En Tlapacoyan, Veracruz, una tienda de abarrotes llamada “Yoselin y Jesús” se convirtió en un escenario de terror: tres mujeres de la misma familia —abuela, madre e hija— fueron acribilladas a balazos en su propio negocio, como si fueran blancos de tiro de la delincuencia. No hubo aviso, no hubo negociación, solo el estruendo de los fusiles y el silencio que dejaron tres cuerpos en el piso de una tienda donde antes se vendían refrescos, tortillas y la rutina de todos los días.
Las autoridades, como siempre, llegaron con sirenas, cinta amarilla y el ritual de la escena del crimen: peritos midiendo, policías acordonando, militares patrullando. Pero cuando se trata de mujeres, de familias humildes, de tiendas de barrio, el Estado se vuelve sordo, ciego y lento: ni detenidos, ni móvil, ni siquiera una rueda de prensa decente. Solo el clásico guion: “investigamos”, “no descartamos ninguna línea”, “pronto tendremos avances”… frases huecas que ya nadie cree.
Mientras tanto, en Veracruz, el reloj de los feminicidios no para: 59 mujeres asesinadas en menos de un año, y la alerta de violencia de género que suena como una alarma defectuosa, encendida pero sin que nadie haga nada. La historia de María Elena, Karla y Joselin no es una excepción; es la regla: mujeres que trabajan, que sacan adelante un negocio, que crían, y que un día cualquiera son borradas de un solo disparo, mientras el gobierno sigue haciendo cuentas y promesas vacías.
Más de la mitad de la población en México, el 51%, considera que la respuesta del Gobierno de Claudia Sheinbaum al asesinato de Carlos Manzo fue mala o muy mala, según los datos de una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio.
El ataque contra el popular alcalde de Uruapan, en Michoacán, durante una celebración por el Día de Muertos, en la plaza del municipio, conmocionó al país y generó una ola de indignación pocas veces vista en los últimos años. Un muchacho de 17 años, adicto a la metanfetamina, atacó al político, asesinato coordinado por una de las ramas del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Hasta hoy, se desconoce el motivo del atentado y sus autores intelectuales.
La población considera igualmente que es difícil que se aclare el caso. A día de hoy, el autor material y sus dos compinches en el terreno están muertos. El primero fue abatido por escoltas de Manzo, situación controvertida, ya que, cuando dispararon contra él, el joven ya había sido reducido. Los otros dos aparecieron muertos días después del atentado. Hay dos detenidos más, presuntos integrantes del CJNG, por organizar el ataque. Uno de ellos ya ha dicho que él no tuvo nada que ver y que los agentes que le detuvieron lo torturaron. Solo el 34% de los encuestados considera que las autoridades castigarán a todos los implicados. El 37% opina que solo a algunos y el 24%, que a ninguno.
La inseguridad sigue siendo el principal problema de México, según la encuesta, que la consultora realizó entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre, a partir de 1.201 entrevistas. Las respuestas dibujan un resultado idéntico al obtenido en la última encuesta, levantada en septiembre, que ya apuntaba una preocupación al alza de la ciudadanía en materia de seguridad, tendencia creciente en los últimos años. El 51% de los encuestados considera que la delincuencia, el narcotráfico, la violencia y el crimen organizado constituyen el principal problema del país.
Los datos muestran cierto recelo con la estrategia del Gobierno contra el crimen, anunciada como un acercamiento al problema sustentado en la investigación y la inteligencia. México cuenta cada año alrededor de 30.000 asesinatos, para una tasa de unos 20 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de la región, dejando de lado Ecuador.
Los casos de personas desaparecidas se cuentan igualmente por miles cada año y el problema de la extorsión crece sin contención en amplias regiones del país, alimentada por la irrupción de grupos y bandas criminales fuertemente armadas, que saltan además a otros negocios, de la extorsión al narcotráfico, o la minería.
Así, solo el 5% de los encuestados considera que el principal logro de Sheinbaum sea el combate a la delincuencia y la inseguridad. De hecho, el 21% de los encuestados opina que el Gobierno no ha enfrentado adecuadamente este problema pese a los anuncios del Gobierno de decenas de miles detenidos estos meses, los criminales extraditados o los grupos desarticulados. Incluso, un 3% señala que el Ejecutivo no ha puesto un alto al crimen organizado y/o se ha aliado con el narcotráfico.
El principal error de la mandataria y su gabinete yace precisamente en este rubro, según los encuestados, por encima de los asuntos económicos o cuestiones más abstractas, como su “liderazgo” o la “falta de interés en la población”.
Para más de la mitad de los encuestados, el combate a la corrupción y la seguridad han empeorado en estos 14 meses de mandato de Sheinbaum.
Es cierto que, en el primer asunto, escándalos de años pasados detonados en el presente podrían haber afectado la percepción del actual Gobierno, ninguno tan importante como las redes de huachicol fiscal vinculadas a la Secretaría de Marina. En septiembre, las autoridades detuvieron a más de una decena de personas por este asunto, causando un cisma al interior de la Armada, por las tareas de coordinación de mandos de la dependencia, en el contrabando de combustibles, falseando declaraciones arancelarias.
De cualquier manera, la principal preocupación en materia de seguridad para la población son los robos, sobre todo los asaltos callejeros, seguidos de los robos en casa, en los negocios, y el robo de autopartes. En términos globales, las ejecuciones y asesinatos suponen la segunda causa de preocupación para los mexicanos. El 14% de los encuestados reflejan esta tendencia.
Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS/PABLO FERRI
Cuando el gobierno se retira, la amapola regresa. En los cerros de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo,en el estado de Guerrero, la gente ya no espera promesas: las siembran. Les quitaron el apoyo federal de Sembrando Vida, así que volvieron al cultivo que sí da frutos —aunque duelan—, el de la amapola. Porque la tierra no entiende de decretos ni programas federales: quien la trabaja, come; quien la abandona, mata o muere.
Los comisarios de 66 comunidades ya se hartaron de esperar milagros desde Palacio Nacional o desde Chilpancingo. En asamblea decidieron algo tan simple y brutal como sobrevivir. No dejarán que el Ejército les arranque lo único que ahora les da de comer. Y si el Estado no los defiende, pues se defenderán solos. «Somos gente de paz», dicen… armados.
Mientras tanto, Evelyn Salgado, la gobernadora de MORENA, prometió aparecer en Puerto del Gallo, pero —como casi todos los funcionarios cuando huele a tierra y a polvo— canceló a última hora.
La flor prohibida que paga en efectivo
Esa flor, tan hermosa como maldita, es la base del opio y de ahí, del oro líquido que alimenta el negocio criminal: la heroína. En los setenta fue símbolo de guerra; hoy es, para muchos, símbolo de resistencia económica. En la sierra, la amapola no es un delito: es un salvavidas planetado sobre tierra fértil y olvido institucional. Mientras el discurso oficial presume paz, los comisarios locales discuten cómo defender sus sembradíos con rifles viejos y esperanza recién oxidada.
Los campesinos aseguran que ya no hay más opciones. Si el gobierno les quita los programas y el Ejército les destruye las cosechas, ¿de qué vivirán?
La sierra se queda sola de nuevo, con sus amapolas rojas ondeando como advertencia: el abandono también mata, pero lo hace en silencio y por etapas.
En resumen, donde el Estado se ausenta, florece el desorden. Y donde florece el desorden, la violencia germina. Pero que no digan luego que “nadie lo vio venir”: los campesinos ya lo están gritando desde la montaña.
Washington ya debe de saberlo,el lodazal político tamaulipeco que encabeza Morena y Americo Villarreal,acaba de dejar damnificado a uno de los hombres mas cercanos al gobernador y en extremo ligado a Sergio Carmona, extinto «Rey del Huachicol», pero ademas a los Zetas vía el abogado Juan Pablo Penilla y últimamente al Cartel del Golfo como intermediario de estos con Monica Villarreal,alcaldesa de Morena en Tampico y hermana del Gobernador.
Alejandro Rabago es uno de esos pocos personajes que habia logrado mojarse en muchos charcos sin perder el equilibrio , pero aquel que un día presumía voz y voto como representante de Américo Villarreal en la Ciudad de México, como tambien lo hizo en la oscura etapa del «carmonismo«, ese nefasto ecosistema donde el “rey del huachicol”, Sergio Carmona, mandaba más que los propios funcionarios, ya cayo y se va con con suficientes alicientes para delatar al «jefe».
Rábago, que hoy carga con el elegante prefijo de ex, no solo parece ,es el hilo conductor de una telaraña que une lo peor de cada casa: del Cártel del Golfo que domina o gobierna con todo y alcaldes toda esa región del sur de Tamaulipas, al despacho legal que protegía a pesos pesados como Miguel Angel Morales Treviño,alias el Z-40 o el Mayo Zambada , de la mano del siempre ubicuo abogado Penilla. Un verdadero catálogo de conexiones donde la legalidad brilla por su ausencia tanto como lo hacia el dinero a raudales.
Las fechas no mienten: mientras el gobernador le firmaba al Abogado Juan Pablo Penilla su nombramiento de asesor con todo el poder de la firma, el flamante jurista ahora caído en desgracia por culpa de politicos desgraciados que le huyeron al escandalo,igual que el gobernador,este codeaba con los capos que financiaron al mandatario,al mismo tiempo que era señalado como intermediario de las ordenes a Zetas del CDN.
Lo irónico es que tras confirmarse su caída oficialmente, Rábago podría arrastrar a su antiguo jefe político. Esa es la magia de la suciedad compartida: cuando uno resbala, todos terminan chapoteando en el mismo charco. Al final, la historia no habla de un hombre, sino de un modelo: la simbiosis entre poder, crimen y simulación que sigue oliendo a gasolina huachicoleada desde Texas.
Como lo dijo Max Avila:
«Al parecer la indolencia de Alejandro Rábago Hernández fue razón de su fulminante cese disfrazado de renuncia, como Representante de Tamaulipas en la CDMX. Dícese que se valora al personal y desde luego resultados de su trabajo en beneficio del estado. El cargo antes lo desempeñó Fernando Centeno quien ahora “chicotea” a los diputados(as) locales para que presenten iniciativas por fantasiosas que sean, y no pierdan sus “dietas” y todos los privilegios reservados a la inutilidad legislativa ahora liderada por el infiltrado y fanático cabecista Humberto Prieto Herrera…Oiga, que Luis Lauro Reyes dejará la delegación de Bienestar lo cual no significaría ninguna desgracia pa’ la raza. Ya es tiempo de ir con su música a otra parte. Pelao este.»…MAX AVILA/EXPRESO
Jesús Eduardo Govea Orozco,el recien elegido Fiscal de Justicia por EL gobernador de Morena Americo Villarreal y luego validados tras una farsa del congreso local de Tamaulipas ,pasó de descalificar todo como “información sesgada” y “calumnias” a administrar la verdad con gotero, acomodando los hechos a un relato de víctima heroica que no sostiene el escrutinio público y de la que no muestra evidencia, pues mostrarla exhibiria algo igual de grave, estaba en la nomina del Cartel del Golfo que entonces comandaba Osiel Cardenas Guillen.
La narrativa de Govea orozco luce más como estrategia de control de daños que como rendición de cuentas de quien tendrá la responsabilidad de concentrar el poder punitivo del Estado en Tamaulipas gobernador por un vulgar hampón que hizo del contrabando fiscales trafico de huachicol su principal quehacer desde el gobierno que lo han llevado a ser indiciados en EE.UU,pero solapado por el calculo politico en Mexico .
Del “no amerita comentario” al pliego petitorio
Cuando se le preguntó a Govea por la investigación que documenta su detención, traslado a un penal de máxima seguridad donde permaneció 7 meses en un proceso por delincuencia organizada, Govea la despachó como “información sesgada” que no merecía ni una palabra,como lo dice al final de videoreportaje de Televisa.
Ayer, el mismo personaje firma posicionamientos de varios puntos, reconoce la detención, el encierro y la existencia del caso, pero culpa a todos menos a sí mismo y exige que se le crea por decreto.
Ese viraje no es una aclaración, es un giro discursivo: cuando el escándalo estaba acotado, eludió responder; cuando la presión creció con reportajes nacionales, redes y notas locales, se presentó como víctima de una conspiración y se apropió del tema para intentar cerrarlo en sus términos.El mensaje implícito es brutal: la verdad no se transparenta, se administra.
La detención que primero niega y luego recicla
Los reportes periodísticos detallan que fue detenido en 2001, consignado por delincuencia organizada y delitos contra la salud en 2002, y recluido siete meses en Almoloya, un penal diseñado para perfiles de alta peligrosidad.
Ante eso, su primera línea de defensa fue minimizar o descalificar, como si hablar de su paso por un penal federal fuese una insolencia y no un dato de interés público sobre quien dirigirá la persecución penal en el estado.
Cuando el material de archivo y las resoluciones judiciales se colocaron sobre la mesa, Govea no pudo seguir fingiendo que era un invento y cambió de libreto: ahora dice que la detención fue “ilegal”, “improvisada” y “sin pruebas”, que todo fue una injusticia histórica, sin que aporte una sola copia de sentencia o resolución para que la ciudadanía contraste por sí misma. Reclama que se respeten decisiones judiciales, pero se limita a invocarlas retóricamente, no a exhibirlas.
El discurso de calumnias como escudo
Govea repite que las versiones en su contra son “falsas, recicladas, tendenciosas, calumniosas” y “construidas para golpear su credibilidad”. Pero mientras demoniza a quienes lo cuestionan, él mismo recicla un único guion: insiste en que nunca participó en la liberación de “El Kelín” y que todo correspondía al Ministerio Público federal, como si eso bastara para borrar el antecedente de que un juez le dictó formal prisión y lo mandó a un penal de máxima seguridad.
Al calificar de “falsedades comprobables” las afirmaciones de que “enfrenta un proceso desde hace 20 años” o que “nunca fue absuelto”, no muestra la comprobación, sólo la proclama. En la práctica exige un acto de fe: que la sociedad le crea a él y no a los expedientes que nadie ha podido revisar públicamente porque los mantiene en la penumbra.
Víctima ejemplar y fiscal impoluto
En sus posicionamientos, Govea intenta capitalizar su pasado judicial: dice que haber sido detenido injustamente lo volvió más comprometido con un sistema de justicia sin abusos. Se autoproclama ejemplo de méritos, legalidad y servicio público, como si la sola permanencia en el aparato estatal, tras una detención de alto impacto, fuera sinónimo de inocencia moral y no, al menos, un claro foco rojo.
Se escuda en evaluaciones, certificaciones y “controles de confianza” para blindar su trayectoria que siempre han sido prostituidas, pero no expone resultados ni abre sus expedientes, mientras exige que se dé por cerrado el debate sobre su pasado. El contraste es demoledor: el fiscal pide confianza absoluta, pero entrega transparencia mínima.
Hechos incómodos, verdad a cuentagotas
Mientras reportajes televisivos y notas documentan que estuvo bajo proceso por delincuencia organizada, encarcelado y luego liberado sin que quede claro para la opinión pública si fue exonerado plena y definitivamente o sólo beneficiado por resoluciones procesales, Govea intenta imponer como “verdad jurídica” su narrativa personal. Asegura que existen “resoluciones firmes” que acreditan su inocencia, pero no las socializa ni permite que la ciudadanía, a la que ahora debe rendir cuentas, las revise y las discuta.
Al final, el problema no es sólo su pasado, sino la forma en que lo maneja: negar, descalificar, aceptar a regañadientes, victimizarse y dictar sentencia mediática a su favor, todo sin pruebas públicas.Ese patrón no es el de un fiscal comprometido con la verdad, sino el de un operador político que cree que la justicia es un relato que se controla, no una realidad que se demuestra.
A las tres de la madrugada, cuando la ciudad todavía huele a insomnio y tacos de pastor recalentados, decenas de empleados de la Secretaría del Bienestar fueron convocados a cumplir una misión patriótica digna del siglo XIX: coordinar la euforia del pueblo. No se trata de atender damnificados, repartir apoyos o visitar comunidades marginadas, sino de alinear filas en el Zócalo para que la Presidenta Claudia Sheinbaum tuviera público suficiente en el festejo de los siete años de la Cuarta Transformación
Los oficios, redactados con la solemnidad burocrática característica, lucen membrete oficial y aquella frase que suena bonita en el papel: “2025, Año de la Mujer Indígena”. Ironías de una época en la que la gestión de lo público se confunde con la escenografía política.
Para quienes recibieron el memorándum, la cita es implacable: 03:00 horas, plancha del Zócalo, pasar lista como si fuera ceremonia escolar, y megáfono en mano, invitar al pueblo a celebrar.
El guion incluye la frase exacta que harían repetir a coro: un mensaje de bienvenida, menciones a los adultos mayores, la discapacidad y, claro, un cierre triunfal con el mantra de rigor: “¡Que viva la Cuarta Transformación!” Porque en el manual del fervor político, no hay espacio para la improvisación. La espontaneidad también se administra desde una dependencia federal.
A cada empleado le tocó su uniforme simbólico: chaleco guinda y gafete de “Apoyo”. Una alegoría perfecta del modelo político actual, en el que el servidor público deja de ser funcionario para convertirse en porrista institucional. “Mucho que celebrar”, decía el distintivo. Aunque nadie en el Zócalo sabía muy bien qué, exactamente.
Mientras tanto, Sheinbaum encabezara el festejo entre gobernadores, legisladores y beneficiarios de programas sociales; una coreografía que mezcla liturgia popular con planeación electoral. Cuando el informe termine, los empleados deben entregar el megáfono, cerrar planillas de asistencia y regresar a casa. La jornada de la fe transformadora también tiene hora de salida.
La Cuarta Transformación nació con la promesa de erradicar la corrupción y el desvío de recursos. Siete años después, sus propios funcionarios se levantan antes del amanecer para simular entusiasmo en un evento que, curiosamente, cuesta dinero público. Quizás el verdadero milagro de la 4T sea convertir la obediencia en fervor y la propaganda en servicio.
En México, los discursos sobre los intentos para “desmantelar la delincuencia organizada” se repiten tanto que ya deberían patentarse como terapia de grupo. Ayer viernes, mientras el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Mark Coolidge Johnson, le explicaba a los fiscales del país que hay que “colaborar” y “desmantelar organizaciones criminales”, nadie se atrevió a decirle la verdad: no se puede desmantelar lo que se integra desde dentro, y mucho menos si quien porta el mazo es parte de la estructura.
En Tamaulipas, el ejemplo brilla —esos policias al servicio de la maña en Reynosa—. Irving Barrios Mojica, el fiscal saliente, se va sin haber desarmado ni un tentáculo del monstruo, peor auna,se puso a su servicio. Aunque su salida tras agotarse el periodo de gestión, mas parece un enroque de hampones que relevo administrativo.
Porque el guion no pudo ser más predecible, el nuevo fiscal Jesus Eduardo Govea Orozco,elegido por 7 años mas, llega cargando un pasado pesado: de recluso federal, acusaciones de vínculos con el narco que ayer fueron exhibidos con sobriedad por reportaje de Televisa, porque en Tamaulipas la justicia no se reforma, se recicla.
Mientras tanto, Ernestina Godoy ,la nueva Fiscal de la Republica enarbola la bandera de la pureza institucional que su pasado al frente de la PGJCDMX no respalda, promete “no fabricar culpables ni perseguir opositores”. Suena bien, hasta que uno recuerda que el sistema judicial mexicano lleva décadas perfeccionando el arte de fabricar culpables y tambien inocentes cuando son culpables.
Entre permisos de porte de armas obsequiados a empresas de seguridad con «palancas en el ejercito mexicano» y que terminan en el Cartel del Golfo, bases de datos compartidas y promesas de coordinación.
Aqui lo único que se consolida, parece, es la narrativa. Porque sí, desde el podio puede hablarse de inteligencia criminal y cooperación binacional, pero en el terreno los fiscales de los estados como Tamaulipas, siguen jugando al doble discurso: combatir al crimen con una mano y firmar convenios con ellos con la otra.
En fuentes abiertas y desde las redes sociales ,se le identifica como hijo de Cesar Morfin alias «Primito», actual lider del Cartel del Golfo de la faccion de los «METROS» y que controla delictivamente desde Reynosa a la frontera de Miguel Aleman,pero permanece guarecido a la sombra del Cartel de Jalisco (CJNG) en las inmediaciones serranas en Pihuamo,en la frontera con Colima.
Y aunque no hay información periodística o de autoridades que documente de forma verificable mas informacion que ademas identifique a su acompañante, desde las mismas redes la presumen su novia y la identifican como Valeria Gastelum,que afirman desde las mismas redes,es «hija de un pesado» originario de Sinaloa.
De las imágenes es importante destacar su aporte, aunque no sean parte de expedientes judiciales, fichas oficiales, ni trabajos de investigación consolidados de autoridades, sino una delación a nivel de infidencia o el animo de posar para la foto de los capos.
La imagen del hijo del «Primito» fue publicada junto con otras fotos que han sido mejoradas digitalmente sin textos,en el animo de que sean útiles a las autoridades.
Es de llamar la atención el nivel de burla y desafío de los capos que se exhiben como «rockstar’s» en redes sociales, pasando por alto que una vez que se conoce su rostro es mas facil seguir su rastro que es siempre el preámbulo a la captura y que ya suma las capacidades de inteligencia de los EE.UU,que no son pocas.
Capacidades técnicas del MQ‑9 Reaper
El MQ‑9 Reaper, tan solo parte del arsenal estadounidense, es un dron militar de gran autonomía (alrededor de 14 horas con armamento) y alcance de más de mil kilómetros, diseñado para vigilancia de larga duración y ataques de precisión con misiles y bombas guiadas.
Sus sensores electro‑ópticos e infrarrojos permiten obtener imágenes de muy alta resolución; estimaciones abiertas indican que puede leer una placa vehicular a unos 3 km de distancia, lo que da una idea del nivel de detalle con el que podría identificar un rostro bajo condiciones favorables, aunque esos parámetros finos son clasificados.
Las naranjitas
La naranja como logo en las gorras,seguramente aluden al Naranjito,presente en una serie de domicilios que fueron identificados por la Guardia Nacional al considerarlo objetivo prioritario.
Pihuamo,de acuerdo con la ficha de la misma GN,es el lugar de origen de Cesar Morfin Morfin Morfin,alias «Primito» y su familia, entre ellos el bandon de criminales compuesto por sus hermanos.
Todos han gozado de la impunidad transexenal,se han burlado de las autoridades y hasta de su propio sicariato que lo ha destronado dos veces tras la caída de Juan Manuel Loza Salinas,alia El Toro», abatido por sus mismos amigos en la Marina en los tiempos del CDV.
