Más de una docena de camiones de carga que transportaban varias toneladas de pulpo congelado han sido atracados en México en el último mes, lo que demuestra que los grupos criminales buscan constantemente nuevas fuentes de ingresos, incluso en los lugares más inverosímiles.
Tras el devastador terremoto que sacudió a la Ciudad de México el 19 de septiembre, 14 camiones de carga que transportaban varias toneladas de pulpo congelado han sido robados en las carreteras federales que parten del estado caribeño de Yucatán hacia otras partes del país, informó El Diario de Yucatán.
Según la publicación local, cada tráiler llevaba 25 toneladas de pulpo, equivalentes a unos US$3 millones. Se estima que las pérdidas por los robos suman ya más de US$40 millones en total.
Según El Diario de Yucatán, en los últimos dos años se han registrado sólo uno o dos robos de cargamentos de pulpo congelado.
La reciente ola de robos ha afectado especialmente a los productores de pulpo de Yucatán. Tradicionalmente, los comerciantes europeos le han comprado grandes cantidades de pulpo a la comunidad pesquera local. De hecho, según El Diario de Yucatán, este año se han enviado cargamentos por un total de 2.000 toneladas de pulpo.
Sin embargo, hasta el momento sólo uno de los cargamentos robados ha sido recuperado gracias a una operación tras la cual la policía federal arrestó a tres presuntos ladrones en el estado de Puebla, ubicado en el centro del país.
Las autoridades estatales y federales de México han sido notificadas de los robos, y la comunidad pesquera local ha pedido protección para los cargamentos en el futuro, así como una exhaustiva investigación de los robos.
Análisis de InSight Crime
Las organizaciones criminales mexicanas están constantemente diversificando sus actividades criminales, y la reciente ola de robos de pulpo sugiere que pueden estar aprovechando una nueva oportunidad en el vasto mar de las empresas ilícitas.
Antes de los recientes informes de que los grupos criminales mexicanos estaban robando cargamentos de moluscos, hubo otros indicios de que el hampa del país estaba pescando en río revuelto. Desde el año 2000, por ejemplo, las autoridades han incautado unos US$15 millones en vejigas natatorias de contrabando extraídas ilegalmente de una especie protegida, conocida como pez totoaba.
Las vejigas de totoaba suelen ser traficadas y vendidas en Asia, donde son altamente apetecidas. Sin embargo, no se sabe a dónde se envían las toneladas de pulpo robado. Extraer las 350 toneladas de moluscos que han sido robadas en las últimas semanas requiere no sólo una enorme demanda en el mercado negro de este producto, sino además una infraestructura altamente sofisticada para poder llevarlo a su destino final.
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