En la imagen se observa a una mujer sentada en una silla de plástico, sosteniendo un cartón de huevos con ambas manos. Su postura corporal y la manera en que mira los huevos sugieren una mezcla de resignación y necesidad. No hay gestos de alegría ni de agradecimiento evidentes, lo que puede indicar que la entrega del apoyo es recibida más como una obligación o trámite que como un acto de auténtica ayuda.
El entorno —una calle común, bajo un árbol y con autos al fondo— refuerza la cotidianidad y la sencillez de la escena, alejándola de cualquier dramatismo. La mujer parece concentrada en el objeto recibido, lo que puede interpretarse como una señal de que el apoyo material es útil, pero no necesariamente suficiente para transformar su situación.
Este tipo de imágenes, donde la ayuda se entrega y se documenta gráficamente,suele hablar más del que otorga que del que recibe: la persona retratada se convierte en un símbolo de necesidad, pero su voz, emociones y contexto quedan fuera del encuadre. Así, la imagen nos dice que la ayuda es bienvenida, pero también evidencia una relación asimétrica, donde la dignidad de la persona queda supeditada a la narrativa del benefactor.
Hacer el bien, pero sin mirar a quien
La frase “hacer el bien pero sin mirar a quién” significa actuar con bondad y generosidad de manera desinteresada, es decir, ayudar a otros sin importar quiénes sean, sin buscar reconocimiento, recompensa o aprobación, y sin discriminar a quién se beneficia de nuestras acciones. El valor central de este proverbio es la ética altruista: la verdadera virtud está en hacer el bien por el simple hecho de hacerlo, no por intereses personales ni por la imagen que pueda proyectarse a los demás.
El origen de esta expresión es antiguo y, aunque no aparece literalmente en la Biblia, sí se asocia con enseñanzas bíblicas sobre la compasión y la ayuda al prójimo, como en Proverbios 3:27: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo”. También fue popularizada en la literatura por el escritor peruano Ricardo Palma en su cuento “Haz bien sin mirar a quién”.
“hacer el bien sin mirar a quién” nos invita a practicar la bondad y la solidaridad de forma genuina, sin esperar nada a cambio y sin importar la identidad o condición de la persona que recibe la ayuda.
Los huevos de Roberto:
La publicación en redes sociales de Roberto Cepeda Ramírez muestra una serie de fotografías en las que él y su equipo entregan cartones de huevos a personas en viviendas de Ciudad Victoria, Tamaulipas, acompañadas del mensaje “Seguimos esta tarde recorriendo Casas. #SoyIndependiente 💜 #CdVictoria #CiudadVictoria #Tamaulipas”. Este tipo de imágenes y mensajes suelen buscar proyectar cercanía con la ciudadanía y un compromiso social directo, especialmente en contextos electorales o de activismo político.
Sin embargo, la práctica de entregar apoyos materiales y difundirlo en redes sociales plantea cuestionamientos éticos y políticos relevantes:
- Condicionamiento y dignidad: Aunque la entrega de apoyos puede responder a necesidades reales, la difusión de imágenes de personas recibiendo ayuda puede interpretarse como una forma de condicionar la dignidad de los beneficiarios a cambio de promoción personal o política. Esto es especialmente delicado en contextos de alta vulnerabilidad social.
- Instrumentalización de la pobreza: El uso de imágenes de personas en situación de necesidad para fines de autopromoción política puede considerarse una forma de instrumentalización de la pobreza, perpetuando la narrativa de que la solución a la marginación depende de la caridad de actores individuales y no del acceso universal a derechos y políticas públicas estructurales.
- Coherencia con el discurso: Llama la atención que en su propia plataforma electoral, Roberto Cepeda denuncia la práctica de condicionar apoyos sociales a cambio de votos y se compromete a proponer sanciones severas para quienes lo hagan, así como a trabajar por la justicia social y la erradicación de la pobreza desde el Congreso[2]. Sin embargo, la publicación de este tipo de imágenes puede contradecir el espíritu de su discurso, al replicar dinámicas asistencialistas que él mismo critica.
- Transparencia y rendición de cuentas: Si bien no hay evidencia explícita de condicionamiento del voto en la publicación, la transparencia sobre el origen de los recursos y la finalidad de los apoyos es fundamental para evitar suspicacias sobre clientelismo o promoción indebida.
En conclusión, aunque la intención de ayudar puede ser legítima y mas que loable, la exposición pública de la entrega de apoyos materiales en redes sociales abre un debate sobre los límites éticos de la promoción política y la necesidad de privilegiar la dignidad y los derechos de las personas por encima de la imagen personal o electoral.

Con informacion :@Redes/

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