El huachicoleo se expande por las carreteras del País a la vista de todos, incluso de las autoridades federales y estatales.
Acompañando a un trailero en una ruta completa, un periodista de EL NORTE constató que redes bien articuladas operan las 24 horas del día en Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México a lo largo de la ruta Monterrey-CDMX, que se hizo de ida y vuelta en diferentes días.
La impunidad es tal ahí que el combustible ilegal se vende en carreteras en áreas conurbadas, como la de Monterrey, mientras que entre la Ciudad de México y Querétaro patrullas de la Policía Federal se estacionan afuera de los centros huachicoleros hasta cuando están surtiendo combustible.
En el recorrido se observó que hay puntos, como en San Luis Potosí, donde camiones y pickups circulan con bidones cargados con combustible a la vista, sin la intervención de las autoridades.
A lo largo de esa ruta, explicó una fuente, los grupos se comunican por zonas a través de WhatsApp para alertarse en caso de algún operativo.
"La venta de huachicol no es algo nuevo", dijo, "pero desde enero ya lo venden como si nada en la Carretera (57).
"A veces es más fácil encontrar gasolina o diesel (ilegal) que una vulcanizadora o comida".
Al iniciar el recorrido por el Libramiento Noroeste y cruzar Apodaca, Escobedo, Monterrey y García se constató la venta de combustible en al menos cinco puntos.
Ya en la Carretera 57, la venta ilegal se intensifica en los límites de Nuevo León y San Luis Potosí.
Ahí es común que durante el día la venta de combustible se haga usando como fachada negocios como vulcanizadoras, talleres mecánicos, cafeterías, restaurantes y hasta puestos de artesanías y lugares que ofrecen el servicio de regaderas.
"Sólo te paras enfrente, pitas, y ellos salen y te preguntan si quieres vender o comprar", explicó un trailero en referencia a que hay camioneros que venden el combustible que traen en sus tanques.
El costo actual por "boya", cubeta o garrafa de 25 litros ronda entre 350 y 380 pesos.
"Un huachicolero de la Autopista 57 gana hasta 10 mil pesos diarios", dijo.
Al caer la noche, los vendedores invaden las carreteras con lámparas, con las que los identifican como huachicoleros.
"Cuando veas una lámpara", refirió otra persona, "ahí venden huachicol".
En gran parte de esos lugares a lo largo de la carretera trabajan familias completas, hasta con niños.
Tan a la vista están esos negocios ilegales que usan los mapas disponibles en internet para que los interesados identifiquen sus servicios bajo la búsqueda "huachicoleras".
Uno de estos lugares está en el poblado Los Amoles, en San Luis Potosí, donde la mayor parte de los habitantes se dedica a la compra-venta de combustible robado y pickups circulan con botes llenos de combustible, en una escena que se repite en reiteradas ocasiones a lo largo de cientos de kilómetros.
fuente.-
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