El asesinato del modelo argentino Fede Dorcaz en la CDMX es otro recordatorio brutal de que la ciudad se ha convertido en un antro donde la ley es un chiste y el crimen hace lo que se le antoja, sin que nadie lo frene. El escándalo, por si faltaba morbo, incluye hasta fotos de los sicarios y detalles de la persecución, dignos de un filme de narcos donde los malos siempre escapan.
El episodio sangriento
Fede Dorcaz, modelo y cantante argentino de 29 años, venía en una camioneta de lujo, intentando sortear el tráfico infame del Anillo Periférico, cuando dos motocicletas lo interceptaron frente a la colonia Ampliación Daniel Garza, en Miguel Hidalgo.
Los moto-sicarios lo venían siguiendo, y en el relajo de coches, le dieron balazos, uno directo al cuello. Dorcaz intentó huir, pero colapsó y murió antes de que llegara cualquier ayuda. Nadie pudo o quiso hacer nada más que observar , mientras los delincuentes se pelaban por un puente peatonal rumbo a Chapultepec.
Sicarios vs. glamour, versión mexicana
Mientras el modelo se preparaba para salir en el reality “Las Estrellas Bailan en Hoy”, la CDMX se encargó de serle más temible que cualquier jurado de Televisa. Para darle sabor al escandalo, algunos reportes y filtraciones ya soltaron las caras de los presuntos sicarios: sudadera azul, amarilla, gorros y motos con colores de “píntame y córrele”. Ese par de “emprendedores” huyeron como si tuvieran prisa por llegar a la siguiente ejecucion, siempre bajo la mirada impotente de las cámaras, y los cero detenidos para variar,sello de la caza.
CDMX: tierra sin ley, ¿y el Estado?
Los hechos ocurrieron en Miguel Hidalgo, una alcaldía donde incluso hay rumores sobre la operación de un cártel y donde hace unos días también asesinaron a un estilista de famosos y desaparecieron a dos músicos colombianos. El olor a narco y la incompetencia del gobierno alcanzan niveles de hedor que harían llorar al mismo Nietzsche. La SSC y la Fiscalía dicen que analizan cámaras y balística, pero la realidad es que de esto probablemente salga un “caso sin resolver” para engrosar las estadísticas de impunidad que tanto presume la doctora Sheinbaum en sus mañaneras.
¿Intento de robo o ejecución de manual?
Las versiones oficiales fluctúan: intento de asalto al que Dorcaz se resistió, ataque directo de sicarios, venganza personal… El menú de excusas es tan amplio como la inseguridad que se vive en la capital. Lo único seguro es que, sea por fama, dinero, o simple aburrimiento criminal, la CDMX ya ni intenta ocultar que el crimen organiza su propio casting de víctimas cada semana. Y mientras tanto, los ciudadanos, modelos o no, están condenados a nadar en este lodazal de violencia y sangre, con la esperanza—absurda—de que si cargan con la mejor actitud, tal vez a ellos sí los dejen vivos.
Con informacion: ELGRAFICO/
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