El luto llegó a una familia del Municipio de García, luego de que una bebé perdió la vida al caer de cabeza en una cubeta con agua, cuando se encontraba en su domicilio.
Este caso es un golpe brutal al alma, un recordatorio de cómo la vida puede quebrarse en un instante y al mismo tiempo abrirse en otro, con una paradoja insoportable: mientras la madre luchaba en un hospital para traer al mundo a un nuevo ser, la hija que esperaba en casa se le escapa de las manos al destino, ahogada en un descuido que no debería haber pasado.
Sofía Isabela, de apenas un año y ocho meses, no alcanzó a comprender el vacío y el dolor que ahora envuelven a su familia. Su partida deja un silencio desgarrador en un hogar donde el llanto de un recién nacido debería ser motivo de esperanza y alegría. En lugar de eso, la llegada de un hermano se enlaza con el luto de su ausencia, y lo que debía ser un día de vida se vuelve también un día de muerte.
El padre, con el peso insoportable de la culpa en los brazos, corrió con su pequeña en busca de ayuda, gritando un auxilio que miles de padres reconocerían como el más desgarrador de los clamores. Y ahí, en la tragedia, surgió la mano solidaria de un vecino que no dudó en abrir la puerta y poner el volante al servicio de la desesperación. Porque incluso en el dolor más brutal, la empatía nos recuerda lo que nos mantiene humanos.
Este accidente doloroso ocurrido en en municipio de Garcia N.L,nos habla de lo irreparable, de cómo en segundos se puede torcer el rumbo de una historia familiar. No fue el destino, aunque algunos quieran creerlo: fue la vida cotidiana, el descuido, la rutina. Es nuestra escritura diaria, la de las decisiones pequeñas que parecen inofensivas hasta que ocurre lo irreversible.
La vida y la muerte se encontraron en un cruce cruel dentro de esa familia de García: un bebé que nace, una niña que se va. La luz y la sombra, juntas en un mismo instante. Lo único que queda es la memoria de Sofía Isabela, el consuelo de que partió rodeada de amor y el compromiso de no callar frente a estas tragedias que, aunque parezcan simples accidentes, nos obligan a mirar de frente la fragilidad de la existencia.
Que dice la policia:
De acuerdo con la investigación realizada por la Policía ministerial, la bebé se encontraba al cuidado de su papá, pues su madre está en el hospital, porque según se dijo, daría a luz a otro bebé.
La pequeña fue identificada como Sofía Isabela, de 1 año ocho meses.
Una fuente policial informó que a las 17:20 horas del viernes las autoridades recibieron el reporte del hecho, de parte de personal de la Clínica 24 del Seguro Social.
Agregó que del hospital les notificaron del ingreso de la menor ya sin signos vitales.
Al nosocomio se movilizaron elementos de la Policía de García, de la Agencia Estatal de Investigaciones y del Instituto de Criminalística y Servicios Periciales.
El informante mencionó que en la clínica se entrevistó a Fermín González, papá de la bebé.
Ante los elementos policiacos el hombre manifestó que estaba en su casa con su bebé.
Relató que en un momento que no la escuchó, la buscó y la encontró sumergida de cabeza en el agua en una cubeta con capacidad de 20 litros.
De inmediato la sacó, pero Sofía Isabela estaba inconsciente y no reaccionaba.
Salió de su casa con su hija en brazos, gritando por auxilio para la bebé.
Un vecino que lo vio, le dijo que subiera a su vehículo y lo llevó de urgencia a la Clínica 24 del Seguro Social, ubicada en Lerdo de Tejada, en la Colonia Real de Villa de García.
La recibieron los médicos, pero la bebé llegó sin signos vitales.
Aunque los doctores le realizaron maniobras, no obtuvieron respuesta y la declararon sin vida.
La fuente policial expresó que de acuerdo con el personal médico, la bebé no presentaba lesiones visibles y tampoco tenía estado de desnutrición o descuido.
Las autoridades investigadoras esperan los resultados de la autopsia para conocer la causa de la muerte.
Con informacion; ELNORTE/
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