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miércoles, 9 de octubre de 2024

EL «SEXENIO de PODER de OTRO GARCIA»: «EX-LUGARTENIENTE de CARTELES y GARCIA LUNA YA es DESPUES de NARCOS el MAS PODEROSO en NUEVO GABINETE FEDERAL y MILITAR …y otro fracaso toca la puerta.


Omar García Harfuch es el secretario con mayor poder dentro del gabinete federal. La Estrategia Nacional de Seguridad anunciada hoy por la administración de Claudia Sheinbaum representa el primer quiebre de política pública en relación al sexenio de Andrés Manuel López Obrador. El nuevo gobierno pretende concentrar facultades de inteligencia, investigación y coordinación de todas las agencias de seguridad en la figura de Omar García Harfuch. Además, el secretario de Seguridad Ciudadana será el eje de la relación del gobierno mexicano con las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos.

El empoderamiento de García Harfuch contrasta con los esfuerzos del ala más radical de la coalición lopezobradorista para descarrilar sus aspiraciones como precandidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el proceso electoral de 2024. 

Ahora, el secretario de Seguridad Ciudadana tendrá bajo su jurisdicción el control de un gabinete de seguridad y la construcción de un equipo especializado, abocado al combate financiero del crimen organizado conformado por la Unidad de Inteligencia Financiera, la Procuraduría Fiscal, Pemex Logística y el SAT.

En el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, estos esfuerzos se gestionaron bajo una organización informal de funcionarios de alto nivel conocido como “El Grupo de Judicialización”, que incluía a los titulares de la FGR, la Consejería Jurídica de la Presidencia, la UIF, el Centro Nacional de Inteligencia, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina. El grupo implosionó por diferencias políticas.

En consecuencia, el gobierno de Sheinbaum ha privilegiado una estructura vertical del aparato, con Omar García Harfuch a la cabeza. El secretario de Seguridad Ciudadana será el ejecutor de una política explícita de la estrategia nacional de seguridad para fusionar los sistemas de inteligencia de todas las agencias federales y locales de la estructura. En los hechos, esto garantiza un derecho de veto a García Harfuch sobre todos los secretarios de seguridad pública de los gobiernos estatales.

La nueva estrategia

El nuevo modelo de seguridad se aparta del mantra de “abrazos, no balazos” del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El enfoque propuesto por García Harfuch plantea como objetivos explícitos de la estrategia nacional de seguridad la reducción de la violencia homicida y la neutralización de generadores de violencia.

El secretario de Seguridad Ciudadana ha enfatizado que esto requiere de un mayor control del sistema federal penitenciario, de la construcción de capacidades, de policías locales de proximidad y de la generación de inteligencia para su utilización en la judicialización de carpetas de investigación.

Aunque Sheinbaum declaró que “no va a regresar la guerra contra el narco de Felipe Calderón”, la presidenta aclaró que con esto se refiere a una política de prevención de ejecuciones extrajudiciales como la que se registró en Chiapas en los primeros días del sexenio.

Esto implica una diferencia fundamental con la política de indiferencia que el gobierno de López Obrador propició, en relación a la expansión de las organizaciones criminales. Un síntoma de diferenciación: en la presentación de la estrategia nacional de seguridad, Omar García Harfuch declaró que los grupos delincuenciales cuentan con un poder de fuego sin precedentes.

La estrategia nacional de seguridad prioriza la pacificación de los municipios con una tasa extraordinaria, por encima de la media, de homicidios por cada cien mil habitantes: Colima (173.2), Tijuana (86.6), Acapulco (85.3), Celaya (68.3), Cajeme (67.4), Ciudad Juárez (64.1) Tlajomulco de Zúñiga (42.9), Chihuahua (38.9), León (36.9) y Benito Juárez (34.6). También propone un enfoque de atención a regiones especiales con Chiapas, donde grupos paramilitares convergen con una guerra entre cárteles, o la zona citrícola de Michoacán, que ha sido acosada por una red paramilitar de extorsión. De acuerdo a The Wall Street Journal, la estrategia contempla una política de combate al tráfico de fentanilo, una petición de larga data del gobierno de Estados Unidos.

García Harfuch en el centro

Los dos brazos operativos más importantes de Omar García Harfuch en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México han asumido posiciones clave en el aparato de seguridad: Francisco Almazán Barrios, ex jefe de la Policía de Investigación de la capital, fue nombrado director del Centro Nacional de Inteligencia. Israel Benítez López, ex número dos de la corporación policial de la Ciudad de México y quien lleva el apodo del “Jefe Máximo”, fue designado director de Pemex Logística.

El secretario de Seguridad Ciudadana se ha hecho del control de dos agencias con una fuerte carga política. Por un lado, ha desplazado a uno de los poderes fácticos más importantes del sexenio de Andrés Manuel López Obrador: el general Audomaro Martínez Zapata, el asesor de seguridad más cercano al ex presidente y un aliado de primera línea de Andrés Manuel López Beltrán. Por otra parte, el desembarco del equipo de García Harfuch en Pemex Logística implica la sustitución de una cartera que supervisó la explosión del negocio del tráfico ilegal de hidrocarburos en la administración de López Obrador.

En las dos primeras semanas del sexenio de Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch ha asumido un rol activo en la gestión de los casos más críticos de seguridad nacional: se reunió con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y le recomendó trasladar la sesión del gabinete de seguridad a Culiacán para mostrar fuerza frente a los grupos criminales; recibió en su oficina al debilitado gobernador de Nuevo León, Samuel García, que preside un deterioro sin precedentes en una década en la violencia homicida en el estado; tomó el control de la investigación del asesinato del alcalde de Chilpancingo; y se reunirá con la gobernadora de Guanajuato, Libia García, para supervisar la salida del fiscal estatal Carlos Zamarripa.

A pesar de la concentración de poder, Omar García Harfuch todavía enfrenta dos fantasmas que ensombrecen su gestión: el atentado en su contra en Paseo de la Reforma, perpetrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, y el asesinato de su mano derecha, Milton Morales, ocurrido apenas semanas después de la victoria electoral de Claudia Sheinbaum.

Fuente.-CODIGO MAGENTA/

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