El Diputado Ricardo Monreal es un político experimentado, hábil negociador y operador de Morena, conocido por su pragmatismo y por moverse con soltura en el lodazal de la politica y la corrupción de diferentes corrientes cada vez mas corrientes.
Ha sido señalado por prácticas políticas cuestionables y por su capacidad para adaptarse a los vientos del poder, pues pertenecen al conglomérado de animales politicos a los que les puedes dar de tragar mierda y hasta te piden otro plato.
Su reciente de defensa de la reforma judicial en 10 razones,publicada por EL PAIS, debe leerse en clave política: busca consolidar el control de Morena sobre el Poder Judicial bajo el discurso de democratización y justicia social, pero los riesgos de politización, pérdida de independencia y captura institucional son reales y graves.
Aquí tienes un análisis crítico, punto por punto, de los 10 argumentos presentados por Ricardo Monreal Ávila para acudir a votar en la elección judicial, sin soslayar su perfil político y antecedentes como legislador polémico.
1. “Es una elección para el presente y el futuro”
Argumento: Los elegidos estarán hasta nueve años, sentando bases para la justicia en décadas.
Contrapunto:
Si bien la duración de los cargos es relevante, la legitimidad y calidad de quienes resulten electos depende del proceso de selección y de las reglas del juego. Si el sistema de candidaturas está cooptado por intereses partidistas, la permanencia de los elegidos podría perpetuar vicios, no necesariamente robustecer la justicia. Además, la reelección puede fomentar clientelismo y dependencia política.
2. “Oportunidad de elegir a los máximos jueces y magistrados”
Argumento: Se eligen integrantes clave del Poder Judicial y del Tribunal Electoral.
Contrapunto:
La elección directa de jueces y magistrados es un modelo inédito en México y con pocos precedentes exitosos en el mundo. La experiencia internacional (por ejemplo, en Estados Unidos) muestra que la elección popular puede politizar la justicia y someterla a intereses coyunturales, campañas costosas y presiones mediáticas, en lugar de fortalecer su independencia.
3. “Las candidaturas tienen formación y experiencia”
Argumento: La mayoría son profesionales con posgrados y experiencia judicial.
Contrapunto:
No basta con tener títulos y experiencia en el Poder Judicial si el proceso de selección está sesgado o manipulado para favorecer a perfiles afines al partido dominante. Además, la experiencia no garantiza independencia ni ética: muchos jueces y magistrados han sido señalados por corrupción o sumisión al poder político.
4. “La reforma toca el corazón del sistema judicial”
Argumento: El voto legitima y hace más visible el desempeño de los jueces.
Contrapunto:
La legitimidad de origen no sustituye la legitimidad de ejercicio. Un juez electo por voto popular puede sentirse presionado por la opinión pública o por quienes financiaron su campaña, en vez de apegarse estrictamente a la ley y la Constitución. La visibilidad no garantiza imparcialidad.
5. “Tensión histórica entre centralismo y federalismo, y deuda de justicia”
Argumento: El sistema ha cambiado mucho, pero la deuda de justicia persiste.
Contrapunto:
La deuda de justicia no se resuelve únicamente cambiando el método de selección de jueces. Se requieren recursos, capacitación, autonomía real y mecanismos de rendición de cuentas efectivos. La politización del proceso puede agravar la crisis, no resolverla.
6. “Oportunidad de modificar lo que no funciona (impunidad, corrupción)”
Argumento: El voto puede combatir la impunidad y la corrupción judicial.
Contrapunto:
La impunidad y corrupción en el sistema de justicia son problemas estructurales. La elección popular no garantiza su erradicación; podría incluso abrir la puerta a nuevos tipos de corrupción, como la compra de votos o la captura de jueces por intereses económicos y políticos.
7. “Cambio de paradigma: jueces cercanos a la sociedad”
Argumento: El voto acerca a los jueces a la ciudadanía y privilegia la conciliación.
Contrapunto:
La cercanía con la sociedad es deseable, pero la independencia judicial es indispensable. Un juez que busca ser popular puede caer en el populismo punitivo o dictar sentencias para agradar a la mayoría, no para hacer justicia. El riesgo es la pérdida de imparcialidad.
8. “Evaluación del desempeño y garantía de imparcialidad”
Argumento: Se evaluará el cumplimiento y la imparcialidad de los jueces.
Contrapunto:
La evaluación del desempeño es positiva, pero debe ser técnica y no política. Si la evaluación depende de criterios populistas o de la presión de grupos de interés, se pierde el sentido de justicia. Además, la imparcialidad no se garantiza solo con el voto, sino con un marco institucional sólido.
9. “Avance en la paridad de género”
Argumento: Habrá paridad entre mujeres y hombres en las candidaturas.
Contrapunto:
La paridad es un avance, pero no debe ser usada como justificación para legitimar un proceso deficiente o manipulado. La igualdad de género debe ir acompañada de transparencia, mérito y autonomía judicial, no de cuotas partidistas.
10. “Nueva generación de servidores judiciales, legitimados por el voto”
Argumento: Diversidad de orígenes y legitimación democrática.
Contrapunto:
La diversidad es positiva, pero si el proceso de selección está controlado por el partido en el poder (Morena, en este caso), la “legitimación democrática” puede ser solo formal, no real. La cooptación política de los jueces es un riesgo latente.
Conclusión
La participación ciudadana es fundamental, pero no debe confundirse con la aceptación acrítica de reformas que van a tener consecuencias negativas para la democracia y la justicia. La elección de jueces por voto popular, tal como está planteada, abre más preguntas que respuestas y se encamina a ser un grave, muy grave retroceso.
Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS

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