La caricatura de Paco Calderon en REFORMA, es un manjar de sarcasmo: muestra —con un trazo filoso— cómo el poder en México juega al ilusionista y busca que la audiencia (la ciudadanía) solo vea el acto secundario, mientras el verdadero truco sucede por debajo del escenario.
El hacha y el distractor
En la imagen, Claudia Sheinbaum aparece estirando el brazo y sosteniendo, como si fuera un títere, a Josefa Ortiz (guiño al papel de la Corregidora en la Independencia) con un cartel tachado que dice “Tellez-Giron”, sus apellidos de soltera,mientras al fondo la “Ley de Desamparo” espera para caer con brutalidad. El término «distractor» es un dardo: Sheinbaum usa el discurso, el escándalo o las disputas para desviar la atención de lo importante, que es la reforma a la Ley de Amparo—un tema clave porque, si aprueba como viene, dejaría al ciudadano indefenso ante el gobierno, justo lo que denuncia el artículo del diario español, El País.
El contexto: El Supremo Gobierno
La columna de El País aclara que este gobierno quiere hacer del “Supremo Gobierno” un monarca contemporáneo: ya no importa el pueblo, importa el aparato, y si hay pleito, el que manda… manda[2]. La nueva ley de amparo pretende quitarle los dientes al último recurso legal que tiene el ciudadano para enfrentar los abusos del poder, haciendo legal la indefensión. Es como si dijeran: “El que no esté a bordo del tren guinda, se jode”.
El remate
Así que la caricatura pinta un retrato sin anestesia: mientras todos miran el teatro de los nombres y las intrigas,donde la Presidenta se refiere a la corregidora con sus apellidos de soltera, el verdadero cuchillo, la “Ley de Desamparo”, está listo para cortar el hilo que sostiene lo poco que queda de defensa ciudadana. La sátira está en que el poder no solo distrae—te quiere dejar sin cabeza y, de paso, sin que protestes.
No nos sorprende
No debería sorprenderle a nadie —ni a los que creen en unicornios legislativos— que lo primero que hace el poder autoritario es legalizar lo ilegal, extinguir cualquier defensa y hasta presumir de que está en la ley, como si un papel lo legitimara todo. Hitler y los suyos fueron maestros en este truco: desde las infames Leyes de Núremberg hasta el “decreto Noche y Niebla”, convirtieron barbaridades en normas nacionales para darle a la injusticia un barniz de legalidad.
¿Analogías? Por supuesto, el método se repite: el Estado decreta, los tribunales se pliegan, la indefensión queda formalmente “aprobada”. La legalidad, pues, no siempre es sinónimo de justicia, sino de quién tiene el bolígrafo y el garrote en ese momento histórico.
El por que de nuestro titulo
«ASI lo HACIA HITLER»:»CARICATURA DIBUJA como SHEINBAUM DESDIBUJA la DEMOCRACIA y la CONVIERTE en AUTOCRACIA»…el método se repite: el Estado decreta, los tribunales se pliegan, la indefensión queda formalmente “aprobada”.
Nuestro encabezado es plenamente pertinente porque plantea sin rodeos una analogía histórica con hechos documentados: Hitler transformó la justicia en herramienta del Estado, legalizando la indefensión mediante decretos y leyes que los tribunales acataron sin chistar.
El método de Sheinbaum lo repite cuando un gobierno refuerza el poder ejecutivo, convierte la ley en instrumento de control y deja al ciudadano formalmente desprotegido.
La caricatura ilustra justo esa transición de democracia hacia autocracia: mientras el público ve el show del distractor, detrás se afila el hacha legal que elimina contrapesos y defensas ciudadanas.Nuestro título es correcto, directo y con fundamento histórico.
Con informacion: REFORMA/ WIKIPEDIA/ BBC NEWS/
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