El Gobierno federal alista un plan para la cremación o inhumación masiva de fallecidos por Covid-19, para evitar el abandono de cadáveres por falta de recursos o por el colapso de morgues de hospitales, así como funerarias públicas y privadas.
De acuerdo con el plan para el manejo masivo de cadáveres, el Estado debe estar listo para el manejo, traslado y destino final de los cuerpos.
La cremación es el método recomendando, por lo que se establece la necesidad de alistar centros destinados a ese fin, aunque también se contempla la ampliación de centros de resguardos temporales (morgues) y espacios para inhumaciones masivas en panteones.
El documento Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por Covid-19 en México, considera que “algunas familias pudiesen no contar con recursos para los servicios funerarios, por lo que será necesario contar con apoyos sociales, para evitar el abandono del cuerpos”.
Derivado de la epidemia de Covid-19, en países como Ecuador, hace unas semanas, se documentó el colapso de los servicios funerarios, lo que causó el abandono de cadáveres en las calles.
La semana pasada el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reconoció que ante la alta letalidad de enfermos graves, existe el riesgo del colapso de los servicios funerarios tradicionales de las entidades.
Para evitar ese escenario, el Gobierno instruye a las autoridades locales y estatales a activar el plan cuando sean rebasadas en 70% las capacidades de manejo de cadáveres en servicios funerarios públicos y privados.
En primer lugar, los estados deben alistar un centro temporal de resguardo, que funcionaría como una morgue masiva; recomiendan la instalación de cámaras frías móviles, y en caso excepcional, el hielo seco en el lugar de resguardo de cuerpos.
Para ello, se pide alistar compras de insumos como “bolsas para cadáveres, etiquetas, ataúdes, papelería, equipos de protección personal, limpieza, higiene y saneamiento, hielo seco y su mecanismo de abastecimiento”.
A su vez, se deben determinar nuevos lugares exclusivos para la cremación o inhumación de fallecidos por Covid-19, ante una estimación del rebase de los espacios en panteones y crematorios.
Las inhumaciones o cremaciones masivas deberán ser inmediatas, sin funerales, sin intervención estética en los cuerpos, y además, se establece la obligatoriedad de conservarlos en bolsas dentro de ataúdes hasta culminar el proceso.
A los encargados de esos procesos les solicitan tener “respeto y consideración con los deudos, así como garantizar la trazabilidad e identificación plena del cadáver, el registro de las tumbas, la delimitación y aislamiento del área de disposición y apegarse a las medidas de protección personal.
En el caso de fallecidos no identificados o no reclamados, deben inhumarse en fosas individuales destinadas al Covid-19 y no en las ya existentes.
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