La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyó más de 18.000 armas de fuego tan sólo en lo que va del mes de agosto. Las armas son de diversos tipos y calibres, incluyendo municiones, cargadores y accesorios.
Las armas han sido decomisadas a la delincuencia organizada, en el marco de la guerra contra el narcotráfico, o entregadas de manera voluntaria por parte de la población civil dentro del programa Canje de Armas.
Paradójicamente, según estadísticas de la Sedena, se ha recaudado un mayor número de armas en campañas pacíficas que en operativos de intercepción o de revisión militar. En México sólo existe un lugar donde la adquisición de armamento es legal: la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones, perteneciente a la Sedena. Contrario a los Estados Unidos, donde existen más de 50.000 tiendas donde se compran armas como despensa.
Existen múltiples modos de inutilizar un arma. Por ejemplo, en la 9ª Zona Militar, ubicada en Culiacán, Sinaloa, se aplastaron los artefactos mediante una máquina aplanadora de rodillo. Ver vídeo. El método consiste en colocar las armas sobre una superficie plana y firme, como asfalto o cemento, y pasar varias veces, por encima el vehículo pesado. Según el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, este método es considerado un inmediatamente anterior a la destrucción completa por otro medio, como la incineración.
En las instalaciones del '43º Batallón de Infantería' de Tepic, Nayarit, se utilizó el corte por disco, un método de “tecnología sencilla” para destruir pequeñas cantidades de armas. La ventaja de esta técnica es la movilidad y el bajo costo, sin embargo se requiere una gran densidad de mano de obra ya que se destruyen pocas armas a la vez.
Existen otras formas: detonación a cielo abierto, trituración, lanzamiento al mar, enterramiento o el corte hidroabrasivo (por chorro de agua), descrito como de nueva tecnología.
En el informe de las Naciones Unidas Métodos de destrucción de armas pequeñas, municiones y explosivos se dice que la celebración de ceremonias de destrucción de armas tiene un efecto importante en la población afectada por conflictos, sobre todo cuando quienes han intervenido directamente se encuentran presentes y participan en la operación. A continuación se presenta una lista de las zonas militares que han llevado a cabo las actividades de destrucción. Se espera que el programa continúe en once estados más de la República.
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