A Miguel Hernández, trailero desde hace tres años, lo asaltaron apenas la noche del lunes. O más bien lo extorsionaron, porque según sus asaltantes estaban pasando a cobrar “la cuota” a todos los tráileres.
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Fue en Fresnillo, Zacatecas. Miguel cuenta que él y su compañero se detuvieron en una gasolinera para dormir. Eran las 10 de la noche. Miguel estaba colocando las mallas cuando le tocaron en las puertas.
“Venimos por la cuota”, le dijeron tres personas armadas. “No tenemos dinero”, respondieron. “El estéreo, celular, lo que sea”, les reviraron. “No traemos, andamos esperando la carga”, insistieron. En la caja del tráiler cargan con semillas y cereales. Al final los extorsionadores les bajaron 500 pesos. “Es la cooperación por tráiler y estamos pasando por ella”, les mencionaron al final.
Miguel recuerda que miró una camioneta Suburban, un Jetta y una Cheyene negra. Relata que los rodearon. “Fueron tres güeyes y se fueron”, señala. Miguel se quedó callado. Su compañero terminó negociando.
Lo increíble, dice, es que después se fueron a una plaza y ahí reaparecieron los extorsionadores: “Volvieron a tocar. Era un vato alto de gorra. ‘Tú traes el camión’, preguntaron. Pero como que reconocieron el camión, pasaron de lado en las camionetas y ya no nos molestaron”, menciona el conductor. Incluso para que ya no los molestaran, los asaltantes les dieron una clave: “Sector Fresnillo”. “O algo así”, recuerda.
Miguel y su compañero vienen desde Guadalajara y su destino final es Durango. Andan repartiendo carga y apenas dejaron producto en la ciudad de Torreón. En Guadalajara trabajaba en un taller de laminado y pintura, pero prefirió él volante.
Para Miguel, quien apenas lleva tres años en las carreteras, fue su primer asalto. Pese a ello, asegura que le gusta andar en el tráiler.
El delito en cifras. Hasta diciembre de 2017, cuando aún se utilizaba la anterior metodología por parte del Secretariado Ejecutivo, una de la primeras clasificaciones dentro de los delitos registrados en averiguaciones previas y/o carpetas de investigación era “robo en carreteras”.
En los subtipos se podía encontrar el detalle de si el delito fue contra camiones de carga, autobuses o vehículos particulares. De acuerdo con esas últimas estadísticas, en México durante 2017 se reportaron cuatro mil 456 crímenes de este tipo.
Dos de cada tres ocurrieron en Puebla y Tlaxcala. Cada mes, en promedio, se reportaron 379 averiguaciones previas por robo en carreteras. De las más de 4 mil carpetas de investigación, el 65% (dos mil 944) fueron por robo a camiones de carga, los cuales se concentran en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Veracruz y Guerrero.
El robo a vehículos particulares en algún camino de México reunió 530 averiguaciones. Las zonas más riesgosas están en Tlaxcala y Veracruz. Y aunque el robo a autobuses concentra 166 carpetas de investigación, aquí Veracruz y Michoacán juntan la mitad de las denuncias.
A partir de febrero de 2018, cuando se empezó a publicar información delictiva con base en una nueva metodología, la cifra más cercana para medir el nivel de inseguridad en carreteras es el “robo a transportista”, que suma 3 mil 895 averiguaciones previas tan sólo en el primer cuatrimestre del año.
Esta nueva medición contempla 53 diferentes tipos de delitos desglosados en siete categorías. La parte de “robo en carreteras” es una de las que ya no se contempla.
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