Elementos del Batallón 102 de
Infantería permitieron que dos hombres que se encontraban
en el interior de la bodega en Tlatlaya escaparan a bordo de una
camioneta minutos después del enfrentamiento armado la madrugada del
30 de junio de 2014, de acuerdo a las declaraciones de tres sobrevivientes y de
un vecino de San Pedro Limón recogidos por la Comisión Nacional de los Derecho
Humanos (CNDH) en el expediente CNDH/2/2014/5390/Q.
Entre las personas que huyeron con la complacencia u la omisión del personal castrense se encontraba el líder de una célula del crimen organizado –Guerreros Unidos según la declaración de un funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM)- que opera en el sur del estado de México y Guerrero.
A pesar de que elementos del Batallón 102 de Infantería mantenían resguardada la bodega y que esta sólo tiene un acceso, dos civiles lograron evadir el cerco militar al simular su rendición, después abordaron una camioneta y se alejaron del lugar.
La Silla Rota tuvo acceso al expediente CNDH/2/2014/5390/Q y a la recomendación 51/2014 de la CNDH sobre los hechos ocurridos en Tlatlaya en el que perdieron la vida 22 personas.
El enfrentamiento
El 30 de junio de 2014, ocho elementos del Batallón 102 de infantería patrullaban el tramo carretero San Antonio del Rosario-San Pedro Limón, Tlatlaya, en un vehículo oficial sobre la carretera Federal número 2, y presuntamente fueron atacados a balazos por un grupo de civiles que se encontraba en una bodega en obra negra, los soldados repelieron la agresión.
Aunque los partes informativos y el oficio DH-III-10983 de la Secretaría de la Defensa establecen que el enfrentamiento entre soldados y civiles se registró a las 5:00 horas, al menos siete testimonios recogidos CNDH, entre ellos el de dos sobrevivientes, aseguraron que el choque armado se dio entre las 4:00 y 4:30 horas, que el intercambio de disparos duró alrededor de 10 minutos y después se dieron más detonaciones pero espaciadas.
La CNDH recabó las declaraciones de vecinos de San Pedro Limón, uno de ellos, Testigo 1 (T1) señaló que “vio el reloj (a las 4:25 horas) escuchó los primeros disparos, que en un principio creía se trataba de la fiesta de San Pedro Limón. Que desde su casa, lograba percibir dos tipos de disparos, unos aislados…”.
Otra vecina con la clave T2 (Testigo 2) indicó que el día de los hechos “se encontraba despierta, y que alrededor de las 4:00 de la mañana, escuchó muchos disparos de arma de fuego de manera intermitente, puesto que se detenían unos minutos y volvían a comenzar, afirmó que terminaron aproximadamente a las 6:00 horas; este relato es coincidente con el ofrecido por el señor T3 (Testigo 3), quien indicó que escuchó las primeras detonaciones aproximadamente a las 4:00 am y que cesaron aproximadamente a las 06:30 horas. Además, se cuenta con los testimonios de la T4 (Testigo 4) y T5 (Testigo 5), quienes coinciden en que las primeras detonaciones comenzaron entre las 4:20 y 4:30, además de asegurar que los balazos eran intermitentes”.
Escapatoria del líder
Después del enfrentamiento, el grupo de jóvenes que se encontraban en la bodega se rindió. Dos hombres que se encontraban en el interior –junto a los 22 que perdieron la vida- no fueron asegurados por elementos del Batallón 102 de Infantería y lograron escapar a bordo de una camioneta, a pesar de que el único acceso era resguardado por los soldados, revela el expediente CNDH/2/2014/5390/Q y la recomendación 51/2014.
Incluso la camioneta se acercó al lugar para llevarse a los dos sujetos, uno de ellos, es un presunto líder de un grupo criminal que opera en la zona y que era el que daba las órdenes a los hombres armados al interior de la bodega.
La fuga está registrada en las declaraciones de dos sobrevivientes y un vecino de la comunidad por la CNDH.
La bodega donde se perpetró el enfrentamiento se encuentra a un costado de la carretera Los Cuervos – Arcelia, tramo de San Antonio del Rosario – San Pedro Limón, entre las comunidades de Ancón de Curieles e Higo Prieto, en Tlatlaya. No tiene puerta, lo que permite el libre acceso hacia el interior de la misma y visibilidad del interior, tiene piso de tierra suelta y grava de color oscuro en la parte central y no cuenta con lámparas, al frente hay dos cuartos tipo accesorias.
Tras un enfrentamiento de alrededor de 10 minutos, los hombres que se encontraban en el interior de la bodega bajaron las armas y se entregaron. Hasta ese momento siete personas estaban heridas o habían perdido la vida, cuatro personas a casusa del enfrentamiento y tres en un contexto de fuego cruzado.
De entre el grupo, dos sujetos simularon rendirse, comenzaron a caminar hacia la única puerta que ya era controlada por los soldados, salieron de la bodega con las manos en la nuca y después se echaron a correr. Los elementos del ejército los persiguieron unos metros y desistieron de seguirlos.
En la recomendación de la CNDH, una víctima sobreviviente del enfrentamiento identificada como V24, narró que “durante el enfrentamiento se podía ver hacia el interior de la bodega porque los militares alumbraban, sin saber con qué. V24 refiere que se asomó rápidamente, y pudo ver que era sólo un vehículo militar; y que los hombres civiles que disparaban desde adentro hacia afuera de la bodega eran alrededor de ocho o trece personas, que se ubicaban en el centro de la bodega, alrededor de la camioneta blanca que se encontraba estacionada en el centro. El intercambio de disparos duró aproximadamente cinco minutos, ya que ‘se rindieron fácil y soltaron las armas’. Indicó que una persona a quien reconoce como Apodo 1 salió afuera de la bodega con las manos hacia la cabeza, probablemente huyendo”.
“V24 indicó que le consta lo que declara puesto que una camioneta desde la calle apuntó con sus luces al interior de la bodega, y los agresores gritaban ‘¡Ejército Mexicano, ríndanse, les vamos a perdonar la vida!”. Agregó que el jefe del grupo denominado Apodo 1 y otro Apodo 2 dejaron las armas y salieron a la calle con las manos en la nuca, y al parecer ‘se dieron a la fuga’”, se documenta en la recomendación de la CNDH
Apodo 1, también es mencionado como “el comandante”, en el número 198 de la recomendación de la CNDH: “había en el lugar un líder a quien denominaban Apodo 1 y que presuntamente, se trataba de personas que pertenecían a una organización criminal”.
En el centro penitenciario de Nayarit la CNDH entrevistó a V25 (Víctima sobreviviente), y también dio cuenta de la escapatoria:
“(…) De los testimonios antes referidos se deriva que el enfrentamiento se prolongó alrededor de 10 minutos, ya que los hombres se rindieron, quedando algunos heridos. Al interior, alguien dio la orden de rendirse, que fue cuando uno de ellos intentó salir con las manos arriba, pero regresó corriendo al interior ya que el Ejército le disparó. Además, refieren que dos personas, de las cuales presumen uno era Apodo 1, lograron escapar con las manos detrás de la cabeza”.
Por su parte la víctima sobreviviente V23 también se dio cuenta de la fuga y lo declaró en un acta circunstanciada en la CNDH:
"Aclaró que en total incluyendo a su hija eran 23 hombres armados dentro de la bodega y su hija, pero lograron escapar dos jóvenes", indicó el 1 de agosto de 2014.
Una cuarta declaración refuerza que dos personas huyeron a pesar del operativo del ejército mexicano que custodiaba la única puerta de acceso a la bodega. El señalamiento lo hace T1 en las hojas 376 y 377 del expediente CNDH/2/2014/5390/Q:
“(…) vio pasar frente a su casa, a dos personas corriendo, quienes al parecer calzaban huaraches, por el ruido que realizaban al caminar, los cuales eran perseguidos por militares, los cuales identificó porque detrás de ellos avanzaba una camioneta militar tipo pick up que apuntaba sus luces a donde avanzaba el personal castrense, sin embargo, las personas que seguían se dieron a la fuga y los militares regresaron al lugar donde se localiza la bodega…”, se asienta en el documento.
Y en la recomendación 51/2014 de la CNDH:
“Señaló (T1) que durante el transcurso del enfrentamiento huyeron dos personas de la bodega; que eso lo sabe porque los escuchó correr y los pudo ver por su ventana, donde al parecer los esperaba una tercera persona en una camioneta; y que eran perseguidos por elementos del ejército corriendo…”.
Después no hubo mayor seguimiento a estos sujetos por parte de los elementos de Batallón 102.
El titular de la Fiscalía Especializada de Homicidios de la PGJEM entrevistado por personal de la CNDH el 2 de agosto de 2014 señaló que de acuerdo a la información con que contaban, algunas de las 22 personas que perdieron la vida pertenecían a un grupo criminal, lo cual aparece en la hoja 439 de expediente:
“(…) por seguridad de los servidores públicos que actuaron y ante el temor de que los cadáveres fueran rescatados por integrantes de la delincuencia organizada del grupo criminal ‘Guerrero Unidos’ al que supuestamente pertenecen, sus superiores ordenaron su traslado a la ciudad de Toluca…”.
Los integrantes del Batallón 102 de Infantería no hicieron más que una pequeña carrera para asegurar a los dos hombres que lograron salir de la bodega simulando rendirse y subirse a una camioneta para escapar del lugar. Hoy se sabe por los testimonios que los hombres que lograron evadir al evadir al ejército eran integrantes de los Guerreros Unidos.
Fuente.-LasillaRota
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