“FUE FLOJITA y COOPERANDO”: “AMAGO del GARROTE ARANCELARIO de TRUMP SI FUNCIONA y SHEINBAUM ACUERDA PAGAR el AGUA del ACUERDO”…este fluyo rápido,pero confianza en que defendiera sus recursos sigue estancada.”

Tras las amenazas de Donald Trump de imponer más aranceles, México y Estados Unidos dieron a conocer ayer un nuevo acuerdo de aguas, que implicaría una transferencia inmediata por parte del País.

La posición de Sheinbaum no sorprende y hasta se entiende, pues en el ajedrez diplomático del agua, México volvió a mover primero para evitar el jaque de Washington, pero la partida por la soberanía hídrica apenas comienza.”

Así, entre amenazas y acuerdos exprés, la defensa de los intereses nacionales quedó, una vez más, a merced de la presión extranjera y de la urgencia política.Mientras el Río Bravo sigue su curso, la pregunta queda flotando: ¿quién protege realmente el interés nacional cuando el agua se negocia bajo presión?,porque el acuerdo fluye, pero la confianza en que México defienda sus recursos sigue estancada.”

Desmenuzando el “flojita y cooperando” de Sheinbaum ante Trump y el acuerdo de aguas

Mediante este acuerdo dado a conocer ayer, el Gobierno mexicano ofreció traspasar agua de las presas internacionales La Amistad y Falcón, en Coahuila y Tamaulipas, respectivamente, e incrementar las entregas de seis afluentes del Río Bravo, considerados en el tratado bilateral de 1944.

El acuerdo ha generado críticas sobre la postura del gobierno de Claudia Sheinbaum y la protección de los intereses nacionales. A continuación, se desglosa el contexto, el contenido del acuerdo, las implicaciones y las tensiones políticas y técnicas que lo rodean.

Contexto: presión de Trump y urgencia mexicana

• Donald Trump amenazó con aranceles y sanciones si México no cumplía con la entrega de agua a Texas conforme al Tratado de Aguas de 1944, acusando a México de “robar agua” y de violar sus obligaciones, lo que elevó la tensión diplomática.
• México tenía un déficit de más de 1,500 millones de metros cúbicos en el ciclo quinquenal que vence en octubre de 2025, en parte por la sequía prolongada en el norte del país.

La respuesta y narrativa oficial de Sheinbaum

• Claudia Sheinbaum respondió públicamente defendiendo la soberanía mexicana y asegurando que su gobierno ya había enviado una propuesta técnica a Washington para cubrir el adeudo, argumentando que la sequía ha dificultado el cumplimiento, pero que México ha estado “cumpliendo en la medida de la disponibilidad de agua”.
• La presidenta subrayó que la prioridad es garantizar el abasto humano y tecnificar el riego agrícola para reducir el consumo y evitar afectaciones a la población mexicana.

El acuerdo: ¿qué se comprometió México a entregar?

• México se comprometió a transferencias “inmediatas” de agua a Estados Unidos desde las presas internacionales La Amistad y Falcón (Coahuila y Tamaulipas), así como a incrementar la entrega de agua de seis afluentes del Río Bravo y, de manera inédita, del Río San Juan, donde está la presa El Cuchillo, principal fuente de abasto para Monterrey.
• El acuerdo fue celebrado por autoridades estadounidenses como un “triunfo” para la agricultura texana, y por la rapidez con que México accedió a cumplir tras la presión de Trump.

¿Qué implica el uso de El Cuchillo y el San Juan?

• Aunque el tratado de 1944 no contempla el Río San Juan entre los seis afluentes principales para entrega a EE.UU., la reciente Minuta 331 de la CILA (noviembre de 2024) permite, de forma temporal hasta 2029, usar aguas de los ríos San Juan y Álamo para cumplir con el tratado, siempre que México “no las necesite” y lo acuerde con EE.UU.
• En la práctica, ya se han transferido decenas de millones de metros cúbicos de El Cuchillo a Texas, lo que ha provocado protestas en Nuevo León y Tamaulipas, pues esa agua abastece a Monterrey y a agricultores locales

Riesgos y críticas: ¿cedió México demasiado rápido?

• El acuerdo se alcanzó apenas 18 días después de la amenaza arancelaria de Trump, lo que para críticos y analistas evidencia una postura de “flojita y cooperando”, es decir, una rápida concesión ante la presión estadounidense, sin una negociación que priorizara los intereses mexicanos ni transparencia sobre los criterios técnicos y sociales para la entrega de agua.
• La incorporación de El Cuchillo y el San Juan al sistema de entregas, aunque legalmente avalada por la CILA, implica riesgos para el abasto urbano de Monterrey y para los agricultores del noreste, pues esas reservas podrían ser necesarias en el futuro inmediato ante la persistente sequía.
• El acuerdo, aunque enmarcado en la narrativa de “cooperación técnica”, fue presentado por Washington como resultado de su presión y liderazgo, mientras que la postura mexicana fue defensiva y reactiva, sin lograr concesiones a cambio (por ejemplo, en materia de inversión en infraestructura o flexibilización de plazos).

Conclusión:

El acuerdo de aguas bajo la presidencia de Sheinbaum, alcanzado tras la amenaza de Trump, evidencia una respuesta rápida y cooperativa de México, que priorizó evitar sanciones comerciales y cumplir con el tratado, aun a costa de comprometer recursos hídricos estratégicos para el país. 

Si bien la narrativa oficial enfatiza la protección del consumo humano y la tecnificación agrícola, la realidad es que la presión estadounidense y la urgencia por evitar conflictos comerciales llevaron a una postura que muchos califican como de “flojita y cooperando”, con implicaciones serias para la seguridad hídrica de regiones clave del norte mexicano.

Con informacion: ELNORTE/