento económico estancado: En el primer trimestre de 2025 la economía creció apenas 0.2% comparado con el año pasado, pero veníamos de una caída de 0.6% en el último trimestre de 2024. O sea, la tendencia es de estancamiento y no se ve para cuándo mejore.

- Déficit y deuda: El año pasado México tuvo un déficit comercial de 16,629 millones de dólares y además pagó 54 mil millones en intereses y dividendos a empresas extranjeras. Para tapar ese hoyo, el país se sigue endeudando.

- Dependencia de remesas: Si no fuera por el dinero que mandan los mexicanos en EU, la economía ya estaría en crisis total, con devaluación incluida. Así de grave está el asunto.
- Inversión extranjera maquillada: Presumen que hay récord de inversión extranjera, usando datos al gusto, pero desactualizados para verte feliz en vez de hacerte sufrir.

- Consumo estancado y más importaciones: El consumo de productos hechos en México está casi igual que hace seis años, mientras que las importaciones crecieron 47%. O sea, cada vez compramos más cosas del extranjero y menos de lo que se produce aquí
- Producción nacional en crisis: Sectores como el calzado, textiles, ropa y hasta el maíz están en crisis. En 2024 se importó más maíz y pollo que nunca, porque ya no se produce suficiente en México.
- Desigualdad regional: La inversión extranjera se concentra en el norte y deja al sur del país rezagado, aumentando la desigualdad.
¿Por qué no se habla claro de esto?
El gobierno le apuesta al “no estamos tan mal”, pero la mayoría de los indicadores muestran que la economía está estancada o en retroceso. Muchos analistas ven que el optimismo oficial no tiene bases sólidas y que la situación puede empeorar si no se cambia de rumbo.
¿Qué se debería hacer?
- Reorientar la economía para producir más de lo que consumimos aquí (menos importaciones).
- Apoyar la producción nacional, sobre todo en el sur y en sectores básicos como alimentos y ropa.
- No depender tanto de las remesas y de la inversión extranjera que solo compra empresas ya existentes.
En resumen:
La economía mexicana está parada, depende de las remesas y de lo que pasa en Estados Unidos, y la producción nacional está de capa caída. Si no se cambia la estrategia, sí, podría ser peor.
¿Por qué es mejor decirle al público las malas noticias económicas en vez de ocultarlas?
1. La transparencia genera confianza y credibilidad
Informar de manera clara y directa sobre los problemas, aunque sean negativos, fortalece la confianza y permite que la sociedad se prepare y se adapte mejor a los retos.
2. El público merece saber la verdad para tomar mejores decisiones
La información completa y honesta permite que las personas y empresas tomen decisiones informadas sobre su economía, inversiones y vida cotidiana. Si se ocultan los riesgos, la gente puede verse sorprendida y tomar malas decisiones que agraven su situación personal y la del país.
3. Evitar rumores y distorsiones
Cuando las malas noticias se ocultan, tarde o temprano se filtran, pero ya distorsionadas o manipuladas por terceros con sus propios intereses. Esto puede generar pánico, rumores infundados y reacciones exageradas que empeoran la situación. Es mejor que la información salga de fuentes con todos los datos y explicaciones necesarias.
4. Permite exigir soluciones y rendición de cuentas
Si la sociedad conoce los problemas reales, puede exigir a sus gobernantes soluciones concretas y mejores políticas públicas. Ocultar la realidad solo posterga los problemas y evita que se tomen medidas oportunas para corregir el rumbo.
5. La honestidad es la mejor política en una crisis
En tiempos de crisis, la honestidad y la comunicación clara son fundamentales para evitar el pánico y para que la gente sepa qué esperar y cómo actuar. Reconocer los problemas es el primer paso para resolverlos y para que la sociedad participe en la solución.
“La peor opción de todas es simplemente ‘negarse a comentar’, lo que para muchas personas equivale a declararse culpable. Si la mala noticia se hace pública después, el gobierno tendrá dos problemas: la crisis sigue existiendo y, además, parecerá que la ocultó”.
En resumen:
Decirle al público las malas noticias económicas, en vez de ocultarlas como hace el gobierno, es necesario para mantener la confianza, evitar rumores, permitir mejores decisiones y exigir cuentas a las autoridades. La transparencia y la honestidad son la base de una sociedad informada y capaz de enfrentar sus retos.
Con informacion: LA SILLA ROTA/ MEDIOS

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