El poder militar de México va en picada. Se debilitó fuertemente en los dos primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y ha pasado del sitio 38 al 46 en el ranking mundial que mide cerca de un centenar de variables en más de cien ejércitos del mundo.
Y CRECIENDO:
De acuerdo con el multicitado portal Global Fire Power (GFP), que cada año presenta un listado de los países con mayor poderío militar, México estaba en el lugar número 38 de 146 naciones revisadas hasta finales de 2020.
El sitio Global Fire Power se publica desde 2006 con base en diferentes mediciones en las que al principio analizó a las fuerzas armadas de 40 países. Con el tiempo incluyó a más naciones y amplió las categorías para determinar el poder bélico de cada país.
En 2010, en plena guerra contra el narcotráfico ordenada por Felipe Calderón, las fuerzas armadas mexicanas fueron ubicadas en el sitio 19 del ranking del GFP. En 2011 cayó hasta el sitio 30 y se mantuvo ahí en 2012, quedando por debajo de ejércitos como los de España (29), Suecia (28), Malasia (28) y Arabia Sauditas (27), justo cuando el gasto bélico y el despliegue militar estaban en su apogeo.
En 2013 las cosas cambiaron de nuevo. Con un gasto del 0.62 por ciento del PIB en seguridad y defensa para comprar helicópteros, blindados ligeros, equipos de visión nocturna, armas ligeras, dotaciones de ametralladoras de grueso calibre para artillar aeronaves y costosos sistemas de inteligencia para intervenir comunicaciones, las fuerzas armadas mexicanas subieron once puestos en el índice del GFP para llegar al sitio 21 de la clasificación del poderío militar en un listado de 68 países analizados.
En 2014, ya en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el GFP reacomodó su lista para revisar el desarrollo militar de 106 países y volvió a bajar a las fuerzas armadas mexicanas para ubicarlas en el lugar 33. Ese año fue el segundo con el PIB más alto destinado a seguridad pública y defensa nacional, con el 0.667 por ciento.
El 2015, con el gasto más fuerte para la compra de 146 aeronaves (de 172 proyectadas por el alto mando para la FAM) y la canalización de recursos para fortalecer la construcción de lanchas interceptoras, patrullas costeras y patrullas oceánicas, el GFP colocó a México en el lugar 31 de su índice de poder militar que en ese año analizó a 126 países.
Un año después (2016) México se mantuvo en el mismo lugar de la clasificación, con un gasto del 0.57 por ciento del PIB para la compra de equipo y armas. En 2017, con menos inversión en defensa y seguridad (con un PIB del 0.50 por ciento), las fuerzas armadas bajaron al sitio 34 de la lista.
Para 2018, el Global Fire Power subió la calificación de soldados, marinos y pilotos y los situó en el lugar 32. En 2019 México descendió al lugar 34 pese a que en los últimos años del mandato de Peña Nieto se incrementaron los presupuestos para el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina de manera considerable.
En 2020 el GFP ubicó a México en el sitio 38 de su ranking de fuerzas armadas, ya en el contexto de la política de austeridad republicana del presidente Andrés Manuel López Obrador, restringiendo el gasto en todas las áreas de la administración pública federal y asignando al Ejército y a la Marina una treintena de misiones más de corte civil que militar.
Para este año el GFP revisa la situación de 140 fuerzas militares de igual número de países, colocando a México ahora en el sitio 46 de su clasificación, por debajo de Argentina (42), Venezuela (43), Malasia (44) y Bangladesh (45), y por encima de Perú (47), Filipinas (48), Chile (49) y Bielorrusia (50).
El desglose del GFP se centra en la revisión y medición de 47 aspectos con los que los analistas del sitio determinan qué tan poderoso es un país desde el punto de vista militar, a partir de sus capacidades bélicas.
En el caso de México, sus calificaciones son aprobatorias (Excelente) en 24 de las 47 categorías, destacando sus capacidades gasto en defensa, personal militar, edad militar, número de fragatas, patrullas navales, unidades para misiones especiales, personal en el activo y aviones entrenadores, entre otros aspectos.
Al mismo tiempo, las fuerzas armadas mexicanas reprueban (Pobre) en 12 categorías, destacando por la falta de corbetas, de buques de destructores, de tanques de guerra, de helicópteros de ataque, de submarinos y de blindados y plataformas lanzacohetes.
Solo en dos aspectos México alcanza la calificación de Justo: pago de deuda externa y cobertura de sus litorales y franjas costeras.
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