Un video por demas ilustrativo, de la autoría del periodista Carlos Manuel Juarez,saldo de una antevista a modo el 30 de Noviembre de 2021,tras la brutal ejecucion en San Pedro Garza Garcia,se su patrocinador Segio Carmona,extinto “Rey del Huachicol”,cuando Americo Villarreal era aun Senador de la Republica,le dejaran ver al lector la farsa de denuncia que ahora como gobierno encabeza, pues del video se desprende no solo la aceptación de amistad con el extinto “Rey del Huachicol”, tambien ensalza su figura y confiesa sin vergüenza ,el ahora fallecido lo buscó para cobrar contratos a Cabeza de Vaca , lo que deja ver que Americo ya sabia de la pudrición y que hoy casi 3 años despues con todo el calculo politico de su gobierno,es motivo de escandalo.
La evidencias en video , muestran al entonces senador y actual gobernador de Morena en Tamaulipas, Américo Villarreal,literalmente confesando que ya tenia conocimiento de lo que hoy es materia de denuncia penal:
A continuación se extraen algunos de los fragmentos que evidencian la putrefacción política y moral de la relación entre Américo Villarreal y Sergio Carmona Angulo, revelando la hipocresía y la normalización de tratos entre el poder y el crimen.
Cada fragmento es clave, se enuncia la frase y se expone el fondo de la corrupción y la podredumbre que implica.
Fragmentos directos de podredumbre
“…lo conocíamos como un empresario tamaulipeco… que tenía trabajo, contratos de constructora con el actual gobierno del estado… Ese era mi conocimiento de esta persona.”
Que significa:
Aquí no hay ingenuidad, sino confesión: Villarreal reconoce la entrada de Carmona al aparato público por la vía de contratos estatales, la fuente misma de toda red de corrupción y saqueo. No se trata de rumores, se trata de “conocimiento” directo y tácita aceptación de que el crimen ya había colonizado los contratos del gobierno. La simulación de desconocimiento sobre los delitos del empresario es la primera línea de defensa de los políticos corruptos: “solo sabía que era contratista”; sí, uno con la chequera alimentada por el erario, gracias a sus relaciones en el poder.
“…el acercamiento que tuvimos en su momento fue precisamente que había hecho algunos trabajos, algunos contratos con el gobierno del estado y había aún pendientes de finiquitos…”
Que significa:
El propio Villarreal narra cómo Carmona lo busca como “cobrador” de cuentas públicas, es decir, lo involucra en la cadena de favores, gestión y cobros —la tecnología política de la corrupción nacional: usar la oficina pública para cobrar y negociar contratos del crimen disfrazado de empresario. Este tipo de acercamientos son la médula del cohecho: políticos esperando la mordida o el favor mientras se hacen pasar por gestores formales: “yo sólo era intermediario”. Ajá, solo que todo antecedente reciente en Tamaulipas muestra que estos “intermediarios” terminan forrándose los bolsillos y articulando esquemas de saqueo organizado.
“…ese fue el motivo del acercamiento. Es decir, ¿lo buscó para que usted intermediaría con el gobierno del estado para que le pagaran lo que le debían? Prácticamente, pocas palabras.”
Que significa:
Hasta al periodista reconoce la insultante función de Villarreal: ser facilitador —el eslabón clave entre la corrupción y la estructura estatal. No hay eufemismo posible: si Carmona se acerca a un senador para cobrar millones del erario, es porque la regla esencial del saqueo es tener ‘puente’ político. Aquí queda calibrado el nivel de podredumbre donde el gobierno y el crimen se confunden y retroalimentan, sin líneas divisorias.
“…también han vuelto a poner en los medios una fotografía, y que sí es mía, la reconozco, en el aeropuerto de Tampico, pero eso fue en el 2019… Yo me desplacé… teníamos otra actividad en Matamoros… nos fuimos en el avión, yo no sé si es un avión propiedad de quien, o si es un taxi…”
Que significa:
Más cinismo: el viejo recurso de “no sé de quién era el avión” es un insulto a la inteligencia y una invitación al crimen. Ese manto de opacidad sobre los recursos y lujos usados por los políticos revela la naturalización de la ilegalidad: abordar aviones del narco-empresariado y luego lavarse las manos. Este es el modus operandi clásico: usar el aparato público para legitimar las rutas logísticas, los lujos, y el trasiego empresarial proveniente del huachicol o peor. “No era yo el conducto” y “no sé a quién pertenece esa aeronave” son eslóganes del saqueo descarado.
Síntesis:
Cada una de estas frases es evidencia de la simbiosis putrefacta entre el Poder y la delincuencia: políticos prestándose de conductos, empresarios del crimen cobrando millones gracias a palancas, contratos públicos amañados, y la constante cantaleta del “yo no supe”, “yo no fui”. La podredumbre es estructural y se reproduce mientras las nuevas élites —vestidas de “transformadores”— usan los mismos métodos, los mismos rostros y los mismos pecados del pasado.
Con esta evidencia, la complicidad gubernamental y criminal en Tamaulipas no solo queda expuesta: queda doblemente retratada, primero por el propio testigo y después por el devastador cinismo con que intenta justificar lo injustificable.
En suma, mientras Carmona “buscaba su cobro”, Villarreal y su círculo tomaban asiento directo en el buffet de recursos públicos —con vuelos, favores y acceso a contratos millonarios comprobados— y, según informes de inteligencia y denuncias, usaban esas plataformas para financiar campañas y comprar lealtades.
El “reset” narrativo: de beneficiario a inquisidor
Resulta insultante a la inteligencia periodística y judicial que el mismo grupo en el poder, que hoy busca revivir judicialmente el caso Carmona, haya tenido conocimiento del entramado, y que sólo ajuste el marco narrativo cuando le conviene: ahora como cruzada moral para perseguir a rivales internos, traidores a viudas incómodas con los cuñados que quieren parte de lo que dejo el muerto y no se lo dan.
Mientras Perla Sharaza Mc Donal, viuda de Carmona y otros operadores siguen activos —algunos incluso insertos en el gobierno estatal, como el Secretario General del Gobierno,Hector Joel Villegas,el “Calabazo”— las denuncias selectivas y los “nuevos escándalos” no son más que la evidencia brutal de cómo la mugre criminal sigue reconfigurándose bajo el disfraz de la Cuarta Transformación y una alternancia que sólo cambió de jefes, no de prácticas.
Lo que emerge es un asqueroso maridaje Estado-crimen: funcionarios, “empresarios” y operadores con doble identidad viven del saqueo, el huachicol, la cooptación electoral y el amaño de contratos.
La voz de Villarreal es la de quien narra, sin pudor, la relación con un criminal… que lo quería de cobrador, cuando hoy le toca simularse paladín de la ley. Aquí no hay justicia, ni ruptura; sólo la demostración de que en Tamaulipas, el poder y el crimen bailan abrazados y cambian de pareja según convenga al guion.
Esta es la podredumbre irreductible —y documentada— de los tratos entre criminales dentro y fuera del gobierno que fueron documentados desde 2022 y hoy les gusto para ventilarlo.
Con informacion: ELEFANTE BLANCO/

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