La traición. Siempre la traición. Somos el México de la traición, el México del chantaje. El México en el que sus personajes clave despliegan “colas” que permiten validar la extorsión.
Ocurrió con la traición de los Yunes en la Cámara de Senadores, cuando ese voto que le dio la espalda a su partido -el PAN- acabó por legitimar la Mayoría Calificada de Morena que le permitió abrir el paso para instaurar la autocracia legislativa.
Y ayer se cerró el círculo de las traiciones cuando el ministro Alberto Pérez Dayán se deslindó del bloque de los ocho y dio su voto en contra, para sumarse a las tres ministras de Morena, que dejaron el camino libre para aprobar esas reformas constitucionales. Suficiente para boicotear los dos tercios de los votos exigidos para declarar no viable la Reforma Judicial.
A pesar de que las renuncias de los ocho ministros de la Suprema Corte despertaron la esperanza de la creación de un bloque para impedir las reformas propuestas, siempre existió el temor de que uno solo de esos ocho fuera “convencido” de que votara en contra del dictamen presentado por el ministro Juan Luis González Alcántara.
En apariencia, la traición del ministro Pérez Dayán, se daría ante la presunta amenaza de dar a conocer un expediente en el que se le acusaba de abuso sexual que, de ser cierto, se significaba como una “cola”, una potencial infracción penal suficiente para hacerlo cambiar su voto para romper la mayoría de los dos tercios.
En su red social “X”, el presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, dio la pauta: “Hoy es un día oscuro para nuestro país. La traición del ministro Alberto Pérez Dayán evitó que se declarara la invalidez de la dañina #ReformaAlPoderJudicial, enterrando la división de poderes, el Estado de Derecho y la carrera judicial. Lo que abre paso a un país donde las decisiones las toma una sola persona. Las y los priistas seguiremos luchando por las libertades de las y los mexicanos, y acudiremos a instancias internacionales para denunciar lo que ocurre en México. ¡Esto no ha terminado!”.
Ante las sospechas de traición, el ministro Pérez Dayán declaró al diario Reforma que “simplemente decidí, de acuerdo con lo que he expresado en precedentes. No existe denuncia ni carpeta de investigación en mi contra, eso es falso. Me dolería resolver de manera diferente a lo que pienso, siempre ha sido así… No imagino una Corte que tenga la atribución de decidir qué lleva la Constitución y qué no lleva”.
Tras conocer la decisión del ministro Pérez Dayán, los siete ministros restantes que apoyaban el rechazo a la propuesta de reformas al Poder Judicial se limitaron a desacreditar los argumentos, sin entrar a debatir el fondo de la propuesta, con lo que se dejó abierta la puerta para que continúe el debate sobre las docenas de Amparos otorgados por jueces en contra de la Reforma Judicial.
En su columna en el diario Milenio, el panista Diego Fernández de Ceballos sentenció que “los recientes cambios constitucionales -y los que están en trámite- aniquilan nuestra vida republicana. Los tres Poderes de la Unión serán calaveras colonizadas por gérmenes patógenos, pues se ha instalado en nuestra patria el Tercer Imperio”.
La instauración de ese fantasma autoritario que no fue posible frenar ayer sólo fue posible desde la amenaza, desde la extorsión, desde el chantaje que dio pie a la traición. Un ministro con un posible expediente intimidatorio entregó la República al arbitrio de un solo partido que será, desde ahora, la última palabra de Ley.
Fuente.-CODIGO MAGENTA/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: