Italia, en los últimos doce años, ha sido el segundo mayor exportador de armas de fuego y municiones no militares a México.
De acuerdo a un documento del Observatorio Permanente sobre Armas Pequeñas y Políticas de Seguridad y Defensa de Brescia (OPAL, por sus siglas en italiano), mientras que la mayoría de las armas exportadas a México provienen de Estados Unidos, Italia supera considerablemente a otros grandes exportadores como República Checa, España, Francia, Austria, Bélgica, Corea del Sur, e Israel.
El informe, titulado “Lo hecho en Italia que contribuye a las masacres mexicanas” y escrito por el coordinador científico del OPAL Carlo Tombola, afirma que fabricantes italianos han vendido y entregado 10,000 pistolas y 1,100 revólveres cada año, en promedio, al mercado mexicano durante los últimos 12 años.
Un ejemplo de su uso es la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa fueron atacados en la ciudad de Iguala, Guerrero. Al final de ese día, 43 de ellos desaparecieron.
Los policías que participaron en el ataque estaban armados con rifles de asalto Heckler & Koch (Alemania) y Beretta (Italia) vendidas a la Secretaría de la Defensa Nacional, quien, a su vez, las repartió en 2013 entre distintas policías municipales y estatales de México, sin importar si éstas tenían antecedentes de violaciones a derechos humanos.
De acuerdo con informe de balística del caso Ayotzinapa, al menos ocho casquillos encontrados en la escena del crimen perpetrado contra los estudiantes pertenecen a tres de fusiles Beretta, y tres casquillos pertenecen a dos pistolas de la misma marca.
Además de México, Italia también vende armas a Colombia y Guatemala, las cuales, de acuerdo al documento publicado el 12 de noviembre del año pasado, “probablemente” acaban en mercados locales ilegales y semilegales.
Entre 2007 y 2018, México fue el segundo mayor cliente latinoamericano de la industria militar italiana, después de Brasil.
Beretta, empresa privada y fabricante de armas de fuego, fue fundada en 1526 y es considerada una de las instituciones armamentísticas activas de mayor antigüedad (Foto: Especial)
Junto con los grandes sistemas de armas, producidos por la compañía multinacional industrial Leonardo S.p.A., las exportaciones militares italianas a México son dominadas por armas fabricadas por el grupo Beretta. En 12 años, Beretta ha vendido una cantidad de al menos 50 millones de euros.
La cifra, sin embargo, es aproximada. De acuerdo al OPAL, se debe tomar en cuenta la “dificultad” de leer correctamente el informe del gobierno italiano sobre la exportación de armas.
Beretta, empresa privada y fabricante de armas de fuego, fue fundada en 1526 y es considerada una de las instituciones armamentísticas activas de mayor antigüedad.
Del 2007 al 2018, Beretta vendió a México: 17,150 rifles de asalto automático y 23,000 partes de repuestos; 19,000 rifles de asalto y 16,000 partes repuestos; 650 lanzagranadas; 303 rifles de francotirador; 3,030 pistolas calibre 40; 505 fusiles; 505 pistolas calibre 22LR; 13,130 pistolas calibre 9x19; 2,020 pistolas calibre 9, y 1,010 escopetas.
Se vendieron 6,500 armas Beretta a la policía de Guerrero entre 2007 y 2014, “a pesar de la evidencia documentada de graves abusos cometidos por la policía local y su colusión con grupos de crimen organizado” (Foto: EFE/AFN)
Su catálogo de armas incluye diferentes marcas que son manufacturadas fuera del país: la gestión del grupo permite organizar la venta de armas en el extranjero sin dejar rastros estadísticos en Italia y así evitar las limitaciones estrictas de las leyes sobre el control de exportaciones.
Por ejemplo, Beretta puede utilizar transferencias intragrupales entre sus fábricas italianas (ubicadas en Gardone Val Trompia y Urbino) y las ubicadas en Turquía (Stoeger Silah Sanayi en Estambul) y Finlandia (Sako en Riihimäki).
La empresa puede exportar armas a México a través de su filial Beretta USA, con sede en el estado de Tennessee. “También participa en el río de armas que vierten de los Estados Unidos a México”, señala el documento.
Sin embargo, las armas fabricadas en EEUU, comparadas con aquellas hechas en Italia, tienen “muy pocas” diferencias. La más significativa es la marca del Banco Nazionale di Prova, encargado de controlar, verificar, y regular las armas de fuego y municiones en el país. La prueba o marca es obligatoria para todas las armas producidas en Italia.
No solamente son armas: Italia también exporta grandes cantidades de municiones a México. La empresa Fiocchi Munizioni exportó 270 toneladas de municiones al país del 2007 al 2018, con un valor de 1.5 millones de euros.
El ejército mexicano, el único organismo autorizado para vender armas a particulares en México, vende al público rifles marca Beretta (Foto: Cuartoscuro)
Todos los cuerpos policiacos, de las 32 entidades de México, compraron armas Beretta del 2006 al 2018. De acuerdo con la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), más de 113,000 armas Beretta (85,941 armas cortas y 27,292 armas largas) fueron vendidas a la policía mexicana entre 2007 y 2017.
¿Dónde, exactamente, terminan las armas italianas exportadas a México? Rifles de francotirador marca Sako se fueron a la policía estatal de Chihuahua y de otras 21 entidades federativas, por ejemplo.
El ejército mexicano, el único organismo autorizado para vender armas a particulares en México, vende al público rifles marca Beretta.
De acuerdo con la documentación procesal de los policías municipales que en 2014 atacaron y desaparecieron forzosamente a los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Guerrero, las autoridades estaban armadas con fusiles de asalto de Beretta.
Recibos de venta de armas compilados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revelaron que se vendieron 6,500 armas Beretta a la policía de Guerrero entre 2007 y 2014, “a pesar de la evidencia documentada de graves abusos cometidos por la policía local y su colusión con grupos de crimen organizado”.
La policía de Veracruz, responsable de más de 15 homicidios cometidos por los ‘escuadrones de la muerte’, compró aproximadamente 6,500 armas Beretta después del 2009 (Foto: Carlos Alberto Carbajal/Cuartoscuro)
De cinco armas vendidas a la policía de Guerrero entre el 2010 y el 2016, una fue robada o “perdida”, y varias terminaron en manos del crimen organizado. Más de 5,400 armas Beretta fueron robadas o perdidas por la policía mexicana entre el 2000 y 2015, según datos del ejército mexicano.
La policía de Nuevo León ha comprado al menos 8,772 armas Beretta desde el 2006, y ha sido descrita por Aldo Fasci, secretario de Seguridad Pública del estado, de estar “en una crisis de corrupción y delincuencia” e involucrada en el tráfico de armas de la prisión estatal.
De acuerdo con los registros de ventas de la Sedena, la policía de Veracruz, responsable de más de 15 homicidios cometidos por los ‘escuadrones de la muerte’, compró aproximadamente 6,500 armas Beretta después del 2009.
“Entre los usuarios finales de las armas Beretta nos encontramos con policías con violaciones documentadas de derechos humanos y confabulaciones con grupos criminales organizados”, según el OPAL.
Italia también exporta grandes cantidades de municiones a México. La empresa Fiocchi Munizioni exportó 270 toneladas de municiones al país del 2007 al 2018, con un valor de 1.5 millones de euros (Foto: REUTERS/Alexandre Meneghini)
Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, leyó el informe del OPAL y declaró que las armas utilizadas en la desaparición forzada de su hijo son de la compañía Beretta.
“Estas armas son utilizadas por la policía y los criminales, y hoy no sabemos todavía quién mató a los estudiantes o dónde están. Una de las razones es la falta de control de armas y un registro de armas militares como las italianas”, dijo.
Tizapa exigió la detención de la venta de armas a México, porque parece que el país “está en guerra”. Además de que se han adquirido cantidades exorbitantes de armas y municiones y que la población no conoce la extensión de las compras, las cuales terminan en manos del crimen organizado.
No es posible que los fabricantes de armas continúen sin saber el daño que han hecho a nuestros hijos y a nuestras personas. El gobierno mexicano no revelará los escalofriantes hechos sobre las personas desaparecidas en México. En sólo diez años más de 250,000 personas desaparecieron o fueron asesinadas
Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa (Foto: Especial)
El control del tráfico ilegal de armas, de acuerdo con Tizapa, es inexistente. “Digo estas palabras porque soy una persona directamente afectada por la desaparición de un hijo y sus 42 compañeros de clase. Sé que si estuvieras en mi lugar, en lugar de las madres y los padres de estos 43 jóvenes, y sabrías que estas armas fueron utilizadas, si hicieran desaparecer a uno de los miembros de tu familia, hubieras hecho lo mismo que estoy haciendo”.
En Italia existe la Ley 185/1990, que indica que “se debe negar la licencia de exportación de armas cuando falten garantías adecuadas para el destino final de los materiales de armamento”. Y la “Posición Común Europea” 2008/944/CFSP señala también que la licencia de exportación de armas a una empresa en Europa debe negarse cuando “exista un riesgo manifiesto de que la tecnología o el equipo militar que se vayan a exportar puedan utilizarse con fines de represión interna”.
Particularmente, se especifica, en países donde “las violaciones graves de los derechos humanos han sido verificados por representantes competentes de la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, o el Consejo Europeo”.
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