Un operativo en Chiapas contra Juan Manuel Valdovinos, alias “El señor de los caballos”, presunto capo del CJNG, terminó con la Costa y la Frailesca convertidas en pistas de guerra: pipas ardiendo, autos de redila atravesados, ponchallantas sembrados como si fueran semillas y carreteras federales bloqueadas por fuego y miedo.
La escena parecía sacada de una película de desastre con presupuesto limitado: en Arriaga, Jiquipilas, Ocozocoautla y Villaflores, las llamas competían con la desesperación; en Las Choapas, camino a Veracruz, hombres armados se daban el lujo de incendiar vehículos frente a todos. En Cintalapa suspendieron clases y el transporte local dejó de circular como si fuera día de paro nacional… pero sin convocatoria.
La gente, siempre mejor informada que el gobierno, ya sabía que se venía tormenta: “Nos dijeron que no saliéramos, y pues, aquí nos encerramos”, comentó un poblador mientras el humo empañaba el horizonte.
Mientras tanto, en el mundo paralelo de los comunicados oficiales, la “mesa de paz” dice que sigue trabajando “todos los días, construyendo un Chiapas en paz” junto a Sedena y Marina. Paz, en este caso, parecía significar que nadie saldría de casa por miedo, y que cualquier carretera podía transformarse en un horno improvisado.
Operativo extenso, dijeron. Extenso sí, porque el caos alcanzó cuatro regiones y varias carreteras, pero fallido, porque “El señor de los caballos” aparentemente sigue cabalgando libre. El saldo: un Chiapas paralizado, unas llamas que no las apaga ni la retórica oficial y una pregunta sin resolver: ¿cómo es posible que en un operativo anti-crimen el crimen se tome el control de toda la pista?
El caldo mas caro que las abondigas
Los incendios se registraron en los municipios de Arriaga y Jiquipilas, en la región Costa, así como en Ocozocoautla, zona centro, y en Villa Flores, en la región Frailesca.
Personas que viajaba sobre Jiquipilas relataron los incidentes y en videos, sobre el crucero Llano San Juan, que va desde Tuxtla Gutiérrez a Ocozocoautla, se aprecia a un hombre que arroja ponchallantas en la vía.
En la carretera que lleva de Arriaga a Jiquipilas, una pipa se salió de la carretera y otros dos carros de redila fueron atravesados e incendiados a fin de bloquear el camino.
En la carretera de Ocozocoautla hacia Las Choapas, que lleva a Veracruz, justo en la entrada a la localidad La Unión, hombres armados incendiaron una pipa, vehículos de carga y al menos 7 vehículos particulares.
En el tramo Arriaga-Ocozocoautla, dos vehículos fueron atravesados e incendiados, mientras que en la vía Villaflores, los hombres armados quemaron varios carros.
El transporte local que va de Arriaga a Jiquipilas fue suspendidoesta tarde, además de que en el municipio de Cintalapa, se suspendieron las clases. «Nos ha dicho la gente que sabemos que andan metido en eso (crimen), que nos cuidemos que no salgamos de casa», dijo un poblador de Arriaga.
El por que del titulo
Nuestro encabezado condensa la ironía y el enojo que provoca este caso: “QUIÉN VA PAGAR el DERROCHE de INTELIGENCIA” sugiere que lo que se gastó la autoridad —en personal, logística y supuesta planeación— no se tradujo en resultados, sino en un caos monumental que afecta gravemente el patrimonio de ciudadanos.
El operativo contra “El Señor de los Caballos” del CJNG no sólo fracasó, sino que desencadenó un desastre mayor que el que pretendía prevenir: carreteras bloqueadas, vehículos incendiados, suspensión de clases, parálisis del transporte y miedo generalizado en varias regiones de Chiapas. El “derroche de inteligencia” es una crítica punzante, porque apunta al contraste entre el aparato oficial —con Sedena, Marina, Fiscalía y Gobierno estatal— y su incapacidad para prever, contener o minimizar la reacción violenta del crimen organizado.
Mas razones:
- Responsabilidad clara: obliga a preguntar quién se hará cargo de los daños, no sólo materiales, sino sociales y económicos.
- Ironía evidente: “derroche de inteligencia” es claramente un sarcasmo hacia una estrategia que presume coordinación y terminó descoordinada.
Nuestro título no sólo informa, sino que interpela. Buscamos que el lector ni se quede pasivo ante la noticia, queremos que exija cuentas a quienes nunca pagan por los platos rotos..
Con informacion: ELNORTE/
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