Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, aceptó declararse culpable el próximo lunes ante una corte federal de Chicago, la misma donde su hermano Ovidio concluyó una negociación similar en julio pasado.
La Fiscalía para el Distrito Norte de Illinois informó hoy a la jueza Sharon Johnson Coleman que la audiencia del 1 de diciembre, originalmente programada solo para dar seguimiento al estatus del caso, ahora será para que Guzmán López cambien su declaración inicial de no culpabilidad.
Parece que huele a delación en el aire, y no precisamente de los santos. Joaquín Guzmán López, el hijo del “Chapo”, va camino a Chicago a hacer lo que su hermano Ovidio ya ensayó con éxito: declararse culpable a cambio de algo que huele más a trato que a justicia. Allá, frente a jueces que no se pierden un detalle y fiscales que celebran el Día de Acción de Gracias con nombres y apellidos del narco mexicano en la mesa, el heredero del imperio sinaloense se rinde justo cuando casi todos en su país descansan.
Mientras tanto, acá, en el país donde la corrupción se disfraza de patriotismo y la complicidad se cotiza en votos, las autoridades miran hacia otro lado y se soban las manos con la esperanza de que los “guzmanes” canten lo suficiente como para que caiga alguien… pero no ellos. Porque si de delaciones se trata, bien haría Estados Unidos en compartir el karaoke de los pactos: los narcos allá, los corruptos de todos niveles acá, completando el dueto que lleva décadas sonando fuera de tono.
Con informacion: ELNORTE/
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