Sin absolutamente ningun detenido que presumir,las autoridades federales presumieron hoy que incautaron 19 armas de fuego, 11 granadas, además de varios cartuchos y cargadores, durante un cateo a un rancho en Pantelhó, Chiapas, que podría estar vinculado a una reciente agresión armada contra elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Ante ello, se integró una carpeta de investigación por la presunta comisión de los delitos de portación y acopio de armas de fuego, así como por posesión de cartuchos y cargadores de uso exclusivo del Ejército.
“Se aseguraron en el lugar 19 armas de fuego largas, un aditamento lanzagranadas, un tubo cañón, 11 granadas de humo, 77 cargadores y 22 mil 10 cartuchos de diferentes calibres, 23 fornituras, 19 chalecos tácticos y el inmueble”, precisó la Fiscalía General de la República (FGR) a través de un comunicado.
Indicó que la orden de cateo fue concedida por un Juez de Control de Justicia Penal Federal tras dar cuenta del reporte de que efectivos de la Sedena fueron agredidos en las inmediaciones de la localidad de El Carmen Duraznal.
Hasta el momento, no hay registro de detenidos por dicho enfrentamiento.
El Gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, anunció el pasado domingo que se realizarán “acciones contundentes” para garantizar la tranquilidad en el Estado y advirtió que “habrá momentos y horas difíciles”.
Qu significa en “español llano un decomiso sin detenidos”
El cateo y decomiso de armas en Pantelhó, Chiapas, revela una situación alarmante que refleja la impunidad imperante en la región. Este hecho pone de manifiesto varios aspectos preocupantes:
Armamento de alto poder en manos criminales
El hallazgo de 19 armas de fuego largas, 11 granadas y más de 22,000 cartuchos evidencia la capacidad bélica de los grupos delictivos que operan en la zona. La posesión de este tipo de arsenal, de uso exclusivo del Ejército, demuestra la facilidad con la que estas organizaciones criminales obtienen armamento sofisticado.
Agresiones contra fuerzas de seguridad
El cateo se realizó en respuesta a una agresión armada contra elementos de la Sedena, lo que indica un desafío directo a las autoridades federales y nos revela la osadía y el poder que han alcanzado los grupos criminales en la región, al grado de enfrentarse abiertamente con las fuerzas armadas.
Ausencia de detenciones
A pesar del decomiso significativo de armas y la clara evidencia de actividad criminal, no se reportaron detenciones.
Esta falta de arrestos sugiere que los responsables lograron evadir la acción de la justicia, perpetuando el ciclo de impunidad.
Disputa territorial entre cárteles
La situación en Chiapas refleja una lucha encarnizada entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación por el control del territorio. Esta disputa ha sumido a la región en un estado de violencia constante, afectando gravemente la seguridad de los habitantes.
Respuesta gubernamental insuficiente
Aunque el gobernador Eduardo Ramírez ha anunciado “acciones contundentes”, la realidad muestra que el control efectivo del territorio está en manos de grupos criminales. Las promesas de recuperar las cabeceras municipales evidencian la pérdida de autoridad del Estado en estas zonas, ya sin dejar dudas.
Conclusión
La presencia de armamento militar en manos de criminales, la falta de detenciones y la continua operación de cárteles en la región son claros indicadores de que el Estado ha sido incapaz de garantizar la seguridad y el imperio de la ley. La situación requiere una estrategia integral que vaya más allá de operativos aislados y aborde las causas estructurales de la violencia y la corrupción en la entidad.
Con informacion: ELNORTE/
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