El control de los grupos delictivos por el cobro de piso en establecimientos nocturnos y la producción o venta de droga, entre otros delitos, incrementaron la violencia en varias regiones de Michoacán, advirtieron mandos de la Policía estatal y del Ejército.
Las autoridades han colocado focos rojos en la zona colindante con el estado de Jalisco, en Uruapan y Morelia, en el corredor que va de Apatzingán a Coalcomán, y en el puerto de Lázaro Cárdenas.
La racha de enfrentamientos entre grupos criminales aumentó en 22.3 por ciento el número de víctimas de homicidio doloso, al pasar de mil 488 a mil 820 personas asesinadas entre enero y noviembre de 2018 y 2019, respectivamente, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Fuentes oficiales consultadas indicaron que uno de los grupos delictivos que pelea esas plazas es el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que comenzó su incursión en Michoacán desde 2013, con el levantamiento de las "autodefensas" al mando de Juan José Farías Álvarez "El Abuelo".
A la postre, el movimiento criminal y social debilitó a Los Caballeros Templarios, que encabezaba Servando Gómez "La Tuta".
No obstante, Los Viagras alzaron su propia bandera y se confrontaron con el CJNG por el control de ciudades cercanas a Jalisco, como Zamora, Tocumbo, Los Reyes, Jiquilpan, Sahuayo, Venustiano Carranza, Tanhuato, Yurécuaro y La Piedad, al norte del Estado.
El choque entre ambos grupos también se extendió al corredor que parte de Apatzingán y pasa por Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec -donde gatilleros de "El Abuelo" confrontaron en agosto a una célula del CJNG con saldo de nueve muertos-, Coalcomán, Aquila y Coahuayana.
En la zona minera de Aguililla, en una emboscada en la que participaron más de 30 civiles armados, 13 policías estatales fueron asesinados por supuestamente dar protección a una de las agrupaciones delincuenciales.
En la región aguacatera de Peribán, Tancítaro y Uruapan, Los Viagras y el CJNG también protagonizaron diversos hechos sangrientos.
En agosto, un ataque del grupo jalisciense en Uruapan dejó un saldo de 19 muertos, de los cuales nueve fueron colgados en puentes, incluyendo a dos mujeres.
Morelia, la capital del Estado, tampoco se ha salvado de la ola de violencia entre los dos grupos criminales.
A inicios del mes de diciembre, en sólo dos días, fueron ejecutadas 15 personas en hechos distintos. En algunos casos se indicó que se trató de narcomenudistas que vendían droga de un grupo antagónico.
La madrugada del viernes pasado un grupo armado a bordo de al menos 15 camionetas con el logo del CJNG irrumpió en Zamora, una ciudad de 145 mil habitantes. Los delincuentes vandalizaron, rafaguearon, quemaron casas y presuntamente secuestraron a dos personas.
En mayo pasado, también en Zamora, un comando del CJNG tomó el control de las calles de esa ciudad a bordo de unas 50 camionetas rotuladas con sus iniciales.
En su irrupción, los sujetos encapuchados y con armas largas mataron a cuatro policías municipales, dispararon contra la casa del Secretario del Ayuntamiento, David Martínez Gowman, y contra las ventanas y paredes del Hospital Regional.
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