El ex comisario de la desaparecida Policía Federal, Javier Herrera Valles, perdió la demanda en la que reclamaba una indemnización de más de 70 millones de pesos por los daños y perjuicios derivados de los cuatro años que estuvo en prisión,un caso que involucra como indiciado al hoy fiscal de Tamaulipas,Irving Barrios Mojica.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le negó al ex mando policiaco el amparo que promovió contra el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TEFJA), que el año pasado declaró infundada su demanda.
#cdmx,#reynosafollow,#matamoros,#nuevolaredo,#tampico,#cdvictoria,#mtyfollow LA "JUSTICIA FEDERAL VA CONTRA FISCAL de TAMAULIPAS y "REACTIVA ACUSACION por MANIPULAR TESTIGOS" CUANDO ESTUVO en la PGR...la especialidad de la casa ahora con Cabeza de Vaca https://t.co/eJnjdjNAye pic.twitter.com/pNCV6AJuFV
— Valor Tamaulipeco (@VaxTamaulipas) March 17, 2021
El ex comisario fue uno de los primeros en denunciar públicamente los presuntos actos de corrupción de Genaro García Luna, cuando era Secretario de Seguridad Pública federal y su superior jerárquico.
Eres un cínico @FelipeCalderon a mi me encarcelaste 4 años por darte a conocer la colusion de Genaro García Luna con la delincuencia organizada, yo no era tú opositor, hasta voté por ti. @jenarovillamil @JesusRCuevas @Pajaropolitico @rochaperiodista @DoliaEstevez @JJesusEsquivel https://t.co/XOl8QnURs4
— Javier Herrera Valles (@JHerreraValles) August 23, 2021
El 17 de noviembre de 2008, después de una entrevista a una televisora, el comandante fue detenido y acusado del delito de delincuencia organizada por presuntamente colaborar con el narcotráfico.
La acusación, basada en testigos protegidos instigados por Irving Barrios Mojica,quien tambien fracaso en el llamado "Michoacanazo", fue desestimada el 6 de septiembre de 2012, fecha en que un tribunal revocó su condena de 10 años de prisión y le dictó la sentencia absolutoria que le devolvió su libertad.
El 19 de mayo de 2019, el ex mando presentó una demanda de responsabilidad patrimonial del Estado, en la que reclamó 50 millones de pesos por concepto de daño moral y 20 millones 637 mil 570 por reparación del daño y perjuicios materiales.
Reclamó que su encarcelamiento fue consecuencia de una detención ilegal, fabricación de pruebas, testimonios falsos y violaciones al debido proceso, ya que se le exhibió ante la prensa como culpable desde antes de ser juzgado formalmente.
La PGR desechó su demanda y, aunque Herrera presentó un juicio de nulidad contra esa resolución, el TFJA la declaró infundada porque la ley no considera que los actos de investigación del Ministerio Público Federal deban ser reparados patrimonialmente por el Estado.
Además, indicó que actos como su detención ilegal no pueden ser reclamados a la PGR, porque la autoridad que lo aseguró fue la entonces Policía Federal Preventiva, que dependía de la SSPF, a cargo de García Luna.
Tras esta resolución, el hoy secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública de Campeche presentó un amparo que fue atraído por la SCJN y turnado a la ponencia del Ministro Juan Luis González Alcántara.
Los ministros desestimaron la decisión de la PGR de archivar una denuncia de Herrera Valles contra ocho ex funcionarios, entre ellos Irving Barrios Mojica y tres testigos protegidos a los que acusó de delitos contra la administración de la justicia y falsedad en declaración.
"Con ello no se demuestra que la autoridad demandada haya incurrido en una actividad administrativa irregular, como lo pretende el quejoso. De ahí que su argumento sea inoperante", resolvió.
El "Doctor en mañas, amo y señor de los testigos protegidos"
A finales de 2020 y por orden de un Tribunal Colegiado, la Fiscalía General de la República (FGR) reabrio la denuncia penal contra el fiscal tamaulipeco Irving Barrios Mojica, la exprocuradora Marisela Morales Ibáñez y tres funcionarios más del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
La denuncia contra Barrios Mojica proviene de cuando fue mando de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la entonces Procuraduría General de la República (PGR). El excomisario de la Policía Federal, Javier Herrera Valles, lo acusa de manipulación de testigos protegidos en su contra.
El caso de la familia Herrera Valles, con los hermanos Arturo, Javier y el hijo de éste último, todos integrantes de la Policía Federal, comenzó en 2008. En febrero de ese año, el excomisario entregó dos cartas al presidente Felipe Calderón Hinojosa, donde expuso posibles actos de corrupción cometidos por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de México, Genaro García Luna.
Seis meses después, la PF inició un procedimiento disciplinario por presunta conducta indebida, incluidas ausencias no autorizadas contra Javier Herrera. Al mes siguiente fue despedido de su puesto de comisario y el 4 de septiembre, su hermano Arturo, quien se desempeñaba como inspector general en Villahermosa, Tabasco, fue arrestado por el delito de crimen organizado.
A 12 años de que inició el proceso legal, el Segundo Tribunal Colegiado en materia Penal en la Ciudad de México otorgó el amparo a Javier Herrera Valles y revocó la resolución de 2018 emitida por la PGR, que impedía investigar al equipo de Morales Ibáñez. Esta decisión es un giro relevante para la familia Herrera Valles, quien habló públicamente de la presunta colusión del gobierno calderonista con el crimen organizado.
ARTÍFICE DE TESTIGOS PROTEGIDOS
"Él (Irving Barrios Mojica) fue el artífice de los testigos protegidos que hicieron tanto daño a muchísimos servidores públicos y que al final de cuentas debe ser investigada su actuación", expresó Javier Herrera en entrevista.
José Salvador Puga Quintanilla, alias "El Gordo", fue el testigo estrella de la PGR de Felipe Calderón. En septiembre de 2008, Puga Quintanilla y otro hombre fueron detenidos por secuestro en el Estado de México. En los días posteriores a su captura, "El Gordo" fue aceptado como testigo colaborador, con el nombre clave El Pitufo. La familia Herrera Valles acusa a Barrios Mojica de utilizarlo para inculpar al entonces mando de la Policía Federal de tener vínculos con el Cártel del Golfo.
"La denuncia la presenté en marzo de 2014 contra Marisela Morales y los servidores públicos que integraron mi averiguación previa... hubo una serie de irregularidades, ha sido una situación muy complicada porque la PGR en ese tiempo parece ser que ha estado protegiendo a los servidores públicos que yo denuncié", comentó Javier Herrera.
La PGR mantuvo preso a Arturo Herrera hasta el 10 de agosto de 2011, cuando se decretó que no había pruebas en su contra por delincuencia organizada. Sin embargo, Javier Herrera estuvo 4 años en prisión por el delito de delincuencia organizada. El seis de septiembre de 2012, un juez federal decretó su inocencia y ordenó su libertad.
La denuncia al Fiscal Barrios Mojica
En marzo de 2014, Javier Herrera denunció a la entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Marisela Morales, a su coordinador de fiscales Irving Barrios Mojica, a 3 Ministerios Públicos que participaron en la integración de la averiguación previa en su contra, y los testigos protegidos Pitufo, Roberto López Nájera, con nombre clave Mateo", y Roberto López Nájera, identificado como "Jennifer".
En mayo de 2020, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), admitió, de manera excepcional, al caso "1413-08, Javier Herrera Valles y Arturo Herrera Valles y familia. México".
La petición fue presentada ante la CIDH en diciembre de 2008 bajo alegatos de detención ilegal, maltrato en custodia y deficiencias sustantivas en los procesos penales contra Javier y su hermano Arturo Herrera Valles.
Los hermanos alegan que las acciones del Estado resultaron en el acoso de miembros de la familia, así como otras violaciones, como el derecho a la libertad de expresión, derechos políticos y el derecho a la protección de la honra y de la dignidad.
Las normas internacionales aplicables a casos como este, donde se alegan violaciones graves de los derechos humanos como la tortura, el recurso apropiado y efectivo es precisamente la realización de una investigación penal efectiva destinada a aclarar los hechos y, si es necesario, individualizar y enjuiciar a los responsables.
La CIDH destaca en su informe que a pesar de que el Estado mexicano afirma estar llevando a cabo una averiguación sobre el caso, "la comisión considera que el hecho de que dicha investigación no haya concluido después de un período de más de 10 años constituye un retraso injustificado a los efectos de la admisibilidad; y que, a este respecto, la petición cumple con la excepción al requisito de previo agotamiento de los recursos internos, de conformidad con el artículo 46.2.c de la Convención Americana".
La decisión de la CIDH tuvo lugar tras detención de Genaro García Luna en la localidad de Grapevine, en Texas, en diciembre de 2019, acusado por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York de haber recibido "sobornos multimillonarios" del Cártel de Sinaloa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: