La contradicción es feroz y aberrante: mientras los maestros, ciudadanos de a pie y con legítima causa, reciben el portazo institucional de la muralla de guardaespaldas que le custodia todos sus miedos al gobernador de Morena,Americo Villareral Anaya,pues no pudieron conseguir—ni una migaja de diálogo democrático—, el exmilitar Mario Gutián Rosas, alias La Chispa, encumbrado por su historial como lugarteniente del Cártel del Golfo, aparece en foto abrazado y muy sonriente con el mismísimo gobernador que también lo abraza y le sonríe.
La Seguridad, Solo Para Quien Estorba
La maestra Reyna Campuzano denuncio vía X que sus compañeros no pudieron acercarse al gobernador o al secretario Mario Delgado porque “dispositivo de seguridad impresionante” les negó hasta el saludo. Todo indica que el aparato estatal de seguridad se activa ante maestros desarmados, pero se desactiva en modo VIP para quien carga la fama de operador criminal que le otorga votos lo mismo al gobernador que a Tania Contreras, flamante presidenta del Supremo Tribunal de Justicia Estatal.
A cambio,el criminal recibe impunidad, tal y como lo dijo el empresario Gabriel Hernández que lo acuso en video de extorsiónarlo y lo señalo como responsable de una eventual ejecución que fue concretada,lo mataron enseguida.
¿Privilegio Criminal?
La pregunta es inevitable (y francamente incómoda): ¿cómo es que La Chispa, conocido por su pasado violento de secuestrador,extorsioandor y multiasesino ,de viejos vínculos con el poder criminal más longevo de Tamaulipas, logra llegar hasta el mero mero representante del humanismo trasformador del estado, con acceso a salas, sonrisas y abrazos? Se ve más familiar y cómodo que la propia burocracia sindical, la ciudadanía, o cualquier otro actor legal.
“La Peligrosa Sonrisa del Gobierno al Crimen”
El contexto ofrecido por la imagen que dice mas que 1,000 palabras nos detalla en esta exhibición pública que no es hecho aislado: la imágen es solo otro indicio entre cientos de que el gobierno y el gobernador de Tamaulipas sonríe y hasta celebra los vínculos líderes criminales,unos en publico, otros en privado, pero siempre. Si para los maestros hay vallas y rechazo, para los operadores del narco hay camaradería y apapacho.
Solo Preguntas e Irreverencia
¿Quién da las órdenes del filtro en el dispositivo de seguridad? ¿Quién decide que Mario Gutián, viejo lobo del Golfo, tiene pase libre mientras los maestros quedan afuera? En Tamaulipas, la foto habla más que los comunicados; las barreras sólo existen para los que tienen algo legal qué reclamar. Para los jefes del crimen, basta una sonrisa, una palma abierta y el eco de una complicidad que no necesita palabras, solo risas que provocan llanto.
Con informacion: @Redes/

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