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domingo, 16 de febrero de 2025

“CHAPITOS y MAYOS ALLÁ o MAYOS y CHAPITOS ACÁ”:”ESTIRPES y PARENTELAS NARCAS de DOS FAMILIAS COMPARTEN el VICIO de ser BIEN DEDOS y BIEN POCO MACIZOS”…no saben que al ojo por ojo se van a quedar ciegas las dos.


Extrañas coincidencias de Guzmanes y Zambadas en esta coyuntura de la disputa violenta en Culiacán y Sinaloa: Ambas familias tienen a parte de su organización en Estados Unidos enfrentando acusaciones o liberados en calidad de testigos protegidos; hasta donde es posible saber ambos siguen con sus operaciones de trasiego de drogas y otros delitos que controlan; y ninguno da tregua en los enfrentamientos homicidas y demás ataques que cumplen cuatro meses. 

Ahora tan enemigos y al mismo tiempo tan parecidos. Dos organizaciones mafiosas donde casi toda la estirpe se involucra en los negocios de los patriarcas.

Por el lado de los Guzmán una mitad de los herederos están allá, en Estados Unidos, con todos los indicios de cerrar un trato con el gobierno para permutar los delitos que aceptarán que cometieron y entregar información a cambio; otra mitad de los hijos del Chapoestán acá —donde quiera que sea ese acá—, manteniendo a flote los negocios ilícitos de su organización y además con un frente de disputa abierto con el heredero del socio y aliado clave de toda la vida.

Por el lado de quienes han sido cercanos a Ismael Zambada García, igual están en Estados Unidos: dos de sus hijos y un hermano —ya liberado—, empezaron antes el trayecto de acuerdos judiciales. También está una parte de su organización sin detener los negocios ilícitos y al mismo tiempo organizando células armadas para mantener los ataques a sus enemigos.

Con el resultado de la audiencia del pasado 7 de enero en la Corte del Distrito Norte de Illinois, en Chicago, el futuro de los Guzmán López, Ovidio y Joaquín, muestra todos los elementos de que concluirá con un acuerdo de culpabilidad que implicará cooperación, eventuales declaraciones en juicios contra otros capos, información, y una futura liberación. No es oficial pero es la ruta que han seguido otros capos del narcotráfico capturados en México y extraditados a los Estados Unidos. El caso emblemático es el de Vicente Zambada o recientemente el de Dámaso López Serrano.

Por el lado de Ismael Zambada García muy pronto también se estará perfilando qué es lo que ocurrirá. Esta misma semana tendrá una tercera audiencia enfrentándose a un juez, luego de las dos de rutina: una en agosto recién llegado a Estados Unidos en una historia de novela del narco, otra en su traslado de Texas a Nueva York, y esta tercera donde quizá se den elementos para entender el embrollo que provocó la explosión violenta en Culiacán.

Las dos historias, las de los Guzmán y la de Zambada, podrían tener como consecuencia fundamental que al cerrarse el acuerdo judicial entre ellos y el gobierno estadunidense, se selle el expediente y sea imposible conocer cualquier detalle sobre el acuerdo o lo que cualquiera de ellos terminó confesando a las agencias americanas.

Margen de error

(USA) Si esta historia inició en julio de 2024 con la llegada del MayoZambada a los Estados Unidos es posible que sea allá mismo donde se defina su desenlace. Ya pasó medio año y no es posible saber con certeza si se trató de una captura diseñada por un mago del espionaje, o Ismael Zambada solo terminó por entregarse con un acuerdo previo para cerrar una vida entera en el crimen.

Estos meses de audiencias de trámite no aportan hasta el momento ningún indicio confiable sobre lo que viene ocurriendo para entender y posiblemente detener la larga ola violenta que sigue azotando a Sinaloa.

Por el lado de los Guzmán siguen ganando tiempo, porque la audiencia de la semana pasada lo único que indica es que tanto Ovidio como su hermano Joaquín solicitan más tiempo y consiguen la anuencia del sistema judicial estadunidense para patear el bote hasta el mes de marzo.

Esta semana podría revelarse algún indicio sobre lo que ocurre del lado de Ismael Zambada, quien mejor que nadie conoce de primera mano qué es real y qué ficción en los tratos con las agencias y el gobierno de los Estados Unidos. A su hijo Vicente Zambada le tomó solo once años pasar de cabeza de un poderosa organización delictiva a ser un hombre libre.

Primera cita

(Vicentillo) Si el patriarca Mayo Zambada habla obtendría los beneficios similares o mejores que su hijo Vicentillo. Ni siquiera necesita decir todo lo que sabe, bastaría con algunas revelaciones que acumuló en una vida en la mafia. A diferencia de su hijo, que con menos de 50 alcanzó la libertad sin deberle nada a la justicia, al Mayo solo le resta pensar en el retiro.

Ismael Zambada García, el histórico capo que vivió todo lo que le ha ocurrido a este país y en buena parte del mundo, está en una fase decisiva de su vida.

Cuando su hijo Vicente alcanzó la libertad, ante el juez soltó una frase que es básica y de libreto en los juicios americanos, una frase que el Mayo podría enmarcar o aprenderse de memoria en este momento: “Creo que todo el mundo merece una segunda oportunidad”, dijo el Vicentillo el día de su sentencia. Agregó: “He sacrificado mucho dejando esta vida y sacando a mi familia del mundo en el que vivían. Y lo haría otra vez”, mientras se arrepentía de sus “malas decisiones” en lo que llamó su otra vida criminal. Pidió perdón a sus hijos, a su esposa y a su madre. (Es curioso que no haya incluido a su padre).

Finalmente dijo al juez: “Este arrepentimiento no vino ayer. Ha estado conmigo desde hace años y nadie me dejará mentir porque lo he probado con mis hechos, no solo con mis palabras”. Y cuando decía que lo demostró con los hechos no era mentira, se refería a su testimonio contra su compadre el Chapo Guzmán. Otra curiosa coincidencia, porque el Vicentillo declaró contra el Chapo y ahora se dice que un Guzmán entregó a su padre (PUNTO).

Con informacion.-RIODOCE/

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