El empresario Alejandro Irarragorri, dueño de Grupo Orlegi (Santos Laguna y Atlas), quien mantuvo un vínculo directo y de negocios con el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca desde 2016,acaba ganarle a la Fiscalia General de la Republica con un amparo que impide su ingreso a prision.
Un juez federal con sede en Tampico concedió una suspensión definitiva a Alejandro Irarragorri Gutiérrez, presidente de Grupo Orlegi y propietario de los clubes Santos Laguna, Atlas y Sporting de Gijón. La medida frena temporalmente su detención derivada de una orden de aprehensión por presunta defraudación fiscal por más de 17 millones de pesos.
Según información publicada por un medio nacional, la resolución judicial establece que Irarragorri no podrá ser detenido si se le impone prisión preventiva durante su comparecencia, siempre que cumpla con la obligación de asistir por videoconferencia ante la autoridad judicial y entregue una garantía económica de 5,000 pesos. Esta protección legal permanecerá vigente mientras se resuelve en definitiva el juicio de amparo promovido por su defensa.
Quien es la fichita
Como ya se sabe, Irarragorri adquirió el 50% del Tampico Madero Fútbol Club a conseja de Cabeza de Vaca, quien entonces candidato a gobernador, admitió públicamente que él mismo convenció al empresario de invertir en el equipo, logrando así ambos sus objetivos: Irarragorri se hizo dueño del club y Cabeza de Vaca obtuvo popularidad ante la afición local que luego tradujeron en dinero.
Documentos periodísticos demuestran que el gobierno estatal de Tamaulipas, bajo la administración de Cabeza de Vaca, transfirió alrededor de 50 millones de pesos anuales a Grupo Orlegi, canalizados al Tampico Madero. Estos recursos, pagados entre 2016 y los años posteriores, salieron de diversas secretarías y organismos estatales, representando hasta la mitad del presupuesto del Instituto del Deporte de Tamaulipas.
Paralelismos en la elusión de la justicia
Ambos personajes enfrentan acusaciones de corrupción y delitos fiscales y, de manera similar, han utilizado el amparo para frenar las acciones de la Fiscalía General de la República (FGR):
- Alejandro Irarragorri: La FGR lo acusa de defraudación fiscal por al menos 17 millones de pesos relacionados con pagos simulados al personal del Club Santos Laguna. Tras declararlo prófugo de la justicia y emitir una orden de aprehensión, un juez federal en Tampico suspendió su detención mediante un amparo, permitiéndole eludir hasta ahora cualquier castigo efectivo. Las autoridades alegan que su ausencia injustificada en audiencias presenciales constituyó evasión deliberada, y la defensa de Irarragorri denuncia supuestas faltas procesales, repitiendo la estrategia jurídica usada por otros personajes poderosos.
- Francisco García Cabeza de Vaca: El exgobernador fue desaforado y señalado por lavado de dinero, delincuencia organizada y corrupción. Mediante una red de jueces y resoluciones judiciales “a modo”, logró obtener amparos que detuvieron su detención y evitaron vinculación a proceso. Cabeza de Vaca huyó de México,radica en Texas y, hasta el momento, permanece protegido por suspensiones y resoluciones judiciales que le han permitido eludir el castigo.
Razones del fracaso de la FGR
En ambos casos, el fracaso de la FGR para capturarlos está vinculado a la intervención oportuna de jueces federales en Tamaulipas, que han emitido suspensiones, amparos y decisiones procesales controvertidas que garantizan temporalmente la libertad de los acusados.
Tanto Irarragorri como Cabeza de Vaca se beneficiaron de un entorno judicial donde las resoluciones “a modo” y el blindaje político y económico dificultan la efectiva procuración de justicia, facilitando así que ambos sigan en libertad pese a las acusaciones graves en su contra.
Así, el caso de Irarragorri reproduce el mismo patrón de impunidad que ha caracterizado la protección judicial y política que rodea a Francisco García Cabeza de Vaca en Tamaulipas.
El porque del titulo:
El título “GOL de…CABEZA?: LA FGR se TARDÓ en DETENER a DUEÑO del SANTOS LAGUNA EX-SOCIO de QUEBRANTOS del CDV y con AMPARO MADE IN TAMPICO FRENA CAPTURA… la FGR ha sido pura pantalla y no pelan un chango a nalgadas” ,refleja de manera precisa la realidad detrás de la persecución judicial tanto a Alejandro Irarragorri como a Francisco García Cabeza de Vaca.
La Fiscalía General de la República (FGR) evidenció profunda ineficacia para ejecutar la aprehensión de Irarragorri, dueño del Santos Laguna y exsocio clave en los negocios ligados a quebrantos financieros del entorno político de Cabeza de Vaca.
A pesar de que existían acusaciones formales de defraudación fiscal y otras irregularidades, la acción de la FGR fue reactiva, tardía e incapaz de trascender los amparos estratégicamente gestionados en los juzgados federales de Tampico —el famoso “amparo made in Tampico o Reynosa”— que se han convertido en un salvoconducto para eludir la justicia.
Esta situación replica el mismo esquema de protección judicial y política que benefició a Cabeza de Vaca por lo que no debe de perderse de vista, que el “gol pudo ser de cabeza”, experto en traducir los recursos del público en una maquinaria legal aceitada para postergar, suspender o enterrar órdenes de captura.
Ambos casos retratan cómo, en la práctica, la FGR ha sido más un espectáculo que un verdadero organismo de combate a la impunidad; sus anuncios públicos de operativos y órdenes de aprehensión han terminado en fiasco, sin lograr presentar a los implicados ante la justicia. Esto alimenta la percepción social de que la institución “no pelan un chango a nalgadas”: sus acciones son insuficientes ante el poder y blindaje de empresarios y políticos que se amparan en una estructura judicial dispuesta a protegerlos, sobre todo si cuentan con los recursos y conexiones adecuados para sortear el castigo legal, como sucede en estos casos emblemáticos.
La historia de Irarragorri y Cabeza de Vaca, socios de fortuna y escándalo, confirma un patrón: el dinero público financia negocios privados, la justicia se administra desde despachos influyentes en la CDMX, Tamaulipas o Texas, y la FGR actúa tarde, mal y nunca, eternizando la impunidad gracias a jueces que han convertido los amparos en el verdadero “gol de cabeza” en la cancha de la justicia mexicana.
Con informacion: LASILLA ROTA/

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