Luego de que Simón Levy volviera a escena como si de una telenovela internacional se tratara, con capítulos grabados entre el piano rojo de Lisboa y los cafés hipsters de Washington. En su más reciente entrega, el empresario aseguró —otra vez— que estaba en la capital estadounidense. Según él, Washington era su nuevo refugio, aunque las coordenadas del video contaran una historia distinta.
El asunto explotó cuando el abogado de su contraparte, Juan Fuentes, decidió ponerse en modo corresponsal y transmitir desde el mismísimo restaurante River Lounge del Hotel Myriad, en Lisboa. Ahí, copa en mano, mostró al mundo que el famoso piano rojo del set de Levy no era precisamente un adorno exportado de Foggy Bottom, sino la decoración fija del bar portugués. «Estamos muy lejos de Washington», ironizó, desnudando el intento geográfico fallido del empresario.
Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX ya había anunciado la detención de Levy por dos órdenes de aprehensión. La Presidenta Claudia Sheinbaum, en su mañanera, confirmó que la captura ocurrió en Portugal. Pero el protagonista de esta tragicomedia juraba lo contrario: «No estoy detenido, quieren quitarme la libertad», decía entre transmisión y transmisión, aferrado a su narrativa como quien sostiene la última cuerda de un violín desafinado.
Horas después, la propia Fiscalía emitió otro comunicado explicando que Levy no estaba preso, pero sí bajo medidas cautelares de permanencia y control de identidad en Lisboa. O sea, libre, pero con brazalete invisible y pasaporte en pausa.
El abogado Fuentes cerró el acto con una frase digna de tráiler: “Este farsante está en Portugal, y sí fue detenido”. El público, incrédulo, ya no sabía si sintonizar CNN o Netflix. Entre desmentidos, transmisiones en vivo y fugas traseras de fiscales, el caso Simón Levy que la Presidente niega que sea politico pero si es politico-criminal,se ha convertido en un chisme global, con Lisboa como escenario y Washington como ilusión óptica.
Quien es Simon Levy:
Simón Levy es un ejemplo de simulador curricular que fue parte del ecosistema político de Morena.
Simón Levy (n. Ciudad de México, 1978):
Abogado y empresario mexicano, exfuncionario público que se desempeñó fugazmente como subsecretario de Turismo durante el gobierno de Morena de Andres Manuel Lopez «Hablador».
Su trayectoria, marcada por el uso excesivo de acrónimos, títulos en inglés y cargos de dudosa sustancia, lo perfila como «fabulador», alguien que atesora hazañas improbables y construye en sus redes un laberinto biográfico donde la ficción supera al rigor documental.
Su ejercicio profesional evidencia un patrón de simulación, caracterizado por la constante emisión pública de logros y cargos posteriormente desmentidos o corregidos por terceros institucionales. Levy encarna la figura del simulador, definida como aquel individuo que finge cualidades, méritos o cargos con la intención de obtener reconocimiento social o político, prolongando la farsa a través de plataformas digitales y mediáticas.
En el diccionario contemporáneo de la política mexicana, referirse a un «Simón Levy» equivale a denominar a una persona que simula trayectoria profesional y política, valiéndose de cargos y méritos hiperbólicos, y cuya narrativa suele ser desmentida por el tiempo y los hechos,es otro contumaz mentiroso.
Con informacion: ELNORTE/
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