Mireya prefirió matar a sus hijos
que entregárselos a su ex esposo.
Habían estado separados por casi
2 años, pero perdió el juicio de custodia y ahora tenía que dárselos a su ex
pareja.
Por ello, la tarde de ayer, la
mujer de 38 años los engañó para que tomaran un medicamento, lo mismo que a su
padre Enrique, de 70.
Tiempo después, un pequeño de 10
años, unos gemelos de 6 y el abuelo murieron en una de las recámaras del
inmueble, ubicado en Avenida San Bernabé, en la Colonia San Jerónimo, en
Magdalena Contreras.
Mireya también tomó los
medicamentos y falleció.
Los hechos fueron confirmados
ayer por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad (PGJ).
La dependencia detalló que la abuela,
Rosa María, de 68 años de edad, sobrevivió y fue trasladada inconsciente a un
hospital cercano, al tiempo que peritos y agentes de Investigación llegaron al
domicilio a realizar las primeras pesquisas.
En el cuarto donde estaban los 5
cuerpos, peritos localizaron una carta póstuma que explicaba las razones por
las que Mireya decidió matar a toda su familia.
Los menores que perdieron la vida
fueron Emiliano, de 10 años de edad, y Arantza y Regina, de 6.
Los cadáveres fueron descubiertos
por Antonio, un empleado doméstico de la casa, quien recibió una llamada
telefónica de parte del hermano de Mireya.
Antonio recibió instrucciones de
dirigirse a la residencia para saber lo que ocurría, pues desde la mañana no
podía comunicarse con su hermana Mireya.
El hombre encontró los cuerpos y
posteriormente avisó a personal de la Policía capitalina y de Protección Civil.
En el recado póstumo, Mireya
admitió estar deprimida por tener que entregar a sus hijos.
Fuente.-
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