En un país donde abundan los eufemismos y las verdades a medias, el Fiscal General de Tamaulipas, el reconocido «costal de mañas», Irving Barrios Mojica, ha dado cátedra en cómo convertir lo que huele, sabe y parece un “levantón” en un simple caso de “persona no localizada”. Así es como se lava la cara la autoridad bajo el gobierno de Morena y Americo Villarreal, con declaraciones más calculadas que una partida de ajedrez… y con resultados igual de lentos.
Según Barrios,declarado por las evidencias un contumaz protector del Cartel del Golfo,particularmente de Cesar Morfin alias «Primito», todavía no existen indicios de un secuestro, sino solo de una extraña desaparición: el empresario Marco Mariño Leal salió “por su propio pie” de un restaurante y, de repente, ¡puf!, se esfumó sin dejar rastro. Ni llamadas de rescate, ni testigos de fuerza o violencia, solo una ausencia conveniente para la estadística estatal.
La investigación, dicen, está a cargo de todos: la Fiscalía de Personas No Localizadas, la Guardia Estatal, la Guardia Nacional y hasta las buenas intenciones. Pero cuidado con decir la palabra “delito”, porque ahí sí se ofenden. «No podemos prejuzgar si fue privación… no hay una llamada de rescate… no hay indicio que nos permita establecer la comisión de algún delito», repiten como mantra los encargados de la ley.
El Fiscal insiste: “No es igual que otros casos de empresarios violentados; esto es apenas una ‘no localización’”. Aquí nadie levanta ni secuestra, solo se esconde la verdad bajo la alfombra del lenguaje oficialista. Y mientras tanto, la familia y la sociedad se quedan esperando que al menos le digan por su nombre a las cosas: porque en Tamaulipas parece que solo faltan las ganas de investigar… y de admitir lo obvio.
Con informacion: NOTICIERO DE VICTORIA/

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