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domingo, 31 de agosto de 2025

LA “MALDICION de DAR la ESPALDA ?”: “TRES de OCHO DIRIGENTES YA CAYERON en DESGRACIA por VIOLENTAR ALGUNAS de las 48 LEYES del PODER”….torpeza emocional ademas de pobreza moral e intelectual ,ni ellos,ni ellas se gobiernan.


Tres de los ocho dirigentes de Morena que el 9 de marzo le dieron la espalda a Claudia Sheinbaum han terminado inmersos en escándalos este verano, lo que da pie a hablar de la “maldición” de desafiar al poder sin siquiera poder gobernarse a sí mismos.

Contexto del Desplante: El 9 de marzo

Durante un acto multitudinario en el Zócalo, Sheinbaum llegó para encabezar un mitin en defensa de su mascarada de soberanía nacional ante presiones de Estados Unidos. Ocho personajes prominentes de la 4T—incluidos Adán Augusto López, Andrés López Beltrán y Ricardo Monreal—le dieron la espalda en pleno público, en una clara muestra de insubordinación y cálculo político medido para la foto.

La Maldición y el Efecto Boomerang

Hay quien habla de “la maldición de Mafafa” o la “maldición de la lagartija”, nombres locales para la clásica ley no escrita de que quien desafía al poder suele caer estrepitosamente por sus propias faltas, debilidades o falta de autocontrol emocional, como lo sugieren los comentarios captados en redes—muchos de ellos ácidos, otros fatalistas.

  • Adán Augusto López ha sido vinculado públicamente a supuestos vínculos criminales.
  • Andrés López Beltrán enfrentó críticas por ostentosas vacaciones de lujo en Tokio.
  • Ricardo Monreal fue exhibido por viajes similares, pero en España, mientras el país jodido mira, comenta y ríe.

Inteligencia Emocional: Ausente con Pretexto

Estos escándalos muestran que ninguno, ni siquiera la Presidenta, domina ni su propio impulso, mucho menos el arte de la autogestión emocional que exige la política real. La falta de inteligencia emocional se refleja en cómo reaccionan al escrutinio, en sus respuestas de soberbia o victimismo, y en su incapacidad de prever el efecto corrosivo de sus actos.

La gente no solo lo ve, lo disfruta: “Morena el nuevo PRI pero con más hambre”, “pues claro, tiene todas las secretarías a su favor”—no hay piedad ni asombro, sólo sarcasmo y agotamiento, pues resultaron no mas de lo mismo, lo peor de los mismo con los mismos.

El Poder Que No Se Gobierna

Paradójicamente, presumen enfrentarse al poder mientras no logran gobernar ni sus caprichos, y cada uno, tarde o temprano, es alcanzado por la marea de su arrogancia. Todos ponen cara dura, pero ninguno lee la habitación. De ahí la “maldición”: no importa cuánto manejen el discurso público si su propio techo emocional es de cristal, listo para resquebrajarse cuando la presión sube.

Los políticos con menos inteligencia emocional terminan pelando con sus propias sombras. El público lo sabe y responde con ironía feroz, porque en la política mexicana, nadie escapa al karma—y menos quienes olvidan que primero hay que gobernarse a sí mismos antes de querer mandar a los demás.

Leyes del poder aplicables

“Las 48 leyes del poder” de Robert Greene y la teoría de inteligencia emocional de Daniel Goleman: Los protagonistas de la foto y los comentarios demuestran que, en política mexicana, la traición al líder (Sheinbaum) es receta para el desastre y evidencia una pésima gestión de emociones propias, justo como advierten Greene y Goleman.

  • Ley 1: Nunca le hagas sombra al amo
    Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Andrés López Beltrán ejemplifican el peligro de opacar o desafiar a la líder de Morena en público. Los escándalos que hoy los persiguen son justo el castigo que Greene predice: quien da la espalda al poder sin consolidar su posición, recibe represalias inevitables.
  • Ley 19: No ofendas a la persona equivocada
    El desplante fue un error estratégico. En lugar de sumar, se convirtieron en blanco de críticas internas y externas, tal como Greene advierte: el poder debe ser calculado, y los agravios nunca gratuitos.
  • Ley 33: Descubre los puntos débiles de los demás
    Los comentarios públicos y la reacción social muestran que los adversarios y hasta los propios seguidores identifican flaquezas emocionales: falta de autocontrol, soberbia y una ceguera ante la percepción pública, justo lo que Goleman define como “déficit de inteligencia emocional”.

Reflexión irreverente

La “maldición” que vive la 4T es menos magia y más torpeza emocional. Greene y Goleman coinciden: en política real, el que no domina sus pasiones y aprende el arte del disimulo, termina convirtiéndose en ejemplo de lo que no se debe hacer. Traicionar, desafiar o querer brillar demasiado antes de tiempo—sin inteligencia emocional—es invitar al poder a que te arrastre en público y en redes. Aquí, el karma político no perdona, y los escándalos lo confirman.

Con informacion: ELNORTE/

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