Aunque el Estado de Nuevo Leon gastó 29
millones de pesos en 200 mil cobijas, cuya existencia nunca se comprobó,
correos electrónicos y chats por WhatsApp incluidos en una investigación de la
Contraloría estatal sobre el "cobijagate" demuestran que sólo se
requerían poco más de 3 millones de pesos para comprar los 50 mil cobertores
solicitados a la mitad de precio que "inflo" el hoy Asesor de Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca en Tamaulipas. (VIDEO)
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de EL NORTE revelan, además, que Helena Silva Parra, entonces directora
Administrativa de la Secretaría de Desarrollo Social, advirtió a Gonzalo Padilla,
director de Adquisiciones, que el costo propuesto era muy elevado.
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Aun así, Padilla -subalterno de
Rogelio Benavides Pintos, entonces Subsecretario de Administración- siguió
adelante con la licitación inflada.
Los mensajes entre Silva, Padilla
y otro funcionario de la Tesorería son parte del Informe de Resultados
elaborado por la Contraloría.
El Estado mantuvo oculto este
informe desde marzo del año pasado hasta que lo tuvo que hacer público un año
después obligado por la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información
(CTAI).
Pese a que el reporte desde el
principio fue entregado a la Subprocuraduría Anticorrupción, ésta no interrogó
a los involucrados sobre esos mensajes y determinó que no hubo dolo por parte
de Padilla ni de Benavides, quien ayer compareció por el caso ante la Auditoría
Superior del Estado.
La petición para comprar
cobertores fue en diciembre del 2015.
Durante una entrevista con
personal de la Contraloría, Silva entregó copias de un correo electrónico
enviado el día 7 de ese mes a Eloy Camacho Pérez, entonces director de
Presupuesto de la Tesorería, explicándole que su dependencia requería 50 mil
cobijas.
"Te envío cotización de
cobertores, como te había comentado hace un momento", escribió Silva en el
correo.
"El costo unitario por
cobertor es de $64.65 pesos y se necesitarían 50 mil cobertores, el costo total
sería $3,749,700".
Tres días después, sin embargo,
la misma funcionaria solicitó a Camacho, mediante un oficio, un presupuesto de
29 millones de pesos para la compra de 200 mil cobijas a 125 pesos más IVA cada
una.
Cuestionada sobre esa
discrepancia entre lo que se necesitaba y lo que solicitó, respondió que sólo
acató la indicación del director de Adquisiciones.
"Por instrucción del C.
Gonzalo Padilla, vía telefónica me indicó que se hiciera la solicitud de
recursos para la adquisición de 200 mil cobertores y que se enviara el oficio
de ampliación presupuestaria al C. Eloy Camacho", contestó Silva.
Añadió que fue el área de
Benavides la que definió el precio.
"La Subsecretaría de
Administración fue la encargada de elaborar el estudio de mercado",
explicó, "en base a lo anterior se remitió la solicitud".
La funcionaria también mostró una
conversación por WhatsApp en la que advirtió a Padilla, desde el 11 de
diciembre del 2015, que ese precio era elevado.
"Oye, estoy muy preocupada
por lo de los cobertores", escribió.
"Es que mira, me puse a
checar históricos de precios y no pasan de 70 pesos por cobertor.
"Yo pienso que nos van a
pegar con eso, en la prensa, por comprar más caro que la admon (administración)
anterior".
El director de Adquisiciones sólo
le preguntó por qué estaba preocupada y cuánto costaban los cobertores que se
solicitaron oficialmente.
De la documentación disponible no
es posible saber si la conversación continuó.
Cinco días después, Padilla lanzó
la licitación, sin cambiar el precio al doble.
El 9 de febrero del 2016, EL
NORTE reveló que la compra se realizó a precios inflados y que las cobijas no
cumplían los estándares requeridos.
Además, según la Contraloría, no
hay certeza de que se hubieran recibido 200 mil cobijas, ya que no se
entregaron en la bodega establecida en la convocatoria ni se levantaron actas.
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