Luego de que Estados Unidos deportó a México a Osiel Cárdenas Guillén, capo del Cártel del Golfo y fundador de Los Zetas desde la elite militar, la autoridad federal en Mexico informó que le esperan al menos cuatro juicios por delitos como homicidio y posesión ilegal de un arma de fuego, sin informar que el aludido capo ya los venció en al menos otros 6 procesos, por lo que contrario a la vision optimista y cuenteras libertad podria ser cosa de meses, el tiempo que tarda el exacerbado garantismo penal en Mexico para desestimar y diluir acusaciones de todo tipo.
La Oficina de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) en Chicago, con apoyo de sus elementos en San Diego; Harlingen, Texas; Ciudad de México y la División de Operaciones Internacionales, trasladaron a Cárdenas de la Penitenciaría de Terre Haute, Indiana,donde se burlo muchas veces de sistema carcelario,al Centro de Detención de Otay Mesa, en California, y lo entregaron a autoridades mexicanas en Tijuana, Baja California.
“La exitosa deportación de Osiel Cárdenas, un conocido fugitivo internacional, subraya nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad pública y la justicia”, dijo en un comunicado Samuel Olson, Director de la Oficina del ICE en Chicago,para prestigiar su deportación tras burlar a todo el sistema de justicia con una sentencia ínfima.
“Al devolver a este peligroso individuo a México, donde enfrenta cargos graves, hemos dado un paso importante para salvaguardar a nuestras comunidades y defender el Estado de derecho”,dice el comunicado.
El narcotraficante regresa a México 21 años después de su captura y 17 años después de haber sido extraditado a Estados Unidos, donde negoció una condena de 25 años de prisión y, gracias a distintos beneficios, abandonó la prisión el pasado 30 de agosto.
Autoridades federales ingresaron la tarde de ayer al capo Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, en el Penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México,dodne seran responsable de su custodia y seguridad, un penal que ya conóce,lo conocen y sabe de su corrupción escandalosa.
El narcotraficante fue trasladado vía aérea de Tijuana, Baja California, a Toluca y luego llevado al centro penitenciario, donde fue ingresado con base en órdenes de aprehensión libradas por delitos contra la salud, delincuencia organizada y lavado de dinero.
Su historial en Estados Unidos se remonta al 27 de agosto de 1992, cuando fue detenido y encarcelado en Brownsville, Texas, con 2 kilos de cocaína que presumiblemente pretendía distribuir en la ciudad.
El 13 de enero de 1993, la Corte Federal del Distrito Sur de Texas en Brownsville lo condenó por estos hechos a 63 meses de prisión y el 23 de diciembre del mismo año fue trasladado a México, con base en el Tratado de Estados Unidos y México sobre la Ejecución de Sentencias Penales.
El 14 de marzo de 2000, el Departamento de Justicia presentó ante una Corte de Houston una nueva acusación en su contra por 13 cargos criminales, entre ellos posesión con intención de distribuir cocaína y mariguana, 6 cargos de agresión a un funcionario federal, lavado de dinero, conspiración para importar cocaína y mariguana, y continuación de una empresa delictiva.
El capo tamaulipeco, hoy de 57 años de edad, fue detenido el 14 de marzo de 2003 en Matamoros y extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2007.
El Gobierno de Felipe Calderón extraditó a Osiel, no obstante, tenía al menos cuatro procesos penales en curso, por delincuencia organizada, delitos contra la salud, lavado de dinero y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.
El mismo día, el ICE le concedió la libertad condicional en Houston hasta el 18 de enero de 2008, tiempo en que estuvo bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos. En esa última fecha, los propios Alguaciles lo transfirieron al Centro Correccional Federal La Tuna en Anthony, Texas.
El 3 de marzo de 2010, la Corte Federal para el Distrito Sur de Texas, en Houston, condenó al traficante a 25 años de prisión en la Penitenciaría de Terre Haute, Indiana, y al pago de una multa de 50 millones de dólares.
El 16 de febrero de 2022, cuando ya había cumplido su condena, debido a que disminuyó el castigo por su buen comportamiento, el ICE inició un juicio migratorio contra el capo y el 5 de agosto le notificó el aviso de que sería deportado a México, lo que finalmente ocurrió este lunes.
Al momento de ser entregado, los jueces federales suspendieron los juicios, previendo que en algún momento fuera devuelto a México. Ahora, 17 años después, esas causas penales serán reactivadas.
Cárdenas Guillén es uno de los capos más importantes de la historia del narcotráfico en México y, en buena medida, responsable de la violencia que se desencadenó en México a partir de finales de años 90.
Sus dos principales innovaciones en el mundo del crimen fueron la conformación de un grupo paramilitar conocido como Los Zetas, integrado por elementos en activo y desertores del Ejército con entrenamiento de cuerpos de élite.
Darían hasta 730 años de prisión a Osiel Cárdenas
La optimista Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que Osiel Cárdenas Guillén tiene pendiente cuatro órdenes de aprehensión y siete procesos por los que podría alcanzar hasta 730 años de prisión, en caso de ser hallado culpable.
En un comunicado, la dependencia federal informó que este lunes, tras su deportación de Estados Unidos, sólo le ejecutaron una de las cuatro órdenes de captura por el delito de delincuencia organizada, en la hipótesis de delitos contra la salud.
De acuerdo con la dependencia, los procesos que tiene pendientes son dos por delincuencia organizada en la modalidad de cometer delitos contra la salud y lavado de dinero, respectivamente; delitos contra la salud; lavado; acopio, portación y posesión de armas de fuego y de cartuchos de uso exclusivo del Ejército; posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército y cohecho.
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