El teniente Gabriel Solano González, director de la Policía de Linares asesinado la noche del jueves frente a su familia, había sido amenazado en al menos tres ocasiones por un grupo del crimen organizado, señalaron ayer fuentes allegadas al caso.
El militar, detallaron los informantes, había hecho detenciones y decomisos contra un cártel que busca el control de la región citrícola.
Entre las amenazas, en las que hubo narcomensajes y llamadas, destaca un ataque a balazos contra la comandancia municipal ocurrido el pasado 18 de mayo.
"Hubo amenazas de muerte", afirmó una de las fuentes.
A su vez, el Secretario de Seguridad del Estado, Gerardo Palacios Pámanes, dijo ayer que el atentado tiene que ver con la labor de Solano, que era el máximo responsable de la corporación linarense, en la que llevaba 11 años trabajando.
"Nosotros sabemos quiénes fueron (los atacantes) y desde luego que vamos a dar con ellos", sostuvo Palacios, que descartó dar nombres o identificar al grupo criminal.
"La línea de investigación hasta el momento no arroja que esto tenga que ver con la corporación, sino más bien con el trabajo que hizo el teniente y su gente", agregó.
A las 21:00 horas del jueves, sicarios con armas largas dispararon contra la camioneta de Solano, de 52 años, matando al mando y dejando con heridas en el abdomen a su pareja, de 29 años, y con esquirlas a su bebé de 4 meses y su niño de 9 años.
El vehículo del militar no tenía blindaje y no era de reciente modelo, que habría sido donado por una dependencia estatal hace seis años.
Según fuentes, Linares tiene dos camionetas blindadas, una que usa el Alcalde Sergio Elizondo, del PAN, y otra que fue asignada a un funcionario sin relación con el ámbito de seguridad.
La Secretaría Seguridad de Linares tiene varios años sin un titular, por lo que el teniente era el mando de más alto rango en la Policía.
Ayer, en relación a los lesionados, Palacios dijo que son reportados estables, pero con pronósticos reservados.
También se informó sobre el hallazgo de una camioneta en llamas y con balazos en los límites de Linares con Hualahuises, en la carretera intermunicipal.
Una fuente informó que se sospecha que es una de las dos camionetas utilizadas en la ejecución.
Se presume que los delincuentes le rociaron combustible y le dispararon para prenderle fuego, pretendiendo borrar indicios.
Hace casi 17 años, el 12 de septiembre del 2006, Linares se quedó sin mando policiaco tras la ejecución de Enrique Barrera Nevárez, que también habría sido amenazado por un cártel.
Con el crimen contra Solano suman 16 elementos oficiales asesinados en Nuevo León en el 2023: 10 municipales -tres de ellos de Linares-, cuatro de Fuerza Civil y dos militares.
Se buscó al Alcalde para obtener su versión, pero no respondió. Ni el Gobernador Samuel García ni el Fiscal estatal Pedro Arce hablaron del tema.
Fuente.-
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