Gasolineros a Gobierno: “¿Solución? No, gracias, preferimos menos problemas”
En México la regla parece ser que el gobierno no resuelve, sino que complica. Y esta vez los gasolineros lo gritan a pulmón abierto: “nos están asfixiando, pero con trámites, multas, acosos y, de pilón, extorsiones disfrazadas de ‘cuotas’ oficiales”.
La agrupación Gasolineros Unidos por México denunció que el viacrucis empezó desde tiempos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando los permisos energéticos se convirtieron en cuevas sin salida. Todo indicaba que con el cambio de administración habría oxígeno regulatorio. Pero no: con la Asea y la Comisión Nacional de Energía el vía crucis continúa, y hasta parece que se modernizó el catálogo del acoso burocrático.
El comunicado de los empresarios no podía ser más claro: en vez de regularizar trámites, se inventó la fábrica de multas y la casilla de abusos administrativos. El Estado, en vez de árbitro, juega como cobrador de piso que opera con uniforme.
Y el retrato es demoledor: operar una gasolinera es hoy más riesgoso que abrir un consultorio médico en barrio bravo de Guanajuato o la selva amazónica. Al menos el doctor batalla con la violencia; el gasolinero, con inspectores, sellos de clausura y fiscales de la FGR con hambre de cuota.
Los empresarios lanzan el dardo directo a Claudia Sheinbaum:“Nos prometió simplicidad, menos trámites, puertas abiertas. Nos entregó ventanillas trabadas y oídos sordos”. El resultado: incertidumbre legal, operaciones al filo de la navaja y Pemex metiendo su propio ingrediente al caos con problemas de abasto en estaciones.
Promesas incumplidas, trámites usados como mordaza, cuotas para la “paz” administrativa: el cóctel perfecto del Estado regenteado por su viejo vicio, convertirse en parte del problema con la misma eficacia con la que promete ser la solución.
Con informacion: ELNORTE/
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