Richard Laugel, un hombre que se unió muy joven a la Infantería de Marina a raíz de los ataques del 11 de septiembre, fue condenado ayer a pasar 10 años en la cárcel por colocarle una bomba al auto de su vecino en El Bronx, después de una disputa por un puesto de estacionamiento.
A pesar de la gran explosión, la víctima escapó con vida de la bomba colocada en una calle en El Bronx en 2016.
El juez de distrito Paul A. Engelmayer dijo que lo habría condenado a 20 años de prisión si no fuera por su heroísmo militar, que incluía dos períodos de servicio en Irak.
La defensa dijo que Laugel (37) es una víctima de trastorno de estrés postraumático (PTSD) por su servicio militar.
“Quiero agradecerle por su servicio a su país”, dijo el juez. Pero añadió que el trastorno de estrés postraumático no disculpa el crimen de Laugel y que fue “increíblemente afortunado de que nadie resultó herido”.
Los fiscales dijeron que el ataque del 2 de marzo de 2016 se produjo después de que Laugel colocara una bomba en el pozo de la llanta trasera del auto de su vecino. Detallaron que siguió el auto en su propio vehículo unas cuantas cuadras antes de activar la bomba a distancia, reportó Pix11.
La fuerte explosión creó una bola de fuego y abolló las puertas del auto, aunque no encendió el tanque de gasolina. Un análisis del FBI mostró que la bomba estaba cargada con clavos.
Laugel fue detenido y acusado de incendio provocado e intento de asesinato en marzo de 2016 y permaneció encarcelado hasta febrero de 2018, cuando salió en libertad condicional.
Una redada de narcóticos en su residencia en mayo de 2018 reveló que estaba fabricando armas de fuego y silenciadores en su garaje, dijeron los fiscales.
fuente.-Dairio Nueva York/
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